El Rey

Capitulo 26

Pero dime, ¿Cómo está mi hermana? – le digo una vez que me arregle y me senté con él en la sale de comedor del hospital

-Annie está bien, nuestra hija también. E incluso Eric está bien, ayer me junte con él y su familia, compartimos algo entre todos. – Le sonrió al escuchar eso –Ho…perdón, no fue mi intención, no lo tomes como que te refriego en la cara algo, es que…-

-No, está bien, no lo veo así, me alegro que todos estén bien y me alegro mucho más que mi cuñado favorito me cuente que todo está bien, gracias Harry por venir a ver a mi madre y a mí –

-De nada Samanta. A mí me alegra verte bien, hace mucho que no te veía. Lo siento por todo lo que estás pasando con tu madre, si lo hubiera sabido desde un principio te hubiera ayudado, pero me entere ayer por tu hermana-

Yo sacudo mi cabeza –No te preocupes, estamos bien, al principio si me sentía mal, por eso fui a buscar ayuda a mi hermana, pero no quiere saber nada de mí y mi madre- digo agachando la cabeza

-Lo sé, me dijo que fuiste, no te preocupes. En lo que necesites te ayudare- quiere tomar mi mano pero la descarga aparece y lo aparta de mí. Nos miramos y nos reímos – no me voy a arriesgar a otra vez quedar quemado como una tostada – nos reímos a carcajada

-¿Cuándo llegaste? –

-Anoche, entre al cuarto y vi que tu madre estaba mal, me asome a ella te vi tumbada en el suelo. Estabas como desmayada- lo miro atentamente- me suplico que no llamara a nadie y que la ayudara a ponerte en el sofá. Y como soy muy fuerte y tu muy liviana- me giña el ojo y yo me rio – te coloque en el sofá y vi que respirabas, todos tus síntomas dieron bien así que relaje a tu madre y después se durmió. Yo me quede despierto cuidándolas- le da un sorbo a su taza

-Ya veo- pienso en todo lo que dijo y encuentro lógica en todo lo sucedido pero no en lo que sentí en mis brazos, ese veneno me quemaba – pero ¿A qué viniste?- eso aún no me lo responde

-Sam, no puedes desconfiar siempre en los demás- lo miro con desconfianza- está bien, me preocupe por tu madre, por lo que le dijiste a Annie, mi suegra tiene un tumor otra vez y vine a verla-

-Ella te mando- le digo sin vueltas

-En realidad no, ella no quería que venga. Pero somos familia Sam, ella no tiene la culpa de lo sucedido y menos tú, que naciste en el peor momento – lo miro enojada

-No fue en el peor momento Harry- tomo mi taza entre las manos y la aprieto tanto por el enojo que me produjo al decir eso- para mi padre y madre nací en el mejor momento, es como tu hija, nació en el mejor momento. No es un error su llegada, yo soy el deseo que mi padre pidió al cielo cuando ambos vieron la estrella fugaz. Me buscaron y aquí estoy – apoyo la taza en la mesa y me levanto – con permiso, tengo cosas que hacer – le digo muy furiosa

-Espera Sam, no es lo que quise decir – corre detrás de mí, me detiene al tomarme del brazo y me suelta de inmediato al sentir la descarga – tranquilízate Sam, no lo tomes así…- mira para todos lados- mira, perdóname. Hable sin saber, te pido disculpa, tienes razón, ningún niño llega en mal momento en la vida de las personas. Pero por favor- me tamo de los hombros y me impacta contra la pared- no compares a mi hija con nadie- lo dice como si fuera una amenaza

-Me estas lastimando- le digo con muecas de dolor- suéltame – en eso sus manos sale de nuevo humo, la corriente que emano lo está quemándolo por dentro- suelta Harry- le digo una vez más y este me suelta de inmediato, veo que le duele sus manos.

-Tu, ni nadie puede hablar de mi mujer y mi hija como si fuera cualquier cosa- se acerca a mí – que quede claro- me susurra en el oído mientras me sobo los hombros donde me agarro

Yo afirmo con la cabeza y él sin decir nada se marcha, pero antes me acaricia la mejilla – hasta luego Samanta, eres hermosa – me deja un beso y siento que sus labios se queman al tocarme pero él resiste –no dejes de trabajar Sam, necesitas pagar todo esto- abre sus brazos y gira en su propio eje mostrando el hospital- y si no quieres mi ayuda ni la de nadie, tienes que trabajar –

-Yo si trabajo Harry, no soy una ama de casa que solo vive para cuidar y esperar a su esposo mientras este anda de gato por ahí – le digo mirando duramente a sus ojos

-Lo sé, preciosa, pero mi mujer no es eso. Es la mujer que dirige grandemente a hombres fuerte – me sonríe y se marcha -¡A dios reina!- grita mientras se alega de mí, no sé porque me dice eso.

Ahora recuerdo porque mi padre no lo quería, siempre estuvo detrás de mi buscando lastimarme, tonta yo. Que lo quiero solo porque es de la familia.

 

Estoy en cole yendo a la universidad, no dejo de pensar en todo lo sucedido con Harry. La verdad estoy cansada de que vengan hombres y me digan que hacer o no decir, me estoy cansando de ser sumisa, pero tampoco me sale ser agresiva y dejar de ser tímida.

Bajo del cole y camino hacia la puerta principal de la escuela pero me detengo al escuchar  la voz de Dimitri- Hola Samanta, ¿Cómo te encuentras?- le sonrió

-Bien y tu –

-Genial, yo agotado. Fue un arduo trabajo el de anoche, sin ti es muy difícil. – me rio, no creo que sea como él lo dice, no me creo la gran cosa, solo ayudo de la mejor manera posible – Espera Sam- me detiene del hombro y yo lo miro preocupada




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