Capítulo 40 “Pagando errores (Parte II)”

Ámbar

No me considero una persona presumida, sin embargo, hoy me siento más bella que nunca. Las facciones delicadas de mi rostro y mi cuerpo esbelto, encajan a la perfección con mi outif elegante y juvenil.

Mi cabello rizado, adornado al estilo coquette, cubre mis hombros descubiertos. Me pongo un poco de rímel y maquillo mis labios, cuando mi móvil suena encima del tocador anunciando una llamada entrante de Lilith. Tomo el celular en mis manos para responder.

—Te he enviado los libros. Recuerda tener cuidado. La necromancia es una magia demasiado poderosa.

—Muchas gracias. Sabía que podía contar contigo pero ¿dónde están los libros? ¿No los veo?

Al pronunciar esas palabras, unos libros grandes y polvorientos aparecen de la nada, sobre mi cama. Me aproximo para comprobar que sea lo que necesito. Leo el título del primer libro, paso mis dedos por la portada, acariciando las letras que me hacen sonreír: Artes Oscuras. Resurrección mediante la necromancia wiccana.

—Ya los tengo. Te lo agradezco.

—No es nada. Me agradas —hace una ligera pausa —Cuando tengas un tiempo libre, me gustaría que habláramos sobre Júpiter y... Asher.

Peter y Asher, unidos en una misma oración, no significa nada bueno. En especial, por la voz exhausta con la cual los mencionó. Como si le causaran problemas y ella deseara librarse de ellos.

—De acuerdo. Mañana podríamos vernos.

—Aby, ¿ya estás lista? —me grita Neila antes de abrir la puerta.

—Sí, dame un momento —le respondo a mi amiga, mostrándole mi semblante serio —Saldré ahora, podemos hablar más tarde si lo prefieres —le digo a Lilith.

—Vale. Disfruta tu noche. Sé cuidadosa con esos libros —vuelve a advertirme antes de colgar la llamada.

—Estás bella. Me gusta como te luce esa falda con tallas acampandas —elogia mi selección de ropa —Enloquecerás a mi hermano.

—Gracias.

Ella me observa de manera analítica, buscando algo extraño en mí.

—¿Para qué son esos libros? —hace un ademán de tomar los libros que Lilith me prestó, le doy un manotazo antes de que sus dedos toquen la carátula.

—Nada importante —mi voz suena más áspera de lo que esperaba.

—¿Por qué me hablas de esa manera cortante? ¿Qué te hice?

—Este es mi tono de voz. Nada me sucede.

—¿Estás molesta porque dije que eres ingenua? —levanta una ceja mirándome con atención —Es mi opinión. No pretendía hacerte sentir mal.

—Estoy bien. Salgamos de una vez —le resto importancia al asunto y tomo mi bolso perlado —Vamos —le hago una seña con la cabeza para indicarle que camine, no deseo que continuemos en la habitación, siento tensión en el ambiente.

—Eres hipersensible —brama antes de salir azotando la puerta.

—Aletheia obscura, libri invisibilis, in tenebris abscondita —murmuro un conjuro para lograr que los libros de magia negra sean visibles a mis ojos, únicamente.

A la rubia no le falta razón. Soy súper sensible, dramática, ingenua, testaruda, todo lo que ella y Drake digan. Son mis virtudes y defectos, no los pienso cambiar.

Es gracias a mi actitud terca, resiliente que logré escapar del orfanato sin traumas o daños mentales. Varios de los niños que conocí allí enloquecían en cuestión de días, permitían que tocaran sus cuerpos aún cuando no lo deseaban, eran obligados a ver cómo abusaban de sus compañeros, se quitaban la vida o morían a causa de dosis extremas de medicina.

No me considero superior a ellos, pero yo sí logré sobreponerme a todos los maltratos. Utilizaba cada golpe o humillación como un nuevo motivo para seguir adelante porque creo en mí. Creo en mi inocencia, no merecía nada de lo que me ocurrió en ese lugar, no era justo que los castigos de Peter aumentaran cada vez que él decidía ayudarme en mis travesuras.

Nada justifica que Cedric me haya enviado allí, no tiene sentido. Soy hija de la mujer que él ama, o amaba. Que esté muerto no lo libera de sus pecados. Él me debe explicaciones, y yo las obtendré de una forma u otra, aunque eso implique que deba contactar con el más allá.

***

Para algunos chicos de mi edad es difícil saber que querrán en un futuro. Se pueden sentir presionados por la opinión de sus padres, se preocupan por mantener su reputación o buscan desesperados un talento que desarrollar, al que puedan dedicarse. Por el contrario, yo tengo claro cuales son mis gustos, lo que haré con mi vida.

Siempre me he visualizado como una famosa escultora que viaja por el mundo compartiendo su arte. Reseñando libros. Sin embargo, jamás pasó por mi cabeza la idea pertenecer a una familia adinerada, cenar en Dinner by Heston Blumenthal, uno de los restaurantes más sofisticados de Stratland ni mucho menos, ser ignorada por mi âme souer.

—Estuve pensando en hacer algo diferente. —comenta la señora Rebecca —Tendrán su último examen la próxima semana. Deberían celebrarlo.

—Me parece bien —expresa mi amiga con entusiasmo —Podríamos pasar una temporada en la casa de playa.

—Nos vendría bien un cambio de aires. Dicen que el mar cura todos los males, es bueno para la gente amargada —Brandon comienza a molestar a Drake, disfruta provocarlo aún conociendo sus límites.

Ahora que lo pienso bien, cuando Drake interrumpió mi charla con Neila en la terraza, le gruñó a su hermana algo sobre un parentesco entre Brandon y mi pelirrojo. Eso explica por qué mi sugar trae tan mala cara, se siente traicionado por sus seres queridos.

Detesta a Peter por ser mi amigo, deben relacionarse en el trabajo y a eso debo agregar que él supuestamente es el sobrino de mi cuñado insoportable.

—Concuerdo contigo, ojitos. Podemos invitar a Jia, Lilith, a los amigos de Asher y a Júpiter.

Antes pensaba que el nombre Neila significaba "la que lo logra" o "la que alcanza", contiene un significado relacionado con el éxito. Sin embargo, en este momento me doy cuenta que el nombre de mi amiga es sinónimo de bocazas.