El Rey

capitulo 18. Parte 2

Dastian

 (parte 2)

Ciento un olor, es enojo. Creo que mi padre discute con mi madre de nuevo, pero al verla en la cocina me percato que no es así

Subo las escaleras de prisa y me encuentro con mi padre bajando- ¿Qué sucede? ¿Por qué hueles enojado?- mi madre viene detrás de mí y se cruza a saludar a mi padre

-Tu empleada, se cree la gran cosa. Esta vez la perdono pero la próxima no – abraza a mi madre, es así como se tranquila siempre, sin ella él es una bestia

-¿Qué le hiciste?- le pregunto molesto

-Tranquilos ambos- interviene ella- se está asomando por el pasillo. Ahora tú… – lo señala con el dedo a mi padre- ven a tomar algo y relaja tu temperamento, estas en casa ajena y hay visitas. – mi padre la toma de la mano y baja con ella sin decir nada, solo nuestras miradas se cruzan muy atrevidamente

-Quiero hablar contigo, luego- me dice como orden, mientras baja y yo quedo parada en la mitad de las escaleras

-En mi despacho te espero- dice Elion

-Ya basta de ordenar y delegar ordenes, Elion y Alex dejen los cuerpos ahora – ordena mi madre y mis ojos vuelve a ser normales y los de mi padre igual – Gracias- dice y se marchan

Tal como lo dijo mi madre, Sam estaba acercándose por el pasillo, subo y me coloco a un costado de la escalera, la observo mirar mi cuarto y apoya la mano en la puerta- Dastian, tu padre se parece mucho a ti- la escucho decir en un hilo de voz, al verla tan hermosa se me dibuja una sonrisa en el rostro

-Sera porque soy su hijo- le digo, no sé porque, pero en un destello, mientras se volteaba despacio hacia mí; la vi cambiada con vestimenta real y en sus brazos cargaba un pequeño bebe cubierto con tela, solo pude ver el pelo del bebe, era blanco ceniza.

Tan rápido como aparece la visión se va, y la veo caer en mi cuarto, reacciono tarde e intento agarrarla pero no pude, no demoro mucho y la atiendo en mi cuarto, estaba revisándola cuando de repente ciento una descarga eléctrica,  la suelto rápido y ella se queja, no entiendo porque si ella es la que lo hace y como no sé, pero siempre que me acerco cariñosamente a ella, me da una electricidad. –Deja de pelear con ella y termina de curarla – me manda Elion

-Últimamente todos están muy mandones – me digo a mi mismo para que Elion escuche

-Solo llévame a mi cuarto – escucho que me dice Sam.

La cargo sobre mis brazos y la llevo, en el camino me encuentro con Armando, como siempre hace sus tontos comentarios e incomoda a Sam, Elion le gruñe para que no la moleste y me ayuda a entrarla, la dejo en su cama y me marcho con Armando.

Cierro la puerta y veo como Armando ya está bajando las escaleras, me quedo parado sin moverme y pienso en la visión que tuve, Sam cargaba un bebe y su pelo era muy raro, nunca había visto un niño así o niña, tengo que consultarlo con mi madre, pero sin decirle que era Sam la que cargaba él bebe sino sospecharía de que es mi reina.

En eso se abre la puerta de Sam y la veo salir, sin verme (porque llevaba su mirada al piso) choca conmigo, golpeándose con mi cuerpo, levanta su mirada mientras se soba la cabeza- Lo siento Dastian, no te vi – la veo diferente, está más linda. Hay algo en ella que me llama la atención, no puedo dejar de mirarla ni un segundo

-Tranquila, yo soy él que está estorbando-

-¿Te quedaste aquí hasta que saliera?- veo como sus ojos se llena de agua – eres muy amable – veo como se acurruca sus hombros

-¿Estas bien? ¿Por qué lloras? – Le digo al ver una lagrima caer por su mejilla – Te duele aun el pie –

-No estoy bien, enserio. Lloro por lo tanta que soy, no te preocupes- se seca las lágrimas con sus muñecas – permiso tengo que trabajar- camina y baja las escaleras. No puedo dejar de mirarla

Sacudo mi cabeza y voy a mi despacho, al entrar me encuentro con mi padre sentado en el sillón con un vaso de vino- Espero no haberte hecho esperar mucho- le digo sin mirar, me siento en la silla del escritorio y tomo unos papeles

-No te preocupes, Dastian. No es importante, pero dime cuanto tiempo ibas a tenerlo oculto – lo miro de reojo mientras toma un trajo

-No sé de qué hablas-

-¡No te hagas!- me grita, lo veo a los ojos y su león tiene control de él –Sabes muy bien a lo que me refiero – su voz es muy tronadora – tú piensas que soy un ¡estúpido!- se levanta y camina hacia mí – crees que no lo he notado, pero desde que llegue me di cuenta, y esta mañana al salir me di cuenta – se apoya sobre el escritorio y acerca su cara más a mí - ¿Por qué no lo mataste cuando tenías la oportunidad?-

-¡Porque no estamos en la Sabana! – Elion y yo nos fusionamos, ahora somos la bestia incontrolable gracias a mi padre, mis ojos cambiaron de color a amarillo oro brilloso, mi cuerpo aumento más su tamaño y en mis venas corre las ganas de matar. – ¡Las reglas de aquí no son las mismas que las de allá, así que deja de cuestionarme! – aumento mi voz, mi padre gruñe más fuerte

-Te enseñare como son mis reglas – estaba a punto de saltarme cuando la puerta se abre y entra mi madre




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