El Reino Sagrado de las Conspiraciones

Parte Dos: Preparando el juego de Soberbia.

Ya que yo me encontraba en el Noveno Nivel desde antes fui el primero en llegar a la Sala de Reuniones, una habitación con una mesa de piedra circular y 18 asientos, de los cuales 17 estaban vacíos actualmente. De pie a mis espaldas se encontraba el Maestro del Noveno Nivel y una de mis creaciones.

     –Bueno quizás vine un poco antes –le dije–. Espero no haber interrumpido tu trabajo con Amas en la capital humana, Ludwig. –Tenía una mala costumbre, quizás llamarlo un tic nervioso, pero cuando tenía que llegar a un lugar siempre tenía que hacerlo mucho antes.

      Este problema surgió a causa de mi madre que de pequeño siempre insistía en llevarme a lugares, pero si la hora de reunión era a las 17:00 pm ella recién empezaba a salir a las 17:30 pm. Hacerme eso tantas veces provocó que desarrollara esta necesidad de ser más que puntual ahora.

     Aunque Ludwig estaba a mis espaldas y por lo tanto no podía verlo, aun así, sentía que se había arrodillado o aunque sea inclinado la cabeza. –Por favor mi Rey Soberano no tiene que preocuparse por eso, organicé todo con Amas y pedí un tiempo libre para este día. Además, ese Devorador de Almas y la Vermibus Beatriz son muy eficientes con el trabajo.

     <Cierto, ellos tomaron el lugar de Ingrid en el Triunvirato ya que ella todavía es demasiado joven. Y como son No Muertos y no se cansan, más tantas décadas de experiencia son capaces de seguirle el ritmo de adicto al trabajo de Ludwig. Pobre Amas, espero que este bien>.

     –Está bien, que suerte que ella se haya integrado bien.

     –Es muy gracioso que los ignorantes humanos no se den cuenta de que es una No Muerta.

     Nuestra pequeña conversación se vio obligada a detenerse ya que un reflejo azulado apareció de repente en la sala, pocos segundos después la figura de DreamMurr y Astros se hicieron presentes en el lugar, en su mano derecha el primero sostenía un espejo plateado. –No lo puedo creer –comentó el Elfo Ancestral mientras se acercaba para sentarse en la silla a mi lado–. Me imaginé que aun en este mundo no ibas a superar tu adicción a la puntualidad, así que vine un poco antes. –Él se sentó muy cómodamente sobre la silla.

     La Ángel de la más alta clase hizo reverencia ante mí para luego proceder a ubicarse detrás de su creador, también pude sentir que saludó a Ludwig por detrás. –Sabes que aunque sea intenté controlarme –me justifiqué.

     –Sí, sí. Eso es lo importante.

     –Pucha, al menos te veo muy relajado ¿Cuánto vamos ya? ¿10 días desde que estas en esa mansión en el Reino Sagrado?

     Esa fue la palabra que estaba esperando, cuando me escuchó decir eso mi mejor amigo explotó. Volvió a acomodarse en la silla solo que esta vez mejor. –¡Pero claro que si Theithir! Nunca podría haber soñado con poder hacer esto en nuestro anterior mundo de mierda. –Me daba la vibra sobre que su idea de querer regresar estaba cambiando. Él continuó–. Solo estuve durmiendo, comiendo y leyendo manga todo el día todos los días. Cuando me aburría salía afuera y cazaba una ocasional Bestia Divina. –Me ponía muy feliz ver la realmente genuina sonrisa de mi mejor amigo.

     No pude evitar reírme. –Conociendo tu obsesión por coleccionar cosas no me quiero imaginar cómo debe estar ese lugar, por suerte envié algunas sirvientas. Y espero que no hayas olvidado tu tarea principal.

     –Claro que no, esos mangas eran de temática histórica. Cuentan hechos del pasado de ese país y un poco del mundo. He estado anotando los datos más importantes ¿Verdad Astros?

     –Así es mi Rey Soberano.

     –Está bien, no sé si las trajiste ahora, pero dáselas a Auron apenas puedas.

     Se pudo escuchar como alguien tocaba la puerta y para mi sorpresa Ludwig salió corriendo a revisar de quien se trataba, abrió ligeramente la puerta para asomar la cabeza y luego volvió a meterla aunque con una expresión de desagrado. –Es Auron –informó para seguido abrirla por completo.

     El Maestro del Octavo Nivel ingresó al lugar. –Con permiso mis Reyes Soberanos.

     –¿Hacerlos esperar? Que falta de respeto –susurró el niño vestido como rey.

     El Serafín detuvo su caminar para dedicarle una mirada severa, las cadenas de fuego parecieron ajustarse más a su piel. –Si nuestros señores dan un horario es mejor llegar en ese horario, ni antes, ni después. Pero debes ser muy joven para comprenderlo. –El humanoide de piel gris y cabello lacio y crema hasta sus hombros siguió caminando. Su ropa era similar a la del antiguo Egipto, tenía una falda y una capa, pero el resto de su cuerpo estaba al aire.

     –Siéntate –ordené. Este último se quedó confundido y sus ojos negros vacilaban, también parecía que sus seis alas de plumas temblaban.

     –¿Esta seguro? –tartamudeó.

     Mi mejor amigo le dedicó una mirada seria que decía “no vamos a volver a repetirlo” y ante la presión el Maestro del Octavo Nivel, tembloroso, corrió un poco una silla en frente de la nuestra y tomó lugar. Una vez que eso pasó relajé mi cuerpo <Tanto tiempo que llevamos aquí y por fin logré hacer que al menos uno se sentara> estaba demasiado complacido dentro de mi interior.

     De todas formas, Auron parecía bastante preocupado al respecto. –No tienes que alterarte, debido a la ausencia de RocK, tú puedes representarla. –<Decirle cosas de ese estilo, relacionadas a sus creadores debería ser el impulso necesario que ellos necesitan>–. Siéntete honrado por eso.

     –Muchísimas gracias mis señores –bajó la cabeza él.

     El encargado de este nivel regresó a su lugar detrás de mí y al poco tiempo después fue que llegó Júpiter junto a Saturno. –Que suerte, todavía no empezaron. –Aunque ella quisiera disimularlo podía notarse que estaba un poco agitada, de seguro estuvo corriendo para llegar más rápido.

     –Holis, no podíamos empezar sin ti.




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