Dastian
-Si supieras que mi razón de ser así es por ti, te quiero y a la misma vez no. Elion tiene razón cuando dice que soy celoso y posesivo pero no puedo dejar que tú me cambies lo que soy, fui criado para ser un Rey y tú eres una simple humana que no puede entrar en mi mundo pero créeme que me muero de ganas de que formes parte de él. – le susurro en voz baja mi declaración
-Es muy valiente para enfrentarte a ti Dastian, ella se merece el respeto de todos e incluso el de nuestro padre-
-No es fácil, pero no sé qué hacer –
-Reclamémosla ahora, márquemela mientras duerme. Si lo hacemos ahora nadie nos podrá detener y para cuando lo sepan será demasiada tarde- Elion saca los colmillos y le rosa el cuello
-¡No!- me detengo – no le puedo hacer esto, ella…- la miro- esta no son mis emociones ni sentimientos, esta declaración fue desde tu pensamiento Elion, no voy a marcarla porque no la amo, así que vasta Elion- ya no se escucha su voz creo se se enojo
La miro dormir tranquila a pesar de los movimientos bruscos, me acomodo en el sillón y me relajo a su lado, no siento nada por ella y lo que hago es para que deje de oler a miedo; odio ese olor.
Después de un rato la tomo entre mis brazos y la llevo escaleras arriba, estaba por llevarla a mi cuarto pero si la ven allí la tratarían mal y no soportaría eso, así que camino hacia su pieza- así que el olor era de ella- me mira mi primo Armando – déjame ayudarte – me abre la puerta y entro, él abre la cama y yo la dejo allí- es hermosa- veo como la mira y me enojo – tranquila mechita, solo opinaba, no es para que te enojes ¿ así que es ella tu reina?- lo miro sorprendido
-Ricardo te lo dijo – le pregunto
-No, Dame crédito Dastian, soy tu primo y te conozco mejor que nadie, nos criamos juntos –
-Sí, pero mi padre no tiene que enterarse –
-Mi boca es una tumba, por cierto no crees que se despertara de nuevo con los ruidos de los truenos –
-No, con la manta ese no-
-¿acaso es la manta de esencia? –
-Sí, la voy a dejar con ella, me sentirá cerca y le dará mi calor corporal. Eso la mantendrá tranquila por la noche –
-Esa manta tiene tanta historia, recuerdo lo bordo que se ponía tu padre cuando tu madre nos contaba de esa manta – nos reímos sin hacer ruido y salimos de la habitación, pensando en viejos recuerdo vividos
Volvo a mi cuarto y por fin me relajo, por fin puedo dormir, ahora que Sam esta relajada durmiendo y no tiene miedo gracias a la manta de la esencia y yo tengo su maño aun en mi muñera, lo olfateo y me sumerjo en mi sueño.
Samanta
Al despertar me encuentro en mi habitación, el olor a Dastian está sobre mí, recuerdo que anoche estaba con él hablando y que luego me dormí, me volteo con ganas de ver a Dastian detrás de mí pero no hay nada. Supongo que nomás me cargo hasta aquí y se marchó, me siento en la cama y veo una manta es de pelo de peluche y es muy suave, me encanta, este tiene su olor y debe ser por eso que pensé que estaba aquí.
No sé qué le sucede pero cuando esta amable me gusta y por eso sonrió, porque a pesar del día de ayer, la termine lindo con Dastian a mi lado. Me cambio y me arreglo para ir a comprar, Megan me pidió que fuera por más mercadería, así aprovecho que aún es de mañana, nadie está despierto a esta hora.
Al bajar me llevo una sorpresa al ver a la señora Naga preparando un café – buenos días- dice al verme llegar
-Buenos días señora, no pensé que se levantaban temprano- ella me sonríe
-Yo sí, pero mi esposo aun no, estoy preparando algo para tomar en mi cuarto, está lloviendo afuera y nunca tuve una vista espectacular como la de mi ventana- me acerco al mueble y saco una taza y le sirvo café
-Disculpe, yo se lo preparo- ella me deja atenderla- es verdad, las nubes se ven lindas aquí, yo siempre las miro con un café de crema, un libro alado y el sonido espectacular a lluvia es lo mejor – me volteo y le doy el café con crema – espero que le guste, tanto como a mí- ella lo toma
-Gracias por el consejo pero no tengo un libro, veré si en la biblioteca si hay uno- yo me quedo sorprendida
-Espere, ¿me está diciendo que en esta casa hay una biblioteca? –
-Sí, ¿acoso no lo sabias?- niego con la cabeza- después te lo muestro – me giña el ojo y se marcha
-Hola Samanta – me doy vuelta y veo a Ogüen entrar a la cocina
-Hola, una pregunta ¿todos se levantan temprano? – él se ríe
-Sí, excepto mi padre el descansa más que nosotros. ¿Vas a salir? –
-Si, como lo supiste-
-Porque no tienes el uniforme puesto y en realidad es una pena, tú y la otra chica se ven bellísimas con esos uniformes – me sonrojo demasiado - ¿A dónde vas?-
-A comprar para que la cocinera Megan pueda cocinar hoy –
Saca una manzana de la frutera y la muerde- mmm…déjame acompañarte, quiero conocer esta cuidad un poco más – afirmo con la cabeza y nos marchamos al living. Tomo mis cosas y me súper abrigo, él solo se pone una campera de cuero encima de la remera negra que tiene – ¿Vamos?-