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—Cuéntanos como vas en la escuela, sé que eres buen jugador —jordana estaba por escupir la sopa.

—Bueno, no me considero el mejor—dijo con una sonrisa que la loba no se lo creyó.

—Tu padre debe estar muy orgullo de ti, además está cerca la graduación, debes tener muchas cosas en mente ahora, que estar en espera de tomar sucesión.

Dalton encogió sus hombros, estaba tranquilo, y entre más lo estaba sabía que eso fastidiaba a la misma jordana, mostrarse como un joven agradable, que, a pesar de los rumores, solo serían eso, rumores.

Observo al padre que estaba esperando una respuesta, pero más que el esperara, ansiaba lo que jordana pasaba por su mente. Pero si era torturarla eso le fascinaba más que nunca.

—Lo está, y mi deber es también tener la compatibilidad con alguien, pensemos igual por el bien de la manada.

—Supongo que no tienes problema, eres joven un centenar de muchachas—Jordana dejo la cuchara aun lado.

—Posiblemente sea así, pero no quien ha llamado mi atención—fue sutil, pero lo suficiente para que el padre notara la mirada del joven hacia su hija—No cualquiera puede ser la futura luna.

—Claro—dijo el padre caspareando.

El resto de la cena, termino tranquilo, el lobo alagaba el postre que su hija había hecho, y como Dalton degustaba el buen toque de la loba, mientras ella solo quería que se fuera de su casa, para complicar las cosas, su padre le indicó que lo acompañara cuando a la salida, ella sonrió muy afueras, pero si quería que su padre no preguntar mas, lo haría.

Dalton sonrió con malicia cuando estaba a cierta distancia del jardín, verla molesta empezaba a tomarle gusto, y eso le agrado más el ego.

—No vuelvas nunca más—dijo ella con cierto tono.

—Bueno creo que eso te va desanimar, me he comprometido con tu padre visitarlo de nuevo.

—No lo harás—advirtió ella y el solo tomo su mano con fuerza. —Suéltame, te lo advierto Dalton, no te quiero cercas, déjame en paz.

—La tranquilad es algo que no conozco.

Eso solo provoco que el cuerpo de la loba golpeara con el cuerpo del alfa. Dalton fue rápido atrapándola con más fuerza sobre el suyo, el olor de ella era dulce con una mezcla de notas flores, ella se paralizo como aspiro su cabello, eran tan íntimo ese acto que ella se apartó con brusquedad.

—No vuelvas a tocarme—apunto molesta.

—Tranquila, no tengo la culpa que seas tan torpe.

—Pero… pero si fuiste tú—tenía la cara enrojecida.

—Uno que es caballeroso en estos tiempos——dijo metiendo sus manos en su bolsillo—Luego se quejan.

—No… Sabes que … Adiós—dijo la joven metiéndose en la casa.

Dalton sonrió sin contener el placer de molestarla, ya había logrado ganarse al padre, solo era cuestión de convencerlo, se dio la vuelta y subió en su moto, antes de partir miro hacia la ventana de arriba la silueta de ella estaba ah, vigilándolo, mostro sus dientes perfectos cuando la luz se apagó, estaba seguro que estaba avergonzada de ser descubierta.

El rostro helado, la adrenalina a todo lo que daba mientras la curva era tan peligrosa que cada mal movimiento podría cambiar su vida, acelero más sintiéndose un dios, cada kilómetro era fuego peligroso.

Llego hasta la cueva como así lo llama su fraternidad, pensó que no habrá nadie, pero la música, y las luces estaba ahí, se bajó y camino con sus manos dentro de su chaqueta, abrió la puerta siendo recibido por América.

—¿Y esa cara? Asesinaste alguien.

—Aun no—dijo entrando—Pensé que no habrá nadie ahora. No es dia de reunión.

—Bueno Malia me hablo y nos reunimos aquí—dijo al ver a la otra chica bebiendo un chocolate caliente.

—Hola Dalton—saludo ella tranquila, per en sus ojos había cierto rojizo, tal vez había llorado por una estupidez de Lucas.

—¿Sucedió algo? —cuestión cuando Lucas apareció en escena molesto.

—Bueno parece que nuestra hermandad va crecer. —dijo América con cierta burla.

—Calla América, no es de tu incumbencia—espeto Lucas sementándose aun lado de Malia.

—Y bien, van a decirme que pasa.

—Estoy embarazada, eso paso—dijo Malia desanimada—Creo que mis padres van estar muy molestos, una no saben que estoy con Lucas, no después de lo que ha pasado entre nosotros, y aunque las cosas entre nosotros ya están bien, ellos no olvidan.

Dalton sabia como había sido la relación tormentosa de Lucas y Malia, su amigo le hizo la vida miserable, y todo el campus estaba divirtiéndose con el nuevo jugaste, pero la mirada de un depredador lo distingue de los demás, mientras la joven era cazada por todos, el contenía sus deseos por ella.

Luego ella rota y atormentara se libera de la bestia. Provocando que Lucas revelara que no podía vivir sin ella.

—Hay condones—espeto Dalton sentándose en el pub.

—Nosotros no usamos eso—dijo ofendido Lucas—No se evita, solo nos tomos por sorpresa, y ahora mis suegros tendrá que soportar verme.