El Retorno De Friga La Gatita (novela Cristiana)

1. La gaita del marinero.

Les advierto de una vez, hijos de Chayanne, que el título no tiene nada que ver con el capítulo, querido equipo alfa dinamita alabemos al gato, solo que...amo esa canción con cada fibra de mi espectacular ser.

Me tomaré la libertad de contarles lo que ha sucedido últimamente, algo que ha cambiado mi rutina de forma drástica, ¡Y yo odio los cambios! Para empezar la cerda de mi dueña se consiguió un cerdo, ¡Uy! ¡No le digan que la llame asi! Ahora que lo pienso ella no tiene ninguna similitud con un cerdo, salvo quizás que come mucho, en dicho caso ustedes tambien son unos cerdos, a ver, digan << ¡Oink, oink! >> mis cerditos.

Como sea, les advierto que este relato será breve, hoy me desperté con las ganas de restablecer la unión soviética, asi que trabajaré en ello por la tarde.

Para empezar, ¡Me estafaron! ¡No podemos ir a Corea en taxi! Tuvimos que tomar un pájaro gigante hecho de metal, con el tocino y mí espectacular ser volando junto a Sama, al parecer no es común que los animales viajen con los humanos, pero Sama pago una fortuna para que Iván...¡Cof, cof! Digo, para que el Lechón y yo vayamos con ella, nadie le dijo o hizo algo al respecto, ¡El viaje fue una miseria! Aún los humanos no han desarrollado la gravedad cero y equipos de teletransportación, ¡Todo el tiempo sentí mis vísceras en los bigotes y mí corazón en mis patas! Pero como soy una guerrera con dignidad aguante las ganas de vomitar, de todas maneras al llegar a tierra firme lo primero que hice fue arañar las piernas de mí dueña, aunque algo muy raro que sucedió es que Sama me dio un trozo de carne, no sabía común, tenía un extraño sabor, al primo de Peppa Pig le dio un trozo de zanahoria, a los minutos se quedó dormido y no pasó mucho tiempo hasta que yo viera a un par de hombrecillos tocando el acordeón, danzando de un lado a otro y poco tiempo después me quedara dormida.

No sé qué clase de droga alucinógena me dió, pero me gustaría probar un poco más, ¡No! ¡Eres una guerrera Friga! Ya no más hierba gatera para ti, no vas a rebajar tú dignidad por un poco de pasto.

La verdad, pensé que al despertar sería como en las películas: despertar en una tina llena de hielo, sin dignidad, dinero y con un riñón faltante; con una tal Roxy agradeciéndote por la gran noche; pero no fue así, desperté en una casa que nunca antes había visto, era grande y bonita, con un patio trasero inmenso.
Vi a Sama conversar en ese idioma extraño con un hombre de ojos rasgados como Tae-sung, el hombre parecía estar muy feliz con la presencia de Sama, allí, hablaron un rato, tiempo que yo aproveche para salir de la jaula de plástico y caminar por mis nuevos dominios, por otra parte el bistec con patas seguía más allá que acá.

Según tengo entendido Sama vino aquí con el objetivo de ayudar a tres empresas a fusionarse con una empresa más grande, a traducir documentos e ir a cenas importantes, en donde ella tendrá que sonreír y conseguir aliados para el negocio que la esclaviza, usualmente no tengo ningún problema con ello, pero ¡Yo soy su única dueña! Ya les habría declarado la guerra si no fuera por la cantidad ridícula de dinero que nos dan, como si fuera tan difícil hablar y escribir, ¡Hasta yo podría hacerlo! Pero soy demasiado buena para las actividades mundanas.

— Estoy muy feliz de tenerla aquí, señorita, he seguido su trabajo por mucho tiempo, me encanta su forma de narrar — ¡Ah! ¿Con que si sabes hablar nuestro idioma? —. Pero debo admitir que me sorprendió mucho que usted tuviera gustos tan...— el hombre me miro a mi y luego a la morcilla, esperaba que se inclinara en muestra de respeto y sumisión absoluta, pero solo volvió a mirar a mi ama, podía oler su intenso deseo por mi dueña, pero algo que aprendí es a no confiar en las primeras impresiones, no quiero que ella sufra más, ¡Arañaré a quien lo intente! Protegeré a mi dueña con garras y dientes, no pienso volver a permitir que el olor a dolor y desesperación sea algo común en ella — exóticos — continuo por fin.

Sama sonrió con dulzura, la clase de sonrisa que haces por educación. 

— No pude resistirme a la belleza de mí Jocopino.

¡Ah! ¿Con qué andas de infiel, no miserable? ¿Luego porque me cago en tú almohada? ¡Eh! ¡Eh!

El señor hizo una mueca extraña.

— A mí también me gustan los cerdos, más si son al horno — el hombre se rió de su propio chiste, pero la sonrisa de mi dueña se borro, al ver el cambio de actitud en mi chica, el hombre dejo de reír e inmediatamente se disculpó —. Lamento si mi broma la ofendió, señorita, no era mi intención faltarle el respeto de ninguna forma, al contrario, espero que sepa lo feliz que estamos de tenerla en este negocio, es muy talentosa e inteligente, no dude en pedirnos algo, se lo daremos, cualquier cosa.

Sama volvió a sonreír y pude escuchar como el latir del corazón del hombre aumentaba.

— Eres muy cordial, muchas gracias por conseguirnos una casa tan grande y hermosa — Sama miro alrededor de la casa, luciendo maravillada —. Jamás habríamos conseguido una casa tan bonita sino fuera por ti y la compañía  — pude ver las mejillas excesivamente pálidas del hombre ponerse rojas.

— Usted merece solo lo mejor — el hombre dio unos cuantos pasos al frente y la tomó de los hombros —, se que me ayudaras a tomar la mejor decisión para el futuro de la empresa — tome impulso con fuerza y me lancé hacia ellos al ver como ese espécimen humano se inclinaba sobre mi dueña, como si quisiera besarla, pero mi acción no fue necesaria, ella sola lo detuvo y lo apartó con delicadeza.

— Gracias por todo, Zhao Yi, estoy segura que el viaje desde China hasta aquí no sera en vano — el hombre sonrió, apartándose de ella.

— Claro, se que valdrá la pena y aunque no cerremos el trato estaré feliz — vi como acariciaba sus manos con lentitud, ella las apartó y sonrió —. Incluso si necesitas a un entrenador — sus ojos se enfocaron en mí —, para esa rebelde gata tuya, te daré todo lo que necesites.




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