El Retorno De Friga La Gatita (novela Cristiana)

11. La Mala Elección Del Señor Kim

La primera vez que vi Eun-yeong erróneamente pensé que era alguien bonita, pero su linda apariencia pronto fue eclipsada por una personalidad irritante en el mejor de los casos, insoportable y una reverenda hija de la chingada en el peor. Curiosamente me era muy fácil imaginarme a esta mujer haciendo algo tan horrible como engañar a su marido y peor aún, haciéndole creer que sus hijos también eran de él, también podría agregar a la lista que es manipuladora, cruel, insoportable y un sin fin más de cosas a la lista, pero este capitulo no es para ello, es para relatarles un poco más de lo que ha pasado, me gustaría pensar, querido lector, que tu opinión sobre Eun-yeong es tu mera decisión, pero como yo también puedo ser una arpía manipuladora te he manipulado par que también la odies, no he sido nada sutil con mi narración para provocarte tal conclusión, te pido que me disculpes, pero, en mi defensa yo no he hecho mucho, ya que ella misma cabo su tumba sobre la opinión publica al ser infiel.

La infiel de Eun-yeong estaba frente a nosotros, a un lado de la tienda de dulces, vestía elegante, sí, como toda millonaria de su categoría lo haría, pero su rostro reflejaba cansancio y horas de llanto interminable, parecía haber envejecido diez años en un par de meses, pero no fue sus prendas caras o su rostro de sobreviviente a una guerra lo que llamo mi atención, sino al niño que permanecía colgado de su brazo y a la bebé que una mujer quien supuse era la niñera llevaba en el coche. Los pequeños hijos ilegítimos de Tae-sung, supongo.

— Tae-sung...— repitió con voz baja y quebrada, Tae-sung se puso serio e intento tomarnos e irnos de allí, pero Eun-yeong ya estaba detrás de nosotros, aún con el niño a cuestas —. Que alegría verte — su rostro reflejaba esperanza, en cambio el rostro de Tae-sung reflejaba dolor, como si la acabaran de dar una patada en el rostro — ¿Qué haces aquí solo? Debiste haberme llamado para que viniera al cine con los niños — Eun-yeong intento tomar de la mano a Tae-sung, pero él rápidamente aparto su mano, para mi sorpresa y felicidad gatuna Sama entrelazo sus dedos con los de Eun-yeong, aferrándose a su brazo, mientras que Eun-yeong aun mantenía su mano en el aire, completamente perturbada por no poder tomar de la mano a su ex esposo, los ojos oscuros de Eun-yeong se posaron sobre cada uno de los miembros de nuestra pequeña familia, empezando por mí y terminando con Sama, su expresión se endureció —. Ahora comprendo, ¿Es ella acaso el motivo por el cual estabas tan desesperado por divorciarte de mi?

Tae-sung se aferro a la cintura de Sama, como si la estuviera protegiendo de alguna bestia salvaje peligrosa, yo me mantuve al lado de los tobillo de Sama, sujeta a ella por el arnés y la corría, Jocopino estaba al lado de Tae-sung, incluso para un animal tan burdo como el cerdo era obvio que Tae-sung pretendía proteger a Sama de lo que fuera que Eun-yeong podría hacer.

— Samara no tiene nada que ver — su voz sonó como un rugido amenazante.

Eun-yeong miró al niño aferrado a su mano y lo tiró hacía adelante, colocándolo frente a ella.

— Niégalo delante de nuestro hijo — Tae-sung no miró al niño, sus ojos siguieron fijos en Eun-yeong, casi temblando de rabia.

— Deja de mentir, yo no te dejé por Samara y él — Tae-sung por fin miró al niño, el pequeño parecía asustado y triste, los ojos de Tae-sung se llenaron de lagrimas — no es mí hijo.

— ¿Cómo puedes decir eso? —  Eun-yeong empezó a llorar —. Lo cargaste por primera vez cuando nació, lo cuidaste cuando tuvo malestar por su primer diente, su nombre es en honor a tu padre, su primera palabra fue "Papá", te llamo abeoji durante toda su vida...

Tae-sung la detuvo.

— Pero no lleva mi sangre, ¿Verdad?

Terca como una mula y cruel como una bestia Eun-yeong siguió empujando al niño frente a Tae-sung, como si esperará que él soltará a Sama y abrazara al pequeño.

— ¿Acaso en vinculo es incluso más importante que la sangre?

— Ya para, Eun-yeong, estas lastimando a tu hijo — Tae-sung se dio la vuelta, tomando a Sama de la mano, ya estaba lista para irnos cuando los tacones caros de Eun-yeong taconearon hasta quedar frente a nosotros, impidiéndonos el paso.

— No renuncies a la hermosa familia que formamos juntos...

— Vete.

— Por favor, Tae-sung — Eun-yeong tomó del otro brazo a Tae-sung, suplicando, Sama me miró con una mueca, lo sé, humana, esta mujer no tiene decencia —, perdoname, perdona a los niños...

— Ellos no tienen nada que ver en esto — Tae-sung tomó de la mano a Eun-yeong y la aparto de un empujón —, ellos no tienen la culpa que su madre sea una sucia infiel.

— ¡Podemos superarlo! ¡Iremos a terapia de pareja, terapia familiar! ¡Haré lo que quieras, Tae-sung! — Eun-yeong coloco sus manos en el pecho de Tae-sung, deteniéndolo — Pero por favor, no destruyas nuestra familia.

— Yo no destruí nada, ¿Te quedo claro? ¡YO NO DESTRUÍ NADA! — Tae-sung la aparto a un lado, intento seguir caminando con nosotros, pero ella seguía sin rendirse.

— ¡No lo entiendes! ¡Cariño, por favor! Podemos solucionarlo — Tae-sung acelero el paso, casi nos cargo a Sama, al cerdo y a mí en sus hombros —, lo haremos, Tae-sung — Eun-yeong lo tomó de las mejillas —, confía en mi, Tae-sung, te amo, por favor, dame otra oportunidad, confía en mí...

Tae-sung acerco sus rostro al de ella, todos apretamos los dientes, él la iba a besar, ¿Enserio, Tae-sung? ¿Enserio vas a olvidarlo todo y quedarte al lado de esa tramposa y sus vástagos?

— La ultima vez que confíe en ti terminaste con tener dos hijos de otro hombre — Tae-sung la aparto, ella se sacudió el cabello alterada, en un acto desesperado le quito a la bebé de los brazos a la niñera y la intento colocar en los brazos de Tae-sung, casi empujándola en el pecho de mi macho, pero él no la tomo, Eun-yeong siguió colocando a la bebé cerca del rostro de Tae-sung.




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