一¿Quién eres tú?
一¿No me recuerdas? 一se asoma un hombre de cabello castaño con una sonrisa diabólica.
一¡Ah! tú eres aquel hombre que vi la segunda vez que tuve sueños con Magic 一seria apretó los puños.
一Esta vez no te me vas a escapar 一con una mirada diabólica a la vez que pervertida, alza una mano y unas cadenas esposan mis pies y mis manos empiezo a retorcerme intentando liberar aunque sea una mano, pero fue inutil.
一¡Ayuda!¡Shaiming! 一grito histérica.
一Jajajaja, no sirve de nada que grites nadie te podrá escuchar y menos después de lo que pienso hacer contigo 一me susurra al oído.
Miro a mi alrededor, busco maneras de intentar salir de esta maldita pesadilla, lo primero que se me ocurre es pellizcarme, para mi mala suerte realmente me dolió, el hombre me metió en un remolque jaula, tirado por 3 caballos negros con los ojos rojos; le susurra algo al chofer del remolque y se sube conmigo, se me acerca peligrosamente forcejeo con él sin ningun exito. Este me besa, consigo propinarle un puñetazo entre forcejeos, se aleja de mí pero su mirada perversa me dice que esto no acaba aquí.
Pasaron unas horas, pasamos junto a un castillo que reconozco por el primer sueño, pero la vez que lo vi el castillo estaba entero, ahora solo quedaba una 4 parte de él en pie. Mire de reojo al hombre que hace unas horas me había besado, su apariencia comparada con la primera vez que lo vi parece que envejeció treinta años de golpe, su cabello se volvió castaño canoso con mechas rojas, a simple vista podría decir que tendría unos cincuenta y ocho más o menos, me sorprendí pero cuando noto su mirada pervertida se cruza con la mía, empiezo a sudar del terror que me provocó esa mirada. Volvió a intentar besarme, esta vez nos interrumpe el chofer indicándonos que ya habíamos llegado.
一Te has librado por ahora 一se acerca y algo roza mi mano, que me repugna enseguida.
一¡Eres un cerdo! 一balbuceo con los ojos como platos.
一Preguntaselo a tu querida hermana Kieran ella lo disfruta mucho 一entre risas me mira con esa asquerosa mirada de pervertido.
Las cadenas me levantan y me llevan levitando detrás del señor hasta lo que parecen ser unas celdas, no me habia fijado que habíamos llegado a una especie de fortaleza, pero no parecía ser la aldea que había visto hasta ahora en este lugar se sentía un calor y humedad horrorosos, pasamos por unas cinco puertas donde se escuchaban gemidos y gritos, en este momento mi mente no diferenciaba si eran de placer o de dolor, cerré los ojos rezando porque todo esto fuera una pesadilla no quería descubrir con mi propia piel lo que escuchaba de fondo. Las cadenas de los pies se soltaron solas para unirse a las de las muñecas y atarme en alto, las cadenas me llevaron unos cuarenta cm del suelo dejándome a la altura del hombre.
一No te tenses querida, hoy no es tu día… 一me acaricia el mentón besandome一 …hoy te hare sufrir pedirás a gritos sentirme dentro tuyo.
一¡Me das asco! 一le escupo en la cara.
一Jajaja no dirás lo mismo cuando mis dos soldados te torturen¡Eros!¡Duncan! ya sabéis lo que tenéis que hacer 一sale de la celda dejando entrar a dos hombres jóvenes podría decir que son de mi edad.
一¡Noooooooo! 一grito.
一¡Alana, Alana!¡despierta! 一escucho una voz que me trae a la realidad.
Abro mis ojos y descubro que estoy en el cuarto de Shaiming. Veo a un Shaiming despeinado y asustado encima mio sacudiéndome para que despierte. Lo primero que hago es llorar de alivio y lo abrazo fuertemente.
一¡Gracias!¡Gracias! 一sollozo.
一¿Qué ha pasado? 一pregunta correspondiendo el abrazo.
一Me querian torturar y violar ¡Gracias por despertarme! 一oculto mi rostro en su hombro.
一Alana…一suspira一...tranquila estoy aquí contigo…tranquila
Shaiming me frota la espalda reconfortándome mientras me sigue abrazando, deja que me desahogue hasta que me vuelvo a dormir. Antes de dormirme completamente puedo ver que me observa con cara confusa como si hubiera algo que no me contara. A la mañana siguiente, empiezo con mis primeras clases de lucha cuerpo a cuerpo en casa, escuchó todo lo que me explica Shaiming, repito cada paso torpemente.
一Es la primera vez no puedes pensar que el primer día te va a salir bien 一me anima para que no me derrumbe.
Después de dos horas, llega la madre de Shaiming, esta trata de atacarme 3 veces y Shaiming la acaba echando de su casa, aprovecho a darme una ducha hasta que aparece la señora Chon, una mujer de unos cuarenta y cinco años, cabello rosa y ojos grises. Estuve a punto de prender la casa dos veces si no llega a ser que apareció Neron para traer un mensaje para la profesora la casa estaria ardiendo..
一Shaiming te has planteado dejarla asistir a clase con los demás alumnos 一mira Chon a Shaiming que permanece tumbado tranquilamente en el sofá.
一Ya lo hablamos y ese tema está zanjado 一gruñe irritado.
一No te enfades, solo lo digo por la seguridad de tu casa, además allí hay profesores especializados en los poderes y sellos de la realeza… 一murmura la pelirosa.