Ámbar
El ser humano es complejo. En ocasiones, sus formas de pensar y de sentir no concuerdan, se siente perdido en un laberinto de emociones y deseos opuestos entre sí. Con el paso del tiempo, adquirimos madurez que nos ayuda tomar mejores decisiones, controlar impulsos y emociones. Excepto aquellas personas impulsivas, violentas y malhumoradas de nacimiento, que no aprenden de sus errores y se aferran a sus temores.
Estoy por pensar que en nuestra relación, Drake es el adolescente y yo soy la adulta.
En cuanto terminamos de discutir en el restaurante, se marchó como alma que lleva el Diablo. Tiene setecientos años por nada. Está muy equivocado su piensa que iré tras él, pidiéndole perdón y jurando que no volveré a acercarme a Peter.
«Los espermatozoides son los que corren detrás de los óvulos. No es al revés»
Incluso la señora Rebecca lo llamó varias veces, pero él la ignoró. Entró en su Mclaren, azotó la puerta y fue a sabe Dios dónde, con el auto de Gael tras el suyo. Mi suegro dijo que ya era hora de hacer Drake entre en razón.
«Temo por los métodos que pueda utilizar para lograrlo. Pero es su padre, no me entrometeré»
Continuamos nuestro recorrido por el museo Frameless, en compañía de Edgar Sayawa, un apasionado curador —de escultura— y amigo de mi suegra. Vinimos aquí al perder el apetito en el restaurante, la señora Rebecca no permitió que su primogénito amargado nos arruinara la noche. Parecemos pollitos caminando tras ella para no perdernos en este inmenso lugar, lleno de formas y figuras en movimiento.
—Nos encontramos en la sección Esculturas Interactivas. Las obras de nuestros artistas se combinan con luz, sonido y movimiento —nos explica animado —Pueden apreciarlas desde diferentes perspectivas. Hallarán detalles deslumbrantes con cada vistazo que le den a las esculturas, hechas con diversos materiales y mucho esfuerzo.
Intento parpadear lo menos posible para no perder detalle de cada figura que cobra vida. Las luces tenues y envolventes giran a mi alrededor, meszclándose con los colores de las obras digitales proyectadas en tres dimensiones. Las esculturas físicas que logro tocar, están fundidas con las que se mantienen en movimiento en el suelo y en las paredes.
Vislumbro una hermosa escultura de mármol en el centro de la sección. Refleja la figura humana fundida con la de un árbol, mostrando la conexión que existe entre nosotros y la naturaleza.
El espacio está diseñado como un entorno natural virtual que presenta elementos naturales como el agua, la flora y la fauna, creando una atmósfera tranquila y relajante.
—En esta sección les mostramos obras de artistas contemporáneos que utilizan tecnologías avanzadas para crear arte digital —comienza a gesticular para mostrar como las mariposas que estaban quietas, empiezan revolotear a nuestro alrededor —Combinamos las esculturas físicas y las digitales para que tomen vida propia, para brindar una experiencia única jugando con la realidad.
Las esculturas interactúan entre sí dándole un toque mágico al lugar, parece sacado de un libro de fantasía, donde todo es irreal. Las figuras se mueven a su antojo, algunas parecen intentar a cercarse a nosotros y otras se mantienen alejadas. Es maravilloso. Siento que estoy en el interior de un cuadro donde no existen líneas que limiten el espacio.
***
Invertimos noventa minutos en conocer cada sala del museo. El curador nos contó la historia oculta de cada pieza, reveló las conexiones que existen entre las obras y los espectadores que las admiran.
Como mi amiga piensa que es influencer, ha tomado varias fotos en las diferentes secciones que conocimos. Me hizo posar y modelar como si fuera una top model para demostrarle a Drake lo feliz que soy estando sin él. Según mi amiga, no me debo angustiar por sus berrinches, mi vida no puede girar en torno a él.
—Vengan, niños. Es hora de volver a casa —la señora Rebecca nos llama con voz firme y cálida —El museo ya va a cerrar.
Es la segunda vez que visitamos esta sección. Neila nos hizo volver aquí ya que ella y Brandon aman la estación del invierno. No los culpo, es una especial época del año. Navidad, las cenas en familia, los seres queridos que se reúnen para compartir, la alegría por la llegada del nuevo año, son muchas emociones juntas que llegan en el invierno.
En esta sección tenemos montañas nevadas con auroras boreales danzando en una sinfonía de colores.
—Es tarde, debemos regresar —dice acercándose a nosotros y nos regaña por robarle mucho tiempo al señor Edgar.
Logro escabullirme entre las pocas personas que quedan en la sección para dialogar con el curador y acabar con las ansias que tengo en mi interior. No puedo desperdiciar esta oportunidad.
Espero a que concluya su conversación con un pequeño grupo de personas y lo abordo con timidez.
—Buenas noches, señor Edgar —ya lo había saludado antes pero la educación nunca está de más —Le agradezco que nos haya mostrado el museo. Es fascinante.
—No agradezcas. Cumplo con mi trabajo. Me gusta compartir el arte y mis conocimientos —arquea una ceja manteniendome una mirada inquisidora, como si supiera que no le hablo por mera cortesía.
—Me encanta esculpir esculturas —rompo el silencio con nervios —Es un proceso creativo y divertido en el que puedo darle forma y vida a mis ideas. Hasta el momento solo trabajo con arcilla aunque en un futuro pienso familiarizarme con otros materiales —él coloca sus manos detrás de su espalda y me presta absoluta atención.
»Me gusta perfeccionar las proporciones de mis obras y crear figuras humanas y relacionadas con la naturaleza —le comento un poco sobre una de las cosas que amo antes de expresar lo que en realidad me interesa: —Desearía mostrarle alguna de mis esculturas y saber su opinión al respecto, espero que no sea molestia —murmuro la última frase con un poco de vergüenza.