El Reino De Los Hechiceros

Capítulo IV

3 años antes del incidente...

—Winter Navarra —el presidente de la clase se acercó a mi pupitre, inclinándose con arrogancia— Hoy el curso de 9-1 tiene la competencia deportiva inter-escolar con las otras instituciones.

Levanté la vista de mi cuaderno de dibujo.

—¿Y qué pasó con eso?

—También tienes que participar —replicó, apoyándose en mi mesa.

—Winter está exenta de las actividades deportivas —intervino Isabella, mi amiga y la diosa indiscutida del salón— Ella siempre nos representa en debate, literatura y arte. Gracias a eso el curso tiene prestigio. No necesitamos obligarla a nada.

—También tenemos importancia en el deporte, y todos contribuimos —retrucó él, con un tono desafiante.

—No quieras ocultar tus oscuras intenciones. Lo único que quieres es que se quite el saco —lo encaró Isabella. El murmullo colectivo y las sonrisas confirmaron que lo había descubierto— Eres el presidente de la clase, Ulises, pero no actúas como tal. Y peor: ni siquiera respetas su situación ¡Ninguno de ustedes lo hace! —exclamó, señalando a toda la clase.

Entonces, alguien se levanta: Orlando Ferrer, mi crush secreto y beisbolista estrella con cerebro opcional.

—A ver, tampoco lo nieguen. Siempre anda tapada como espía rusa. Hasta guantes usa. Es normal tener curiosidad —dijo, casi en defensa de Ulises.

Las voces se multiplicaron como cuchicheos venenosos.

—Dicen que es vampiro…

—Se rumora que su cuerpo está lleno de cicatrices…

—Por eso nunca se quita nada…

El salón entero vibraba con rumores y risas contenidas. El estómago se me encogió, las manos me temblaban. Isabella trató de callarlos, pero cada palabra me atravesaba.

—¿Qué escondes, Winter? —preguntó Ulises con falsa curiosidad— Deportes sí puedes hacer; te vi una noche corriendo en el parque.

Un “¡Ohhh!” colectivo estalló en el salón. Bajé la cabeza de inmediato. Isabella se puso furiosa.

—¿En serio? ¿Su curiosidad es más importante que su integridad?

Sentí su mano sobre la mía. Al mismo tiempo, un pequeño pellizco en la espalda me delató: Ónix, mi guardián disfrazado de hurón, estaba indignado.

—Está bien… haré deporte —cedí, presionada, con la voz apenas audible.

El timbre sonó como una sentencia. Tomé mi bolso y salí rápido, Isabella detrás de mí. Corrimos hasta el baño. Ella se aseguró de echar a las que estaban allí y cerró con llave.

—¿Qué vas a hacer? —me enfrentó, molesta—¿Sabes lo que pasará si te ven? ¿Quieres que todos sepan lo del secuestro… lo que te hicieron?

Negué con fuerza.

—Préstame tu uniforme de deporte. Me cubriré.

—¡Estás loca! ¡Si te ven los tatuajes nos funan a las dos!

—Ayúdame, Isa… —mi mirada suplicante logró ablandarla.

Suspiró y me abrazó.

—Espero que no te equivoques esta vez.

Se fue y volvió minutos después con el uniforme. Apenas lo recibí, Ónix apareció, sacudiendo la cola como un abuelo furioso.

—¿Qué has hecho?

Empiezo a quitarme la falda y las pantimedias negras.

—¿Querías que quedara como la rara? e inventen cosas y se burlen de mi para que me sigan haciendo sentir mal Ónix, tienen otras maneras de descubrir mi cuerpo además de pedirme hacer deportes ¿Esperare a que me arrinconen?

—no vas a quedar Winnie, ya ERES la rara ¡Te ganaste el título vitalicio! y ya han inventado cosas de ti, niégate —reclama, moviendo las patitas como un abuelo indignado, niego yo con la cabeza—uhss tu eres necia, lo que pasamos es más grande que unos ridículos adolescentes burlándose de su compañera.

—como si comprendieras lo que siento ahora, yo también quiero tener una vida sin miedo, normal —prosigo a ponerme medias blancas y el mono, para quitarme el saco y la camisa de botones para tan solo quedar en camiseta.

—no la tendrás tampoco si sucumbes a la presión social al primer señalamiento, ¡Esto no es un concurso de popularidad! —reclama molesto encima del lavamanos— ¿Y qué harás cuando a alguien se le ocurra quitarte la chamarra? Te vean ¿Salgo y me los como a todos? Oh prefieres huir —exclama moviendo sus patitas de hurón— “señores raye mi piel con simbolos que parecen satánicos porque era más barato que el Netflix, no se preocupen” —dice remedando un tono fingiendo ser yo—alguien te reconocerá y allí si empezara tu verdadero calvario Winter Navarra, cuando veas y sientas que solo te utilizaran para tener crías como un animal tu único intento de humanidad va a ser la muerte.

Lo ignoré. Pero no tuve tiempo de responder: una voz heló mi sangre.

—¿Navarra? —Orlando, su mirada osciló entre Ónix y yo—¿El hurón… habló? ¿Y tú… tienes tatuajes? —Ónix me ve y se tapa el hocico para saltar a el y cambiar a un oso polar tapándole la boca y cerrando la puerta, este muerto de miedo solo nos ve sin moverse, cierro la puerta con seguro.

—¿Por qué no le pusiste seguro? —reclama molesto el Kimera.

—¡Porque estabas ocupadísimo regañándome! —le respondo y negamos juntos.

—Ahora escucha, niño —gruñó el oso con voz amenazante— No vas a gritar. Vamos a hablar.

Orlando, pálido, asintió lentamente.

— te daré la respuesta más lógica y salomónica que puedas escuchar para esta situación —asentimos confiando en los instintos de Ónix— estas drogado y tienes alucinaciones, deja de utilizar los implementos alimenticios que te da el entrenador, su dudosa procedencia mira a lo que te ha llevado.

—¡Ónix! —regaño confundida con tal explicación— ¿Qué tiene eso de lógico?

—para mi todo, el es un idiota, ser un adicto no sería nada en comparado con su asquerosa personalidad bocona —se convierte en un hurón y le toma la cara con sus patitas—estas hablando con un hurón y los animales no hablan —se aleja de él mirándome— este está drogado.

—¿Eres bruja? —pregunta pasito Orlando, sus ojos marrones no me miraban con desconfianza sino con curiosidad, niego—ósea, se que esto esta pasando de verdad, mis sentidos no están dañados como para confundirme y hacerme creer que estoy drogado —ve al hurón y este le saca la lengua— dime la verdad ¿Eres bruja? —desvío la mirada desconfiada —esta bien si no quieres decirme, yo tampoco no lo haría, después de lo que hice.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.