El Reino Mágico de Nordhaven

crecimiento de Elara

Desde muy pequeña,Elara sintió el amor incondicional de sus padres. Astrid le enseñó la importancia de la bondad y la paciencia, mientras que Björn la guió en el camino de la fuerza y la sabiduría. A los cinco años, Elara acompañaba a su madre en las visitas al pueblo. Observaba cómo Astrid escuchaba con atención a su gente, cómo consolaba a quienes sufrían y cómo encontraba siempre palabras para aliviar la tristeza.

—¿Por qué todos vienen a verte, madre? —preguntó un día, mientras una anciana del pueblo les agradecía entre lágrimas.

Astrid sonrió y tomó las pequeñas manos de su hija. —"Porque un gobernante no es solo un líder, Elara. Es un refugio para su pueblo."

Elara asintió, guardando esas palabras en su corazón.

Por otro lado, su padre le enseñó nunca temer a la verdad. —Las decisiones más difíciles son las que forjan a un verdadero rey o reina.

A los siete años, en una fría mañana de invierno, Elara vio cómo Björn recibía a un grupo de pescadores que habían perdido sus redes en una tormenta. Aunque el reino enfrentaba tiempos difíciles, su padre decidió ayudarles.

Esa noche, mientras Elara se sentaba con su padre junto al fuego, preguntó: —"Si el reino también sufre, ¿por qué ayudamos?"

Björn la miró con orgullo. —"Porque un rey que no ayuda a su pueblo, no es un rey. Y una princesa que no comprende el dolor de los demás, nunca podrá protegerlos."

Elara abrazó a su padre, comprendiendo que el amor y la fuerza debían ir de la mano.

Cuando cumplió diez años,Ingrid, la anciana vidente, comenzó su instrucción. —Tu destino es más grande de lo que imaginas, niña.

Elara la escuchaba con atención mientras la anciana le enseñaba sobre las antiguas escrituras, los ciclos del sol y la luna, y los secretos del viento y el agua.

—La profecía dice que una niña nacerá bajo el manto de las estrellas y traerá equilibrio a Nordhaven. Pero el equilibrio siempre tiene un precio, Elara."

—¿Y cuál es ese precio? —preguntó la princesa.

Ingrid entrecerró los ojos, susurrando como si hablara con el viento. —Elegir. Habrá un momento en que deberás tomar una decisión que cambiará el destino de todos.

Elara había crecido rodeada de amor, pero también de un profundo sentido de responsabilidad. A los diz años, comenzó a pasar más tiempo con sus guardianes, aquellos que eran más que solo protectores: eran sus maestros, sus consejeros y sus amigos. Cada uno de ellos, con sus propios poderes y sabiduría, le mostró una faceta diferente de la vida.

Elara no solo se transformó en una princesa, sino en una joven preparada para tomar el trono de Nordhaven.

Y ahora, con todo ese conocimiento, Elara sabía que su misión era proteger a su reino y a su pueblo, pero también preservar la armonía que tanto habían luchado por mantener.

Elara, mirando al horizonte desde lo alto de su torre, murmuró:
— "Estoy lista, madre, padre. Estoy lista para guiar a Nordhaven hacia un futuro lleno de esperanza, sin perder lo que somos."

Los vientos de cambio comenzaban a soplar, y el futuro de Nordhaven brillaba ante ella, no solo por el poder de la magia o la fuerza de las armas, sino por la sabiduría de los tiempos pasados, la valentía del presente y el corazón puro de su propia determinación.



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En el texto hay: fuerza, unidad, amistad amigos familia

Editado: 06.04.2025

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