El Rey

Capitulo 20

Dónde estabas?- veo a mi padre entrar a la cocina –Te estuvimos buscando por todas parte- su voz es demandante

-Ya basta- dice mi madre al entrar- no queremos que otra vez pase lo mismo –

-Estoy de acuerdo- le contesto mientras preparo algo de té y comida para Sam- ahora si me permiten estoy ocupado – le doy la espalda y busco una servilleta

-Hijo espera- se pone enfrente de mí – estuvimos buscándote por todas parte, estaba preocupada por ti, pensé que lo peor cuando…- veo como sus ojos se llenan de lágrimas. Dejo la bandeja arriba de la mesada y la abrazo

-Perdonadme madre, no recuerdo nada, solo vi a una de mis empleadas lastimada y creo que es por mi culpa. La estoy atendiendo en mi cuarto, arde en fiebre y cuando intenta levantarse cae como una hoja de papel- la miro y ella lleva sus manos a la boca, no puede creerlo –Lo siento…- es lo último que digo

-Va a morir- escucho a mi padre. Yo lo miro enojado – lo mismo paso con uno de mis hombres, la has marido y ahora no podrá mejorar. –

-A que te refieres. Explícate mejor – le digo

-A lo que se refiere – interviene mi madre- es que por alguna razón tus mordeduras provocan fiebre y luego debilidad, junto con mareos y vómitos. Es como un venero, no importa lo que hagas ella morirá lentamente –

-No dejare que muera- intervengo- yo la curare - tomo las cosas y subo las escalera seguido por mi madre

Al entrar Sam está dormida y tapada, dejo las cosas en la mesa y me acerco a ella. –Se ve bien- dice mi madre – ¿dónde está lastimada?-

-sus manos- la destapo y le muestro ella camina hacia Sam y la toca- está caliente – le saca las vendas – tiene mordeduras muy sobre la piel, no la mordiste como pensé- me mira – pero ¿Cómo hiciste para volver a tu forma humana? No pasó más de dos horas y tu sed de muerte no fue saciada –

-Yo sé porque – mi padre entra por la puerta- es ella- apunta a Sam- la bestia no se escapó como lo pensamos, la olio y fue a su encuentro- mi madre me mira

-¿Es eso cierto?-

-no lo recuerdo, no sé nada de lo que paso –

-Tal vez no sabes nada de eso, pero si sabes que es ella. ¡Es tu reina! – Grita fuertemente y me sorprende que Sam no se despierte – deja de jugar conmigo –

-Dastian, hijo, eso lo que dice es verdad- la miro y agacho mi cabeza

-Sí, no lo dije antes porque sabía que ¡Tu! No la aceptarías-

-Estas en lo correcto, ellas es una simple humana…y no debo encargarme de ella ya que tú lo hiciste, sola morirá –

-¡Mark!- le grita mi madre – como puedes decir eso, es su reina y debes respetarla. O ya te olvidaste lo que vivimos nosotros – él no dice nada – veo que tan fácil te olvidas de mí – se levanta y se marcha, mi padre la sigue, yo voy detrás de ellos

-Naga- le dice mi padre mientras sostiene de su brazo

-¡No!- le grita y de su cara sale lágrimas, su voz se rompe por el nudo que se le formo en la garganta

-No es lo mismo, ella…-

Mi madre lo interrumpe y de repente sale Ricardo de la oficina y mi primo está detrás de ella, mi hermano se pone a mi lado – te equivocas, es lo mismo. Ella fue elegida por los dioses como yo lo fui y no permitiré que ella luche contra ti como yo lo hice con tus padres. No necesita demostrar nada a nadie, en todo caso lo tiene que hacer a Dastian-

-Ella no es como tú, porque por lo menos tú eras y eres la mujer más poderosa de las manadas hembras, fuiste coronada por honor, valentía y poderosa. Ella no tiene nada –

-Es más fuerte que cualquiera, es más poderosa que cualquiera, es la elegirá. Y decir que no le pertenece a tu hijo es decir que los dioses se equivocan y que tú y yo estamos…- toma su tiempo para respirar- perdiendo nuestro tiempo- lo mira los ojos y luego baja las escaleras con mi primo abrazándola.

Mi padre camina hacia mí- primero un lobo inferior a ti te amenaza a muerte, invade tu territorio y ahora esto. Me equivoque contigo, no estás listo para él reino, ni nada en que involucre al reino.-

-No me importa lo que digas- le hago frente

-Padre, por favor. Creo que fue suficiente para todos- Ogüen intenta calmarnos

-Regresaremos y la crianza que no te dieron de niño se te dará, será peor para que ningún accidente cometas en el futuro. Eres fuerte, más que cualquier animal sobrenatural, pero no eres ni serás rey, porque eres una bestia indomable, solo sirves para matar. Ernan te supera y eso es una vergüenza para la familia de sangre real.-lo último lo dijo muy enojado, que mi hermano mayor, Ernan, me supere en algo. Para él es muy vergonzoso

Supuestamente yo tengo que ser superior a mis hermanos al ser de sangre pura y real de parte de mi madre y padre. Aunque mi madre se esforzara mucho por decirme y criarme humilde, él siempre me presumió como un trofeo, de bebe solo me cargo una vez y fue para que mi abuelo me diera la bendición real y volverme parte de la mana.

Veo como sube a su dormitorio- siempre te tuve envidia, pero en estos momentos me da gusto ser quien soy. Llevas un peso muy grande en tus hombros-

-Cuida a Sam por mi ¿quieres? Yo iré con mi madre- él mueve su cabeza y camina a mi dormitorio- Oye…-me mira- somos hermanos y tú tienes el mismo derecho a la corona como yo y Ernan, la familia es la familia, eres de sangre real también-




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