El Rey

Capítulo 13

Mientras la lluvia golpea la ventana, veo desde el sillón como duerme Sam en mi cama. Es de noche aun pero he tenido que salir de la cama debido que Elion está más pegado a ella y no puedo correr el riesgo de que sin pensarlo la marque. Como Elion se funcionó conmigo pero en mi cuerpo, aún tengo mando de él, sería diferente si nos funcionamos en su cuerpo, él pasaría a tener el mando. Por eso pude tomar distancia entre ella y yo.

La lluvia cae muy despacio pero los truenos siguen, varias veces mi cuarto es iluminado por los rayos del cielo, a pesar que esta todo oscuro no se me complica verla dormir ya que mis ojos puedo ver perfectamente bajo la oscuridad. La veo dormir tranquilamente, pero cada sonido de trueno que aparece su corazón se acelera, es increíble que una chica ame la lluvia pero que tenga miedo a los truenos a la misma vez, eso sí que es loco. Ahora que la analizo no parece ser cualquier mujer, sin dudas alguna es una chica muy complicada

-No, no me gustan este tipo de mujeres. No la quiero- me digo a mi mismo

-Repítelo hasta que te lo creas, porque ni tú te lo crees- dice Elion- ahora volvamos con ella y calma su miedo- es lo último que escucho de él

Me paso la mano por el pelo y agacho la cabeza metiéndola entre mis piernas, suspiro y la miro, su pelo esta por toda la cama, una parte de él cubre su cuello y hombros, su cuerpo esta enrollado como bolita y la sabana la tapa hasta la cintura. Parece que un ángel cayó del cielo y se depositó en mi cama para descansar mientras a su lado tiene un guardián que la cuida de una gran tormenta. Parece de novela, pero me dejo de darle tanta vuelta y me acomodo a su lado, trato de no tocarla, pongo mis brazos detrás de mi cabeza y miro el techo de repente otro trueno suena. Ella gime de miedo y tiempla un poco, me pongo de costado y la abrazo, ella se deja acomodar, se pega más a mi cuerpo es ahí cuando noto que tiene frio, por lo tanto dejo que mi calor corporal salga y la envuelva por completo, ella se ve más relajada. Pongo mi pera sobre su cabeza y huelo su pelo, con eso me quedo dormido por un rato más.

Samanta

Me despierto de apoco, miro borroso extiendo mis brazos, me estiro como acostumbro, cuando veo el color bordo de las sabanas me percato que no estoy en mi cama, me levanto de un salto y no veo a nadie. – Este es el cuarto del señor Dastian- me llevo las manos a la cabeza – que hice – me pregunto. Me levanto y me marcho a mi cuarto, lo primero que hago al entrar es mirar la hora en mi celular, son las ocho de la mañana, a las nueve tengo que trabajar en esta casa, me preparo y bajo las escaleras voy a la cocina; encuentro todo como lo deje anoche, veo que no desayuno nada así que empiezo a preparar su merienda.

Una vez que termino todo lo llevo en la bandeja y me dirijo al despacho. Toco la puerta y paso, lo veo sentado en su sillón.

-Vengo a traerle su merienda, señor –él me mira muy serio, yo me pongo nerviosa solo pensar en lo atrevida que fui anoche en gritarle y luego ir a dormir en su cama

-No te lo pedí- me dice sin darme atención

-Si pero veo que no tomo nada así que le prepare su café con unas tostadas y como pensé que es rico acompáñalas con manteca le agrega a algunas, así que le prepare todo- le digo con una sonrisa inocente, él me mira con una ceja encorvada- y…también quería nuevamente pedirle disculpa – mi voz cambia debido que me pongo apenada. Lo veo caminar hacia la bandeja y se sirve una taza de café y se vuelve a sentar en el sillón

-Por qué pides perdón, ¿por la cacheta de me diste y que por eso me tuve que despertar o que – me mira sobre la taza de café. Mi cara cambia al no entender- tienes un tic en tu mano y esta mañana mientras dormía bien, me pegaste como dos veces y me vi obligado a levantarme – Sin poder creerlo me llevo la mano en la boca- si no me crees, tengo evidencia en mi cara que lo demuestra- le da un sorbo a la taza y muerde la tostada

-Yo…Yo, lo siento, no fue mi intención pegarle- me acerco y el me mira – no volverá a suceder, se lo prometo-

-Qué cosa no volverá a suceder, el que me grites, el que entraras y te acostaras en mi cama o el golpe- esto es peor que cuando a un choro lo acusan de muchas cosas que se va descubriendo

-Creo que son muchas disculpas por dar-

-Si lo es, puedes retirarte ya- me dice como si nada – pero antes, quiero que limpies mi oficina de arriba y los papeles que tengan escrito “enviar” déjalos a  manos. Esta tarde los envió al correo-

-Si señor- me volteo y me marcho

Subo las escaleras para empezar a trabajar, pero antes de ir a la oficina voy a mi cuarto y busco entre mis cosas una bufanda, me la pongo y comienzo a limpiar como me lo pidió. Pongo los papeles donde van y vuelvo a llenar el estante de bebidas, lustro los muebles y me marcho al dormitorio de Dastian, miro y no hay mucho que hacer

Saco las sabanas para cambiarlas y poner unas nuevas.- No, déjalas – dice Dastian – no las cambies, mañana las saca Maribel y las lavan – sin mirarlo prosigo en limpiar. Pensé que se había ido cuando me volteo para limpiar el baño lo veo a él en el marco de la puerta apoyando sobre su espalda. Se ve atractivo así

-¿Necesita algo?-

- Si, voy a ir a la cuidad a comprar unas cosas, me quieres acompañar- me mira a los ojos y puedo sentir como su mirada me penetra hasta llegar a mi corazón provocando a que lata muy rápido. Si con esa mirada nomas me pone así cuanto más cuando me toca con sus manos sin querer.




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