El Rey

Capitulo 21

Después de leer los dos primeros capitulo se duerme. –Quiero estar siempre a su lado y cuidarla- dice Elion

-Yo también, pero no podemos, ya la lastimamos demasiado, ella necesita estar a salvo y para eso nosotros tenemos que estar lejos-

Elion deja de hablar, me deja solo. Abrazo fuerte a Sam y la beso en la frente, ella se relaja y queda sola en la cama. Yo me cambio y me marcho.

Manejo mi auto deportivo paró en una florería, compro rosas amarillas y prosigo el viaje; estaciono y entro al edificio, pido permiso para subir y verla. Llego al su cuarto y la veo despierta sentada en el sillón. Me mira – no pensé en verte hoy- me dice

-Disculpe las molestia señora Lillian, solo vengo a verla y contarle que su hija está bien, no pudo venir ahora porque esta descansando del día duro que tuvo hoy – le entrego las rosas- estas son para usted, se las manda Sam- ellas las toma

-Gracias pero no te creo- las huele – Sam nunca enviaría una persona a entregar algo tan lindo como esto, ella piensa que se pierde el interés- las pone en un florero – además, nunca envía a personas de su parte para saber cómo están los demás. ¿Qué le sucedió? – me mira sin titubear, me sorprendo, no se la puede engañar en nada pero no sé si es porque no se le puede o porque conoce muy bien a su hija

- Fue mordida por una bestia- digo apenado, agacho la cabeza – puede que le paso un veneno, ella está peleando para salir de lo sucedido- ella no se inmuta, no la veo preocupada en nada

-Mmm…eso explica porque no me ha llamado y porque tú estas aquí – se pone en pie con ayuda de un bastón – dile cuando despierte que la amo y que me venga a ver cuándo pueda, por favor – camina débilmente hacia la cama, me acerco y la sostengo de la espalda y de la mano. La ayudo a subir a su cama

-¿Cómo sabe que se mejorara?- me inquieta la tranquilidad que tiene

-Estamos hablando de Samanta, ella es muy fuerte y valiente. Nuca se rinde ante la dificultar – sonríe, tiene cara de recordar algo – sabes, ella cada vez que se enfermaba o le pasaba algo, se curaba sola y nunca hizo falta un médico alado para saber que así era. Ella siempre está bien-

-No creo que salga de esta…es diferente –

-Solo quédate a su lado y veras que mejorara, no te pongas mal cuando ella se vea débil porque no lo es, mira más alla de su cuerpo y concéntrate en lo que hay en el corazón- me toca el pecho, señalando mi corazón – bestia – me exalto al escucharla decir eso, ¿Acaso sabe lo que soy?- Si, se tu secreto y está a salvo-

-¿Cómo?...-

-Cuando te vi el otro día, me di cuenta que la amas como nadie la ha amado, eres tu su hombre y ella es tu mujer, ninguna obra de bestia podrá deshacer lo que hay entre ustedes. La pregunta es ¿la amas demasiado como para salvarla?-

-Amar es una palabra muy fuerte…pero creo que si le soy sincero. Yo nací para ella y ella para mí. Quiero lo mejor para ella, sin importar lo que suceda, quiero que sonría siempre y ría lo más fuerte posible hasta que le duela su estómago, que llore de felicidad y que cumpla todos sus sueños y metas. Que no sé porque se le complica mucho con eso de estudiar, quiero que lo haga y que sea la mejor mujer y que…este segura – ella pone su mano en mi mejilla

-Eso, mi querido. Es amor y si eso deseas para ella, déjame decirte que la amas más de lo que piensas –

-¿Cómo hago para que este bien? – me paso las manos sobre la cabeza y me llevo todo mi pelo hacia atrás-

-Ya encontraras la manera, solo se paciente. Ahora si no es molestia, me puedes abrir las cortinas y prepararme una taza de café – veo como se relaja en su lugar y yo me rio. Veo que Sam es muy parecida a su madre, hago lo que me pidió. – Me encanta ver la lluvia golpear la ventana – me cuenta mientras yo preparo su taza- cuando estaba embarazada de Samanta, se me antojaba siempre café, mi esposo me lo preparaba y cuando nació, era invierno, llovía como ahora. Me di cuenta, en medio de la tormenta, que las nubes grises son partes del paisaje; mientras sostenía a Samanta en mis brazos.- le doy la taza- desde entonces siempre que llovía tomaba un café con Sam a mi lado-

-DE ahí que le gusta la lluvia – ahora entiendo porque le gusta caminar debajo de la lluvia y porque mira la lluvia con tanto interés – pero ¿Por qué le teme a las tormentas? –

-Es una larga historia…veras, su padre siempre estaba cuando las tormentas eras horribles, pero cuando mi esposo falleció hubo una tormenta eléctrica muy fuerte, ella asocia las tormentas con el dolor de la perdida, le da miedo la soledad que pasa pero tampoco se deja estar con otra persona que no sea yo, tiene miedo de que vuelva a perder a alguien. – Le da un sorbo a su taza- ella ha hecho lo posible para mantenerme a salvo hasta ahora, pero no se da cuenta que la muerte es también parte de la vida. – Deja la taza en la mesita de luz – tienes que demostrarle que no hay nada de que temer, que siempre estaremos para ella cuando nos necesite, incluso cuando no nos vea-

-Lo intentare – ella besa mi frente, se siente cálido, como el beso que me dio Sam en la mejilla, pero este es dado con cariño, el de mi chica era de amor.




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