El renacer de las brujas

Noche de hechizos

La niebla se deslizó por las calles del pueblo de la veintidós como un manto opresivo, cubriendo el pueblo en un silencio inquietante. Era la noche de Halloween, y las calabazas talladas sonreían con muecas macabras, pero la verdadera celebración había comenzado en el bosque, donde un antiguo grimorio había sido descubierto por un grupo de adolescentes.

Marta, Lucas, Clara y Daniel se habían aventurado en la espesura del bosque, intrigados por las historias de las brujas que, según la leyenda, habían sido condenadas a vagar en la penumbra durante siglos. El eco de sus risas y susurros se desvanecía entre los árboles mientras se acercaban al lugar donde habían encontrado el libro.

Era un tomo desgastado, con cubiertas de cuero y páginas amarillentas, que emanaba un aura oscura. "¡Vamos, leamos un hechizo!" exclamó Clara, sus ojos brillando con emoción. Lucas, siempre el escéptico, dudó. "¿No creéis que esto puede ser peligroso? Las historias no siempre son solo cuentos."

"Es Halloween, Lucas. Solo es un juego", respondió Marta, desafiando su prudencia. Así, con el fuego de una fogata crepitante a su lado, comenzaron a leer en voz alta, las palabras antiguas danzando en sus labios como un canto hipnótico.

El aire cambió de inmediato. Un frío glacial se deslizó entre ellos, y una sombra se movió entre los árboles. La niebla se espesó, y un eco de risas resonó en la distancia. Fue en ese momento que sintieron que algo, o alguien, había despertado.

Al principio, solo parecía un juego. Pero a medida que la noche avanzaba, comenzaron a notar pequeñas cosas: las luces titilantes que antes iluminaban el pueblo empezaron a apagarse, y las figuras de los disfraces parecían más tenebrosas bajo la neblina. Clara, con una risa nerviosa, propuso volver. "Esto ya no es divertido".

Sin embargo, antes de que pudieran dar un paso, el aire se llenó de un murmullo ininteligible. Las sombras se alargaron, tomando forma. De entre la niebla, emergieron figuras encapuchadas, sus rostros ocultos en la oscuridad. Las brujas habían regresado.

Eran espectros de mujeres que una vez fueron poderosas, traicionadas por aquellos a quienes habían amado. Sus ojos brillaban como brasas en la penumbra, y sus voces resonaban con un eco antiguo. "Nos habéis despertado", susurraron en un coro. "La venganza es nuestra."

Marta, paralizada por el miedo, comprendió que habían hecho algo irreversible. "¡Tenéis que dejarlo! No quisimos hacerles daño", gritó, pero las brujas se acercaron, su risa resonando como un canto de sirenas.

Desesperados, los jóvenes intentaron deshacer el hechizo que habían invocado, pero el grimorio se cerró en su poder. El aire se tornó pesado, y las brujas comenzaron a elevarse, conjurando tormentas de viento y relámpagos que iluminaban el bosque. Las sombras se retorcieron, y la esencia del mal impregnó el aire.

Una de las brujas, la más alta, se acercó a ellos, su rostro aún en la penumbra. "¿Creísteis que podríais jugar con fuerzas que no entendéis? Esta noche es solo el comienzo. El sacrificio debe hacerse".

La niebla se volvió densa, envolviendo a los adolescentes. De repente, se encontraron en un lugar entre la vida y la muerte, donde los ecos de sus propios miedos resonaban. Daniel, que había sido el más temerario del grupo, sintió un horror profundo al ver visiones de sus seres queridos en peligro. "¡No podemos dejar que esto siga!", gritó, intentando luchar contra la marea de desesperación.

Marta, en un impulso, recordó una página del grimorio que mencionaba un contraconjuro. "¡Lucas, busca la página que habla de la luz!", exclamó. En un frenesí, comenzaron a hojean el libro, mientras las brujas se acercaban, cada vez más cerca.

Finalmente, Lucas encontró la referencia. "¡Aquí está! ¡Debemos unir nuestras manos y concentrarnos en lo que más amamos!" Los cuatro se tomaron de las manos, formando un círculo. Sintieron cómo la energía comenzaba a fluir entre ellos, pero la presencia oscura de las brujas era cada vez más intensa.

"¡La luz no podrá protegerlos!", rió la bruja líder, y con un movimiento de su mano, una ráfaga de viento helado los golpeó, desvaneciendo el brillo que intentaban invocar. El miedo los invadió, y la sensación de derrota era abrumadora.

La batalla se intensificó. Las sombras se abalanzaron sobre ellos, pero en un último intento, Clara recordó una frase que habían leído antes. "¡No somos solo sombras, somos luz! ¡El amor puede vencer cualquier oscuridad!" Sus palabras resonaron con fuerza, y algo en el aire cambió.

Pero las brujas todavían seguían con vida intentando succionar sus almas para ser jóvenes y hermosas otra vez,y esto apenas es el comienzo de esos jóvenes ¿Que crees que pasara ?¿Podrán sobrevivir marta,Lucas,clara y Daniel? Descubramo en el siguiente capitulo



#1466 en Fantasía
#2057 en Otros
#485 en Relatos cortos

En el texto hay: magia brujas fantasia

Editado: 24.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.