Jordana no comprendía el poder de aquellas palabras, pero estaba segura que no era nada bueno, no cuando huyo dejando con una sonrisa provocativa en los labios de Dalton, apretó los lobos con tanta fuerza cuando salió de esa biblioteca, incluso chocando su cuerpo con Ked.
No tuvo tiempo para hablar solo desaparecer, no comprendía a que se refería que estaba marcada. Su único lugar seguro era esa fortaleza de su habitación, no iba a salir no tenía intenciones de hacerlo, solo se quedó ahí cuando llegó, mirando su cama.
El demonio quería hacerle la vida un infierno.
Dalton saco una cajetilla golpeando de ella y saco un cigarrillo mientras se recargaba en su Mustang negro, no iba a dar explicación, mucho menos su círculo de amigos, se los daba, pero era claro que cada uno tenía su propio juego, y el había escogido su presa.
—¿Qué fue eso? El campus habla de tu declaración hacia la chica Lee, debe ser mentira, porque tu no declaras solo tomas.
—Siempre hay una primera vez—sonrió con descaro.
—Ese es el problema, tenemos una hermanda Dalton.
—Tampoco olvides quien manda en ella, quien entra y sale, aunque este ultimo es casi, imposible, Lucas tiene a Melia, tu perdiste tu oportunidad con América, así que bueno no hay mucho que decir, incluso Doria esta interesada en Fred—Johan no podía creer que Doria estuviera interesado en ese imbécil. —Hay una regla básica, lo sabes, los fenómenos siempre serán nuestra diversión.
—¿Porque elegiste marcar a Lee? Ella no entra en nuestro mundo, ella es una refugiada, hay un límite—Dalton jugo con su cigarrillo.
—¿Cuál es el interés? —cuestiono Dalton—Para decirme y atreverte a cuestionarme, ¿Te gusta? —pregunta esto ultimo el joven lobo noto la molestia del líder.
—Es linda, independiente de todo, no hay una chica como ella, lo sabes—Dalton chasqueo la lengua, tenia razón, no había nadie como ella, con esos ojos y ese cabello. —Pero descuida no tengo interés en ella, América me quito las ganas. Además, ahora lo que se dice, Dalton, le han hecho la vida imposible, por tus ordenes, desde que tienen una relación amistosa muy cercana con Ked, o no le perdonas que se saliera de la hermandad.
Dalton no iba a responder, Ked como “ella” había un pasado, uno que el joven alfa no iba pasar, y perdonar no era una de ellas. Ked podía seguir con su vida, siempre y cuando respetara las reglas, pero ella, se atrevía olvidar.
—¿Qué es lo que se dice? Vamos dilo, ya que sueltas el veneno a la cobra—espeto dando otra calada a su cigarrillo.
—Que la declaraste, no solo eso que ella te rechazo, no sé qué fue más humillante, nadie te niega nada, todas se mueren por ser parte de tus atenciones, sabes lo que significa para la hermanda, ella no da en el cirulo, no creo que a las demás les agrade.
—¿Cuáles? —miro ambos lados—Sabes que el rey nunca debe dar explicaciones, lo que paso con Lee, se olvidará, ella vendrá a mi—sonrió malicioso verla de rodillas.
—Nunca te he pedido explicaciones, independiente de todo, podemos joderle la vida a los imbéciles, pero bueno, lo sabes ¿Verdad? Mañana será un coas cuando Lee entre al campus, todas se le echaran encima.
—Deja que las hienas se diviertan un rato, pero advierte que un maldito rasguño, será cobrado con otro. —Johan paso saliva.
—Nadie debe tocarla, y eso me refiero físicamente, pueden divertirse, pero no tolerare una marca en su piel, espero que por el bien de todos eso no pase, ella solo será mi experimento, mi juego, comprendes.
—De acuerdo, aunque, solo quieres joderle la vida Ked, si no tendrías tanto interés, o hay algo más—Dalton no respondió solo lanzo la colilla y sonrió dándole la espalda. —Dalton, ¿Estás seguro de esto? Aun vez que ella entre.
—Ella me lo debe—su mirada no vacilo, al contrario, Andrew trago saliva, era mejor no preguntar nada. —Empieza tu el juego, las hienas serán provocadas—ordeno.
Lo que en Dalton había despertado solo era el comienzo de algo que Jordana no sabía cómo enfrentarlo, tal vez lo de ayer solo era una pesadilla, tal vez solo imagino el cuerpo de Dalton rosando su hombro, pero esa fragancia suya la reconocería a kilómetros de aquí.
Ese día, ella sabía que algo andaba mal, algo no estaba bien, no cuando lo vio ahí rodeado de sus súbditos, el hijo del rey, quiso pasar de largo si no fuera por uno sus amigos, que solo se rio bloqueando su camino.
—¿Vas alguna parte Lee? —era la primera que Johan le dirigía la palabra no recuerda cuando fue la última vez, tal vez fue en prescolar, uno de ellos se ríe burlándose.
—Porque no nos acompañas Lee—dije una de las chicas.
—Vamos—intenta tocarla Johan y ella solo retoce pasando de largo.
Risas y risas se escuchan, preguntando que demonios era eso, no quería ser visible, se mantuvo invisible para muchos y desde que Dalton hablo siente los ojos inquisidores sobre ella, incluso ve a su compañeras, saluda, pero es ignorada mostrando resentimiento.
Y entonces su cuerpo respinga cuando alguien palmeo su trasero, guiándose al ver al mismo Johan divertirse siendo seguido por los demás.
—Vaya eso se sintió bien Lee—dice burlándose de nuevo—Que hay debajo de esos trapos.
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Editado: 29.09.2025