El Rey

Capitulo 30

Samanta

-Sam- escucho como me llama, para que lo mire

-Si- digo sin dejar de abrazarlo

-Quiero pedirte algo –

-¿Qué? –

-Abra una fiesta y una ceremonia mañana en todo el día, necesito una pareja. ¿Quieres ser mi pareja y acompañarme? – me quedo anonadada

Me separo de él- ¿Por qué yo?-

-¿Por qué no tú?- se dibuja en su rostro una linda sonría que muestra todos sus perfectos dientes – mira, contigo me siento bien, me siento yo sin opresión alguna, y te necesito a mi lado cuando la gente me canse y me sobre pase los límites de paciencia. Pero también te quiero porque, quiero tomar tu mano y llevarte conmigo donde sea, porque si siento tu piel…- me toca la mejilla – con la mía, se siento mejor que bien, me siento en el cielo. Tú me relajas y te necesito. ¿Qué dices? Quieres venir conmigo. Porque si no tengo otras escusas más que puedo darte pero estaríamos toda la tarde y noche aquí y yo…-

Me rio por lo que dice, lo callo poniendo mis dedos en sus suaves labios – sería un gusto para mí – lo veo a los ojos – pero no puedo –

-¿Por qué? –

-Tengo que ver a mi madre- le digo como excusa, la verdad es que no me animo a que me vean con él, no sé si tiene o no prometida pero sí la tiene queda mal que yo este de la mano como él quiere mientras su chica esta en otro lado – busca a otra chica que si pueda, estoy segura que hay otra chica para ti, en algún lado -

-No, estas mintiendo, no tienes que ir a ver a tu madre. Además ella ya está bien en su casa-

-¿Cómo sabes eso?-

-No me interrumpas, no hay otra mujer en mi vida y si tengo que elegir te elijo a ti, solamente a ti. Por favor, acompáñame – su cara demuestra amor de verdad, me quedo sorprendida por todo lo que dijo- debes saber una cosa, Sam- al escuchar eso me pongo nerviosa, tal vez me va a decir ahora lo de su prometida, hay que nervios

-No, no quiero escucharlo ahora- me aparto de él y camino hacia la cama

-Espera Sam, no es lo que piensas. Déjame terminar- me sostiene de los hombros – te amo- me dice y yo lo miro sorprendida

-¿Qué?- él se ríe

-Que te amo Sam, no hay otra y no abra otra porque te amo a vos nomas, no puedo estar con otra sabiendo que estas en mi cabeza todo el tiempo. Quiero que estés conmigo por siempre, que compartas la eternidad conmigo- lloro por lo que dice, me parece tan tierno

-La eternidad no se puede compartir, algún día moriremos –

-Yo no, y te aseguro que tú tampoco- me pega mas a él y me acaricia la cara, pasa su mano por mi cabeza y me desata la cola alta que tenía – te ves más hermosa así – acaricia mi pelo, yo me pongo colorada y sonrió –¿Qué vas hacer? –

-Está bien Dastian, iré – él me toma entre sus brazos y me eleva entre los aires y me da vueltas – espera Dastian- me baja- ¿Cómo sabes lo de mi madre?-

-Ricardo me digo que la fue a ver y la llevo a su casa, para que este bien. ¿Quieres ir a verla? – yo asiento con la cabeza – está bien, déjame arreglarme y te llevo – dice y camina hacia su armario, mientras se saca la remera y se desviste enfrente de mi

-¡Espera!- le grito y me tapo la cara, ahora estoy bordo, él me mira y se ríe

-¿Qué pasa? – camina hacia mí, sin remera

-No te acerques así, ¿No ves que estoy yo aquí y te estas cambiando enfrente de mí? – Escucho su risa de carcajada- sé que te gusto Sam, y no es la primera vez que me ves así. Es más, fue aquí cuando entraste a limpiar y yo estaba en ese sillón, después te tiraste a mis brazos y me mirabas sin poder apartar tus ojos de mi cuerpo-

-Eso fue un accidente y…- me detengo cuando analizo sus palabras, me saco las manos de la cara y lo golpeo- no me tire a tus brazos, me caí. Y si mal no recuerdo tú me abrazaste, no podías soltame – se ríe

-Está bien, ¿me das mi espacio señorita?- asiento con la cabeza y me marcho a mi cuarto

Camino por el pasillo y pienso en todo lo que sucedió en ese cuarto, realmente no era él. Él no es así de dulce y tierno. Me pregunto qué le pasara, solo espero que no me lastime de nuevo con su loca forma de ser.

Dastian

No puedo dejar de sonreír al pensar en ella, no puedo creer que aceptara ir conmigo a la fiesta de mañana.

Me termino de vestir y salgo en su búsqueda, toco la puerta de su cuarto- Ya va- grita desde el otro lado y espero tranquilo apoyado en la pared

-Vaya, ¿Por qué tan feliz? – pregunta mi hermano que va pasando por el pasillo

-Por Sam- digo casi con un suspiro ¿Y tú?- él se ríe

-Por Maribel- dice como yo, embobado – conseguí su número y le estoy escribiendo, la estoy consolando. El estúpido novio que tiene la trata mal, odio verla mal, así que la invite como mi pareja para mañana – pongo mi mano sobre su hombro

-Bien, sigue así y estarás con tu reina – en eso sale Sam de su cuarto




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