El Reino De Los Cinco Elementos

CAPÍTULO 49

El día tan esperado llego la Princesa se dirigía hacia la capital del Reino a reclamar el trono, al lado de sus amigos la ruta fue ligera y rápida pues desde mucha antes varias tropas de todos los clanes que estaban de su parte se comenzaron a atacar bases militares con fin de reducir los refuerzos para la capital y dejar libre el acceso.

La Princesa se encontraba en las afueras de la capital acercándose velozmente en s caballo, varios Soldados del Reino se lanzaron al ataca contra ella acatando las ordenes de su hermano el Príncipe Zen. Lanzaron varios ataques elementales, pero todos fueron desviados por John, May, Ren y otros que acompañaban a la verdadera heredera. A pesar de eso los Soldados siguieron atacando altos rangos oficiales los acompañaban.

El combate inicio a las afueras de la ciudad varios Soldados caían, pero no de muerte la Princesa dio la orden de que ningún Soldado debía morir y si eso llegara a pasar no habría nada que hacer la guerra, pelea o como se quiera llamar siempre dejara victimas mortales para lograr la paz durante una guerra es necesario los sacrificios. La sangre derramada es la misma de cualquier bando, es ahí donde nos damos cuenta que todos somos iguales, la única diferencia entre nosotros son nuestras ideologías.

Las personas que luchan por bien sin notarlo también cometen el mal, pues en ocasión mal se combate con el mismo mal a pesar de que lo disfracemos de bien para llegar a objetivos justos.

John se encontraba luchando con los altos oficiales. May, Ren y el resto combatían con los Soldados mientras se adentraban a la ciudad muchos cayeron en combate, otros decidieron rendirse voluntariamente y se unieron a la Princesa al entrar en la ciudad capital todo estaba cerrado los ciudadanos se debían estar refugiando. Lo único que encontraron fueron ñas calles llenas de Soldados empuñando las espadas.

El combate se comenzaba de nuevo, las explosiones, el choque de las espadas, los gritos de los combatientes se escuchaban por todo el lugar mientras la arquitectura de la ciudad se venía abajo al igual los hombres de ambos bandos.

Dos Capitanes se lanzaron sobre la Princesa para atacarla, pero fueron golpeados por una fuerte expulsión de viento, los Soldados del Reino los superaban en número aun así decidieron combatir por un mejor futuro para sus hijos. La Princesa miro al lugar donde provenía aquel ataque en lo alto de una casa, parado sobre la chimenea se encontraba Sorel.

Dio un gran salto aterrizando al lado de su maestro se miraron de reojo ambos asintieron con la cabeza, golpearon el suelo con las palmas y dijeron juntos –Expansión de viento –una especie de domo de viento comenzó a expedirse, pero esos dos se aseguraron de que la expansión siguiera solo por las calles de la ciudad evitando así la destrucción de las viviendas varios Soldados eran golpeados de forma directa mientras otros lograban resistir. La expansión fue de cien metros.

Alumno y maestro se levantaron y se abrazaron –Sí, que soportaste mucho tiempo –pronuncio John.

–Sabias porque lo hacía –enuncio Sorel con la voz triste.

–Descuidad. Pronto liberaremos a Lydia –contesto el maestro al alumno.

–TRAIDOR –grito un Capitán que tenía el sello del Dragón de agua en su pecho –como te atreves a traicionar al Príncipe –por su espada fluía una fuerte corriente de agua y el odio se reflejaba en sus ojos y en cada palabra.

–No soy un traidor –respondió calmado Sorel –pues nunca traicione mis ideales. Y ante de que me salgas con que también hice maldades, de una vez te digo que te equivocas. Nunca mate a ninguna persona en esas misiones, las dejaba escapar o simplemente inconscientes.

–Desgraciado. Cuchillas de agua –frente de él se formaron varias cuchillas de agua –Haaa… –lanzo su ataque.

Alumno y maestro no se movieron pues la Princesa intervino y con solo levantar su mano forma una barrera de todos los elementos deshaciendo el ataque del Capitán –ya no luches –su era suave –todo terminara.

–Nunca –respondió con ira el Capitán –yo… –se encorvo apretando sus puños –yo, siempre seguiré al Príncipe –una gran columna de agua se elevó cubriéndolo –te voy a eliminar aquí mismo Princesa Cinthia –se lanzó al cubierto de su elemento.

John se interpuso –Huracán nivel cuatro –con un movimiento de su espada el huracán salió disparado e impacto contra el Capitán elevándolo por los aires mientras soltaba un grito ahogado cayendo al suelo se comenzó a mover un poco sin éxito y finalmente cedió.

Todos ellos avanzaron hacia el Castillo mientras sus acompañantes seguían enfrentándose a los soldados que seguían llegando al combate. Gracias a los aliados de la Princesa los cinco llegaron a la entrada del Castillo al entrar dentro dos ataques de fuego y rayo los detuvieron de seguir avanzando y frente a ellos aparecieron los dos Generales Ares y Shin dispuestos a detenerlos.

Todos estaban molestos –No avanzaran más –comento Ares.

–Nosotros los detendremos aquí –dijo Shin.

May, Sorel y Ren desvainaron sus espadas dispuestos a pelear –Alto –John los detuvo estirando su brazo izquierdo en señal de detenerlos –ustedes, sigan adelante acompañen a la Princesa hasta la sala del trono. Los veré allá –ellos asintieron y se dirigieron dentro del Castillo. Los Generales al ver como se alejaba d lanzaron su ataque, pero este fue bloqueado por John quien rápidamente se interpuso desviando sus ataques –Vayan rápido.




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