"...Tu y yo nacimos juntos, bajo el cielo azul, las campanas se alegraron al vernos nacer, y nuestra familia fue la que nos separo, el futuro de los 2 la codicia dividió..." vocaloid
En lo alto de la colina había un reino, ahí gobernaba con miedo y terror el Rey Felipe.
El tenia 2 hijos, la princesa Miranda y el príncipe Sebastian, ellos eran muy unidos, cada vez que salían del castillo hacían travesuras juntos, pero todo eso cambió cuando cumplieron los 5 años. Un día Felipe se acercó a su hijo y le dijo:
- Sebastian, ya basta de juegos infantiles, es hora de empezar tu entrenamiento para ser el rey, y tu Miranda, a partir de ahora Chelsee estará a cargo de ti y tu educación y escuchame bien mocosa, que te quede claro que quien heredera el trono es tu hermano, en caso de mi muerte ambos se lo repartirán, pero al cumplir la mayoría de edad tu hermano sera el rey y tu su sirvienta
Así pasaron los años, mientras Sebastian crecía rodeado de lujos y comodidades, Miranda crecía rodeada de miseria y trabajo duro; durante ese tiempo, el corazón del joven príncipe se volvió frío, de roca, solo había egoísmo y ambición, mientras que el de la princesa se volvía cálido, amable y puro.
Cuando los gemelos cumplieron 14 años, el rey enfermo gravemente y murió, los gemelos gobernarían hasta que cumplieran los 16, ya después solo uno gobernaría.
La ley decía: "el primogénito del rey sera el que gobierne, en caso de los gemelos, el que nació primero sera el heredero", y " para poder derrocar a un rey, alguien de la familia lo tiene que retar aun enfrentamiento". Esa era una forma de controlar al reino.
Solo que había un problema, al revisar los registros, quien debía gobernar era Miranda y no Sebastian.
Cuando Sebastian se enteró, se puso furioso, ordeno que no le comentara a nadie sobre eso, menos a su hermana, si lo hacían les cortaría la cabeza.
Editado: 20.04.2020