El Rey

Capitulo 29

Samanta

Han pasado dos días desde que no veo a Dastian, está encerrado en su cuarto. No sale para nada, ni para trabajar (eso que es lo que más hace). He tratado de ingresar pero siempre que lo hago me dicen que no, ni con la excusa de que voy a limpiar me dejan.

Lo curioso es que ayer llegaron unos hombres raros, están vestido de negro, se ponen siempre en la puerta del cuarto de Dastian, los demás están más en las puertas que da para afuera. E incluso en el gran patio hay hombres, creo que son guardas espaldas.

Si es así, la familia de Dastian no es cualquier familia, estoy pensando que pertenece a la realeza o algo parecido, en fin; ahora estoy intentado poder escabullirme al dormitorio de Dastian, no sé porque pero siento que está mal y que me necesita; y para ser sincera yo también lo necesito, lo extraño.

Desde esa noche que me dijo que me amaba estoy con ganas de verlo, quiero saber si es verdad que desea estar conmigo.

Veo que la señora Naga que sale de la habitación y el guarda espalda la sigue, van hablando cosas de la seguridad. Aprovecho que no hay nadie y me introduzco al cuarto, cierro la puerta despacio sin hacer ruido. Una vez adentro, camino despacio.

Esta todo oscuro, no veo nada. Prendo un velador que está cerca de la puerta y eso es más que suficiente para mí, miro la cama y lo veo tapado, me asomo más a él y al verlo me tapo la boca con ambas manos, corro a la cama y me arrodillo.

-Dastian- digo en voz muy baja debido que está dormido y no lo quiero despertarlo  - ¿Qué te sucedió?- acaricio su cabello despeinado

Sin poder contenerme más, lloro por él. – Dastian- le hablo para ver si se despierta

-Esta inconsciente – escucho una voz masculina y muy fuerte.

Me volteo y veo en los sillones a una persona sentada, esté tiene su pie arriba de su regazo y sus brazos apoyados en los apoya brazos del sillón – Señor Mark…- digo sorprendida, no lo había visto entrar y menos lo vi al entrar – discúlpeme – él solo afirma con su cabeza y siento como me mira de pie a cabeza, siento que me mira con mucho desprecio - ¿Qué fue lo que le sucedió?- me seco las lágrimas mientras espero su respuesta

-Una bestia – veo su sonrisa, yo lo miro dudosa

-¿De nuevo la bestia ataco?-

-No era la misma, pero era una fuerte que iba decidido a matarte- me sorprendo al escucharlo

-¿A mí?- me llevo mi mano a mi pecho como señalándome a mí misma. Es difícil de creer y no entiendo nada

-Sí, esa noche te iba a matar pero Dastian intervino- miro a Dastian y lloro

-Esta así por mi culpa – le toco el rostro

-Sí, lamentablemente Dastian es un tonto y débil, creyó que podía. Fue un imbécil- lo miro enojada

-¡Se equivoca!- le grito- un hombre que da su vida por otra persona no es débil, es valiente y fuerte. E incluso más que usted-

-¿Cómo?- siento que se altera

-Como oyó, lo veo muy sano. Entonces usted no hizo más que mirar como peleaba su propio hijo contra una bestia. Es un despiadado, dejó que su hijo muriera en manos de un animal, ¿Cómo puedo hacer eso? ¿Qué clase de padre es usted? No merece ser llamado padre y menos tener a un hijo como Dastian o incluso Ogüen – ciento que descargue de todo lo que pensaba y sentía de él

-Para tu información- se levanta de su lugar y camina hacia mí – yo lo salve de que no muriera, sin mi él estaría muerto ahora- lo tengo en frente de mi

-Me parece que este o no usted hay era lo mismo, llego tarde y como dije, lo veo muy sano para creer que ayudo a su hijo- él se inclina hacia mí, ya que yo estoy aun en el piso

-Quisiera ver que es lo que arias tú por él –

-Daria mi vida, e incluso cambiaria de lugar por él- tomo la mano de Dastian – en este momento daría lo que fuera por ser yo la que este en la cama y él despierto, caminando por los pasillos de la casa- las grimas se me salen al imaginármelo por ahí con sus ruidos de zapatas anunciando su llegada – La verdadera pregunta es ¿Qué aria usted? –

-No es mi culpa – es lo que me da como respuesta, yo sonrió

-¿Sabe? Pensé que me diría “Volvería el tiempo atrás para salvarlo” pero veo que no lo quiere como dice. Ya que lo ve como castigo – él se levanta y se va, dejándome sola con Dastian

No sé qué hacer para que mejore, por eso sigo llorando como loca. Solo quiero que se recupere pronto pero no sé cómo hacer para que mejore. - ¡La piedra!- grito y miro mi cuello, al ver que tengo la “Cuarzo Rosado” chasque con mi lengua – La otra esta en mi cuarto- me inclino al rostro de Dastian y beso su mejilla – Ya vuelvo, espérame – le digo y corro hacia la puerta, al intentar abrirla no puedo.

Varias veces sacudo la manija pero no abre, creo que está trabada.-Ho…el señor Mark nos ensero apropósito – me digo – ¿Ahora cómo voy a salir y buscar la piedra?- golpeo la puerta varias veces pero nadie me oye, grito ayuda pero tampoco me oyen – Genial, cuando necesitas a los guardas espaldas no están- vuelvo donde Dastian – lo siento, no sé qué hacer –




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.