El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 48

Sorel estaba a punto de llegar a la capital del Reino se encontraba viajando cuatro días desde que enterró a Natalia en aquel lugar, estaba realmente enojado la furia, el odio fluía por todo su cuerpo en lo único que penaba en esos cuatro días era en llegar al Palacio y matar a esos desgraciados hacerles paga por lo que le hicieron a Natalia. Estaba acercándose cuando fue interceptado por cinco oficiales, empuñando sus espadas. El de en medio con la espada envuelta en agua dio un paso y ataco lanzando su guadaña de agua.

Sorel con un solo movimiento de su espada pudo deshacer el ataque, se detuvo y los miro intuía quien los había enviado –sus intenciones no me interesan –su voz era calmada dando a entender una advertencia –a un lado –camino despacio hasta ellos que comenzaron a rodearlo rodeándose de sus elementos para atacar –se los advierto –apretó su puño y los ataques prosiguieron.

Los cinco oficiales atacaron con sus mejores técnicas elementales, aún así, Sorel pudo contrarrestarlo con el Huracán de nivel tres deshizo las técnicas y a la vez dejo fuera de combate a los cinco quienes estaban tendidos en suelo trataron de levantarse sin poder lograrlo estaban muy heridos.

–Se los advertí –soltó Sorel con naturalidad y se adentró a la capital y verla en ese estado tan deprimente en ningún sitio se mostraba vida a pesar, de encontrarse gente habitándola no había vida en ella todo era lugre, la felicidad mostrada no era más que una simple fachada llego a la puerta principal del Palacio y camino entre los Soldados que lo miraban fijamente no lo tomo importancia y se dirigió a la sala del trono.

Al estar frente a las puertas de la sala del trono con un fuerte ataque de viento obligo a las puertas abrirse bruscamente, caminaba lentamente con una mirada llena de odio y furia. Frente a él se encontraban los tres Generales y los tres miserables que traicionaron a su líder y la asesinaron todos ellos estaban delante de Zen.

–Estas aquí –dijo Chris.

Escuchar la voz de Chris solo aumento su furia lo que lo obligo a desvainar su espada –voy a matarlos –sus tres ex compañeros lo rodearon sosteniendo sus espadas en mano. Los Generales se mantuvieron al margen no querían inmiscuirse, pero uno sí que lo deseaba.

Zen desde el trono lo miro –¿Cuál es el motivo? –pregunto calmadamente.

–Simple, cumpliré mi palabra y los matare por usar esa técnica.

–Ah… la Desintegración Elemental –los Generales Shin y Ares lo miraron incrédulos.

–Y por el asesinato de Natalia –por su espada fluía el viento listo para la pelea los tres se posicionaron en combate y se lanzaron sobre Sorel y a lanzar sus ataques cuando

la voz de Zen los detuvo.

–Alto. Si quieren morir hágalo, pero no será hoy. Sorel –lo miro –retírate –y este salió de ahí.

–Majestad –hablo Tarniel inclinándose –¿Por qué lo dejo ir?

–Pronto podrán matarse, muy pronto –lo dijo con una sonrisa fría en su rostro.

De lo furioso que estaba hace poco, en este momento lo estaba todavía más tener que obedecer a Zen –Natalia –pronuncio para sí mismo en su mente –te prometo que pagaran por lo que te hicieron.

Camino a través del jardín hasta llegar a las mazmorras y entro a la celda de Lydia quien, al verlo, corrió a abrazarlo. Él la recibió gustoso y se comenzó a tranquilizar –¿Sucede algo pregunto?

–Natalia… –su voz se quebró a pesar de que no compartía la afición de las batallas como, al final demostró ser una buena persona al arrepentirse y pedir perdón por sus acciones –está muerta, la asesinaron las mismas personas que creía sus compañeros.

No encontró palabras lo único que pudo pronunciar fue un –lo siento.

–Debemos estar listos. En tres días la Princesa vendrá, aprovechare esa oportunidad para ponerte a salvo.

Ella tomo sus manos –vas a luchar a su lado y el de nuestro maestro.

–Si solo estuve aquí por ti. Porque temía lo que, ese desgraciado te podría hacer para que le dieras la información que quería. Pero eso se acabará.

–La Perla de los Dragones. Pronto la veremos.

–¿Qué? ¿A qué te refieres? –pregunto con incredulidad.

–La Perla siempre estuvo entre nosotros –Sorel la miraba confundido –después de que los Dragones Legendarios nos entregaran sus poderes para manipular los elementos. Mi primer abuelo fue contactado en sueños recibió visiones de los Dragones dándole a conocer el verdadero propósito por el cual, nos dieron su poder.

–¿Y… cuál es ese propósito?

–Ellos no aparecieron con el fin de lograr la paz en el mundo, tal vez solo sea una parte, eso de la paz, su verdadero objetivo era el renacer de la Perla, querían que la Perla volviera a renacer.

–El renacer de la Perla. ¿Pero cómo?

–Según las descripciones de mi antepasado una persona virtuosa iba ser elegida desatando un poder incluso mayor que de los mismos Dragones. En los escritos decía que la Perla emitía una cálida luz dorada, los Dragones bailaban a su alrededor al igual que sus elementos todos estaban en una perfecta armonía dando equilibrio a todo lo existente.

–Una persona será elegida… –una voz conocida interrumpió a Sorel




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