El inminente peligro había despertado y Lomin sabía que con solo el puñal no iba a ser capaz de vencer a la criatura de múltiples ojos.
No podía hacer más que escapar, por lo que mientras que aseguraba la llegada de la brújula a la superficie, braceo hacia el exterior con la mayor fuerza posible y un alivio recorrió su cuerpo cuando la superficie comenzaba a hacerse visible.
La mitad de su cuerpo se encontraba en el exterior, sin embargo al llegar a las cercanías de la orilla, su cuerpo fue arrastrado con brusquedad hacia el interior de cabo, pero para su suerte, había logrado arrojar la brújula hacia la tierra, de manera contrario, podría haberla perdido en las profundidades del cabo.
Cuando lleva la mirada hacia el origen del arrastre, observa un gran tentáculo rodeando una de sus extremidades, por lo que se apresura a tomar el puñal para seguidamente clavarlo sobre el tentáculo. Sabía que no iba a poder causarle gran daño, a pesar del poder que llevaba consigo el puñal, por lo que debía de llegar a la superficie para tomar la espada que había incrementado su poder desde que lo había fusionado con el gorgoneion.
El puñal había logrado que el tentáculo se desprendiera de su extremidad, mientras que un temeroso quejido acompañaba el daño que le había provocado a la criatura. Fue en ese momento que Lomin braceo con gran rapidez hacia el exterior en la búsqueda de la espada.
Con la respiración agitada, Lomin se arrastra sobre la orilla hasta lograr alcanzar la espada y para cuando se gira de regreso hacia el cabo, la criatura emerge de las profundidades, lista para atacar a Lomin.
Eleva uno de sus tentáculos para bajarlo con gran brusquedad hacia donde se encontraba Lomin, la cual rápidamente se hizo a un lado para evitar el ataque. La criatura era lenta, por lo que podría ser una gran ventaja para Lomin, sin embargo, un solo golpe por parte de ella, podría dejar a Lomin en desventaja. Un próximo ataque era inminente, sin embargo, si Lomin lograba evitarlo, sería capaz de poder atacar y así lo hizo, en cuanto el tentáculo volvió a arremeter en su contra, con la espada entre manos, evita el ataque para seguidamente lanzar un rápido y limpio corte que mutila el tentáculo de la criatura y otro audible quejido escapa de la criatura, pero esta vez había logrado enfadarla, por lo que con gran furia, eleva todos sus tentáculos en consecuencia, no iba a ser fácil de eludir. Lomin se aferra a la espada con gran fuerza mientras esperaba el ataque.
La criatura se encontraba lista para hacer descender todos sus tentáculos y en cuanto deja caerlos, Lomin se lanza nuevamente hacia el interior del cabo en donde pudo lograr acercarse hacia la criatura lo suficiente como realizar un extenso corte en el cuerpo de la misma, lo que provoca que un viscoso y oscuro líquido saliera del interior de la criatura, sin embargo no se detuvo ante el primer corte y continuo realizando cortes alrededor de su cuerpo, lo que en consecuencia logró que la criatura se adentrara nuevamente en el cabo quedando debilitada, sin embargo, Lomin comenzaba a agotarse.
¿La había derrotado?
No iba a saberlo en ese momento exacto, ya que debido a la intensa batalla y que no había comido en días, yació en las profundidades luego del último ataque.
Lomin despierta en la orilla, con el sol brillando sobre su rostro. Se encontraba exhausta pero aliviada de haber sobrevivido a la batalla contra la criatura del cabo. Se levanta lentamente y observa el agua, pero no había rastro de la criatura.
—¿Cómo he llegado hacia la orilla?
El panorama a su alrededor no daba indicio de nadie más que ella, sus pertenencias se encontraban esparcidas y a la distancia visualizó la brújula.
Lomin, decidida a llegar a la isla de Rodas en búsqueda de la diosa, se encontraba frente al desafío de cruzar las aguas que separaban la costa de la isla. Observa hacia el horizonte, donde se extendía el vasto mar, y se pregunta cómo podría navegar hasta allí.
No iba a recurrir nuevamente al dios del mar ni a ninguno de los dioses relacionados con él, aunque estaba aventurándose en la búsqueda de uno de sus descendientes.
Recuerda haber oído sobre un viejo pescador en el pueblo cercano que tenía experiencia en la navegación. Sin perder tiempo, se dirige al pueblo en busca de su ayuda.
Al llegar, encontró al anciano pescador reparando su barco en el muelle.
—Siento la interrupción, pero me preguntaba si podría ayudarme a cruzar las aguas.
El anciano observa a Lomin con cierta hostilidad, no acostumbraba a ver rostros desconocidos.
—Mi nombre es Lomin Galanis, vengo de la aldea de Dogok— comenta ante su notoria mirada antipática.
El rostro del anciano cambia drásticamente y repentinamente se arrodilla ante ella.
—Princesa Galanis, siento mi insolente recibimiento, no sabía que se trataba de usted.
Si de algo se aseguraría Lomin una vez que lograran alcanzar el trono, sería que absolutamente todos los ciudadanos sean tratados como pares, todos tendrían el mismo respeto y nadie se arrodillaría ante nadie, nunca más.
A pesar de su incomodidad, Lomin comprende que su estatus como futura princesa del reino, generaba reacciones inesperadas. Decide aceptar su disculpa y continuar con su solicitud de ayuda.
—En este momento solo soy una viajera en busca de un medio para cruzar estas aguas peligrosas— responde con amabilidad—. He oído que usted es un experimentado pescador y necesito su experiencia para llegar a la isla de Rodas. ¿Podría ayudarme?
El anciano recobra la postura y asiente solemnemente.
—Como desee, Princesa Galanis. Aunque me resulta extraño que alguien como usted esté dispuesta a aventurarse en esas aguas peligrosas, estoy dispuesto a brindarle mi ayuda, sin embargo no será fácil de hallar.
El anciano señala una de las embarcaciones cercanas.
—Puede tomar esa barca, es una de mis mejores embarcaciones y le ayudará a navegar las turbulentas aguas.