El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 47

Estaban a solo un día de llegar a la capital del Clan del Viento siguieron avanzando por el sendero de piedra miraron el pasto verde, animales desplazándose por el a pesar de todo el contratiempo y las calamidades que han ocurrido este clan aún se mantenía estable en la conservación, de la naturaleza y lo único que conservaba en común con los demás clanes era la destrucción de su arquitectura.

Entrando ya en la ciudad las casas estaban totalmente destruidos, las calles cubiertas de escombros de varias batallas de los grupos rebeldes que fueron asesinados por el ejército bajo las órdenes del Príncipe Zen. Se adentraron al centro de la ciudad y gran explosión se escuchó y la voz de un hombre retumbo.

–La Princesa está aquí –las ovaciones aumentaron provenientes de todas direcciones salieron, varias personas hombres, mujeres y niños quienes caminaron hasta la Princesa e hicieron una reverencia pues habían, esperado bastante tiempo para que llegara este día. Otros miraron a John y corrieron a abrazarlo estaban felices porque su gran orgullo del clan y su único Líder regreso.

–John me alegro que estés bien –hablo una señora de unos cuarenta años.

–Estoy feliz de verlos –sus palabras eran tenues y con gran tristeza. Apretó su puño –perdónenme por haberlos abandonado.

La señora movió la cabeza en negación –estabas protegiendo a la Princesa, la verdadera heredera para que llegar el día de nuestra libertad. No tienes nada de que arrepentirte.

–Pero… –Ren lo interrumpió.

–Déjalo así. Tenías un deber y lo cumpliste… será mejor prepararnos para el día anhelado.

–Es verdad. Pero… como nuestra princesa está aquí celebremos –grito un hombre muy emocionado. Todos los presentes dieron un grito para festejar e inmediatamente trajeron comida, vino, instrumentos musicales para celebrar.

Pasaron largo rato festejando no parecían que esa reunión llegara su fin las personas del clan bailaban, bebían alzaban sus tarros brindando. Ren y May también se unieron esos dos estaban bien coordinados celebraron.

La Princesa Cinthia estaba sentada en una mesa junto a John observando como todos compartían aquel momento, ella esbozo una sonrisa –Me gusta ver que sonríes, no me canso de ver tu sonrisa –se sonrojo parecía que al fin la dejaba de ver como la Princesa y que finalmente se dio cuenta de sus sentimientos por él.

–John, yo… –sus palabras se atascaron no encontraron salida. Al verla extendió su brazo atrayéndola hacia él. Ella se acomodó en su pecho se sentía segura y protegida a su lado quería decirle de sus sentimientos, pero estaba segura de que él solo la veía como a su hermana. Lo único que podía hacer era seguir en ese abrazo y de alguna manera que su cuerpo le trasmitiera todo lo que ella sentía a través de ese abrazo.

John sentía como su corazón latía rápidamente, pero debía controlarlo no quería quedar expuesto por, pues la Princesa estaba tan cerca que se daría cuenta –Cinthia –otra vez la llamo por su nombre, su voz era suave y cariñosa –Te prometo que siempre te protegeré, siempre estaré a tu lado.

Al escuchar esas palabras lo rodeo con sus brazos, pues sentía que de alguna manera él le decía que la amaba se quedaron un instante así. Él se levantó le extendió la mano la cual ella tomo, John beso la mano de ella y la guio a bailar.

Al día siguiente todos estaban dormidos nadie se despertó todavía solo unos cuantos que se habían retirado a una hora prudencial para descansar bien. La Princesa, May. John y Ren se habían reunido con los cabecillas del clan planeado una estrategia para atacar el Castillo. Enviaron halcones con mensajes a los demás clanes para que se prepararan debidamente el Ejercito se mostraría reacio ante ellos.

Solo debían partir personas capaces de empuñar la espada y entablar combates contra sus propios compatriotas. En el mensaje enviado decía que doscientos hombres por clan debían partir a la capital a pelear por la libertad y el resto de debía quedar a proteger a sus ciudadanos de cualquier ataque sorpresa.

Mil hombres en total el plan era que ellos entretengan al Ejercito y ataquen puestos de vigilancia a fin de evitar que llegaran refuerzos de esa manera la Princesa llegaría directamente al Castillo, pero aun había un problema ahí estarían altos mandos oficiales incluyendo a los tres Generales y el Escuadrón Dragón de todos modos debían lidiar con ellos.

Pero de ningún modo se iban a detener por ellos tenían la intención de incluso de pasar por encima de ellos hasta llegar con Zen y debían guardar la mayor cantidad de poder para enfrentarlo, pues con él tendrán el combate más grande que jamás se pudieran imaginar.

Zen a su corta edad su reconocido como un prodigio entre todos los reinos demostró tener un poder superior a cualquier otro además de ser el único en ser capaz de controlar tres elementos lo posicionaron, como el Hombre más poderoso del mundo. Pero había maldad en él su gran poder y habilidad lo cegaron comenzó a pensar que solo los, fuertes debían ser los que rigieran, los únicos que debían sobrevivir.

Este pensamiento comenzó a traer a muchos otros con esta forma de pensar, poco a poco más seguidores se unieron y comenzaron a causar estragos. En combates amistosos o entrenamientos todos ellos iban con todo dejando mal heridos a sus contrincantes. Zen dejo gravemente heridos a los Generales siendo un muchacho de tan solo catorce años, después de su recuperación incluso ellos se unieron a él.




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