El Rey

Capítulo 12

Dastian

Es sábado aún no ha llegado Samanta, me pregunto si le abra pasado algo. Subo a mi oficina el clima no está a mi agrado, esta nublado y está por llover.

-Es ella- Eion se pone como loco

Escucho unos pasos y su olor invade mi nariz. Respiro profundo y me tranquilizo al ver que está bien, suspiro aliviado y me concentro en lo que tengo que hacer.

-disculpe soñer- dice al entrar despacio – me vengo a disculpar por la demora-

-Ni lo note – digo sin mirarla

-Mentiroso, estabas preocupado igual que yo- elion interviene – lo sé porque te sentí –

-Entonces voy a limpiar –

-Espera- la detengo y la miro, ya tiene su uniforme puesto- que sea la última vez –ella agacha la cabeza tristemente

-Sí señor, no volverá a suceder- se marcha

Sigo con mis cosas, preparo unos papeles. Hoy vienen los abogados a entregarme unos papeles para que se lo dé a mi padre

Después de un rato miro la hora: ya son las doces y media, salgo y me voy a mi cuarto; me desvisto y me meto en la ducha, trato de tranquilizarme un poco desde que llego Samanta estoy algo estresado y no sé porque, debe ser que elion quiere tenerla ya entre nosotros. Al resistirme eso me agota demasiado.

Escucho que la puerta de mi cuarto se abre, el olor de Sam se hace más fuerte, ella está aquí. Al recordar que no cerré la puerta del baño me decido salir. La escucho caminar, cierro la puerta de un golpe mientras camino al mueble donde esta los toallones, lo abro y no encuentro ninguno

-Señor Alwars, disculpe que entrara así, no me di cuenta que estaba aquí. Ya me voy pero le aviso que arriba de su cama dejo los toallones limpios, estaré limpiando su oficina, si necesita algo puede llamarme- escucho que se marcha, salgo desnudo del baño y encuentro los toallones, me seco y me visto.

A pesar de que esta frio, yo siento calor, mi parte león me protege del frio, en realidad no siento nada de frio. Me coloco una remera negra y un pantalón jeans con unas zapatillas de cuero. Salgo al pasillo y me encuentro a Sam subiendo las escaleras- disculpe señor, pero unos hombres lo esperan abajo en su despacho-

-Gracias, prepara un café y llévalos –

-Si – dice poniendo sus manos atrás de su espalda.

Caminamos juntos hacia abajo, nos separamos al terminar las escaleras, ella va hacia la cocina y yo al despacho

-Muchachos, buenos días – digo al entrar- pónganse cómodos – veo como se sientan en la parte de los sillones, yo tomo mi lugar entre ellos- los llame para que me puedan dar los papeles que mi padre necesita-

-Si aquí los tenemos- me lo extienden- está todo lo solicitado, espero que le sirva –

-Gracias- los tomo. En eso aparece Sam con la tetera y unas tasas, lo pone arriba de la mesa y reparte las tazas sin hacer ruido

Uno de los abogados mira a Sam desde que paso por la puerta. Eso no me agrada para nada, veo como sus ojos se ponen lujuriosos y el olor a excitación sale del tipo.

-Ella es mía – dice Elion

Mi cara se transforma en desagrado – pero nosotros necesitamos los planos y papeles de lo que vas a construir aquí- me dice y me mira, yo no dejo de mirar al maldito que mira a mi chica.

Sam termina de repartir las tazas y pasa con la tetera a servir, uno por uno agradecen a Sam por darles café, hasta que llega al tipo que esta codiciado con ella, claro que Sam no lo sabe porque no lo puede oler pero lo nota cuando esté sigilosamente pasa su mano por sus piernas, tocando sus gambas casi llegando a su trasero. Sam se asusta por lo que le hacen y da un salto, provocando que le tire todo el café encima del tipo.

-Lo siento mucho, no fue mi intención – se lleva la mano a la boca- permítame ayudarlo- saca de su bolsillo una servilleta y se la paso por la ropa

-Déjalo…-dice enojado el hombre- eres una bruta, ¿acaso no sabes servir una taza de café?- se pone más violento y agresivo contra ella. Yo me enfado tanto que emano ira de mí, tanta que la pueden oler

-Sam- la llamo y ella viene a mí

-Lo siento señor Alwars…fue…-

-Déjalo, puedes irte- le digo

-Pero yo…- insiste

-Déjalo Sam, puedes irte- la miro a la cara, ella asiente y se marcha

-Tienes que contratar a gente más experta – dice el tipo que toco a mi chica. Yo miro la puerta por donde se fue Sam

-Sí, sin duda tendré una experta para cuando vuelvas- le digo mirando aun la puerta- una experta ramera- él me mira sorprendido, yo lo miro también – te piensas que no te vi- me levanto – quien te piensas que eres para tocarla-

-Dastian… yo lo siento mucho…- dice con miedo y tartamudeando, curso la mesa y me acerco mas a él

-No lo  vuelvas hacer- lo agarro de la garganta con mucha fuerza mientras los demás tratan de tranquilizarme- si no quieres morir, te sugiero que tengas TU más cuidado con lo que haces, no eres quien para tratar mal a mi gente – siento en mi mano que trata de tragar pero no puede debido a que lo tengo agarrado muy fuerte

-Lo…siento…señor…-dice ya sin poder respirar, para tortúralo un poco no lo suelto hasta que veo que cierra de apoco los ojos. Cuando ya lo hizo, lo tiro como si nada al sillón donde estaba, él cae rendido.




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