El Rey

Capítulo 6

Dastian

-El día no me gusta-

-No me interesa eso, tienes que hacerlo, Elion –

-No – una vez más Elion se niega salir.

-Esto es ridículo Elion, vamos el agua no es tu debilidad –

-No lo es pero es de mi desagrado. Me niego salir, lo are cundo estemos de nuevo en nuestra habitad –

-Si no lo haces te debilitaras y no somos débiles sino fuertemente poderosos. Ahora sal y recorre las tierras de este lugar, para que podamos marcarlas, ha pasado mucho que no las volvimos a marcar-

Sin decir más Elion empieza a salir, mi cuerpo sufre la metamorfosis, se escuchan como algunos de mis huesos son rotos y restaurados en su nueva forma de león. No siento dolor alguno, pero si siento como los músculos se hacen más grande y en cada uno de ellos me pegan tirones hacia atrás, doy pequeños pasos para los costados para mantener el equilibrio. Caigo de rodillas al piso, mis manos se hacen enormes y cambian a grandes patas, mi cara cambia de apoco y mi melena crece más. Sin darme cuenta ya estoy del todo transformado, Elion ha salido de una vez por todas.

-Bien, ahora sí, a movernos por nuestros terrenos – dice Elion.

De la habitación camina hacia el balcón, se prepara para saltar y lo hace impulsándose con gran fuerza, aterrizamos en el jardín trasero, el salto fue tanto que ya estamos muy lejos de la casa.

-Despacio Elion, no queremos llamar la atención de nadie- le digo

Miramos la luna y la contemplamos un rato, el silencio nos invade por completo junto con la lluvia. En eso escuchamos de lejos a un animal que está en nuestros alrededores.

-A cazar – Elion se introduce adentro de los árboles y corre desenfrenadamente y a una velocidad inalcanzable, por lo que esquiva las ramas de nuestro alrededor.

Cuando llegamos donde está el animal nos detenemos, resulta que es un gato que casa ratones, al vernos el gato se sube arriba del árbol más alto y nos mira de allí.

-Igual te vamos agarrar – dice Elion. Cuando vemos que el gato corre hacia una cueva y vemos que allí tiene a sus hijitos. Las ganas de cazar desaparecen por completo

-Mejor hagamos lo que venimos hacer – le digo

Caminamos hasta el último árbol de nuestro terreno, le rasguñamos el tronco y lo frotamos dejando nuestro olor allí. Lo mismo hicimos con los demás, cuando estamos con el último árbol, escuchamos como una manada se acerca a nosotros, Elion levanta la cabeza por los aires y busca el olor de la manada que se acerca aún más.

-Son lobos, Dastian –

-Deben ser de la manada del Alfa Wolf, no pueden acercarse a nuestros territorios, atento Elion, no pueden pelear con nosotros –

-No huelen amigables, si pisan el límite y nos atacan, hay que defendernos.- no digo nada más estoy de acuerdo con lo que dice.

Los esperamos en el mismo lugar, sin movernos para nada y menos huiremos, no somos cobardes. De las ligustrinas y arboles salen los hombres lobos saltando, están en posición de ataque, nosotros no nos movemos. El único movimiento que hacemos es raspar la tierra con nuestra garra derecha, eso dice que esta tierra es nuestra. A los lobos parce no gustarles lo que decimos con nuestro cuerpo, se acercan despacio y gruñendo, quieren intimidarnos. Elion no se queda atrás, como vemos que están decididos a pelear por mi tierra, nos ponemos en posición de ataque.

No podemos atacar nosotros primero eso va en contra del contrato de paz que firme, por lo tanto esperamos sus movimientos. Como la ansiedad les recorre por sus cuerpos, ellos son los primeros en atacar, Elion esquiva al primer lobo, uno se sube por arriba de nuestro lomo y clavas sus garras, nos movemos para los costados para tirarlo, otro quiere morder el punto débil de mis patas pero le damos una patada y este cae entre los árboles, saltamos al alfa de quien dirija la manada, el lobo nos esquiva y se sube a una piedra mientras los demás nos atacan, no queríamos matar a nadie pero como son demasiados no podemos contra ellos, entonces Elion empieza a devorar las cabezas de los lobos, uno por uno son decapitado.

El lobo alfa baja de la roca y nos ataca por detrás, nos damos vuelta y le rajuñamos el hocico. Este le sale sangre, aprovechamos lo distraído y le saltamos de nuevo. Lo tenemos en nuestras garras, al tenerlo acorralado los demás no atacan no quieren perder a su alfa, Elion con el enojo puro esta por devorar su cabeza pero lo detengo.

-No- le grito

-Intento matarnos, debemos enseñarles a que nos respeten con miedo de que pierdan sus vidas miserables – dice Elion enfadado

-No, si lo haces tendremos problemas y estamos a pleno contrato, déjalo mañana habláremos con el consejo y el alfa de la manada – Elion no está de acuerdo pero acede.

Con una gran fuerza que sale del estómago, Elion le ruge al lobo, este siente miedo, lo sabemos porque lo empecemos a oler. Elion baja de su cuerpo y otra vez le ruje, haciendo que se vayan del territorio nuestro. Vemos como el lobo se levanta herido y corre asiendo que los demás lo sigan.

Elion se lengüetea la pata herida que tiene, luego vemos como las huellas son borradas por la lluvia, después de un rato nos vamos de nuevo a casa. Ya ha sido demasiado por esta noche.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.