—Más poder, más agilidad, más rapidez, más fuerza, oh pobre osco, solo quería proteger a sus pobres sobrinos… Porque son la única familia que tienes, ¿no?. Vamos levántate, ¿no puedes?, ¿eres tan débil?. Jah cierto alguien como yo puede contra el dios de la oscuridad, ¿lo mato o no?, Jah qué dilema ¿no?
—Te aseguro que un dios como tú nunca va a llegar a ser un dios de verdad, solo estás de decoración ja, ja, ja. Vamos, tú y yo sabemos que no mereces vivir, no tienes ningún propósito. ¡MUERE, OSCO!
Osco despertó rápido de ese sueño, estaba agitado, se podía sentir como su corazón latía rápidamente y como sus pulmones se hacían grandes y pequeños, Osco estaba sudando frío y estaba temblando.
Osco: ¡Hay!, dios mío, ya ni descansar, puedo, me está atormentando, ya no puedo más con esto.
Sus lágrimas recorrían su rostro y caían. Osco ya no soportaba lo que aquel dios le había dicho, se sentía solo, miserable y pensaba que el dios del fuego tenía razón en lo que dijo, pero él no se iba a quedar atrás, tuvo un mal presentimiento de que en el futuro alguien podría aparecer y acabar con él, así que se levantó de su cama y decidió llevar a sus sobrinos a conocer por fin el mundo de los dioses y así heredarles su legado de dios.
Así que se dirigió rápidamente hacia la tierra volando por el espacio.
Pasó un largo tiempo y Osco por fin llegó a la tierra, así que buscó en toda la ciudad la casa de su hermano; luego de eso la encontró y fue a tocar la puerta.
Toc… Toc… Osco tocó la puerta de la casa de su hermano.
Robert: ¡Ya voy!… ¿Osco?, hola hermano, ¡¿cómo estás?!, pasa, vamos. ¿Qué te trae por aquí?
Osco: Quiero ver si me das permiso para llevar a mis sobrinos a conocer el mundo de los dioses.
Robert: Osco, es un poco peligroso, no creo que sea tan relevante llevarlos ahí, además ¿por qué quieres llevarlos ahí?.
Osco: Últimamente, he estado un poco triste, me alegraría llevarlos para que conozcan el lugar.
Robert: ¡NO! ¡NO VAS A LLEVAR A MIS HIJOS A ESE LUGAR, ESTÁN MUY PEQUEÑOS TIENEN 7 AÑOS, SI LES PASA ALGO NO TE LO VOY A PERDONAR ASÍ QUE NO!
Sofía: ¡SUFICIENTE, Robert, estás muy alterado por una nimiedad, ya basta!
Robert: Sí, mi amor, está bien, dile tú mejor.
Sofía: Osco, lo siento, pero no me gustaría que a mis hijos les pasara algo, mejor si los dejas aquí, además que están más seguros…
Osco: Entiendo… Está bien… Adiós.
Osco abrió un portal, pero esta vez se dirigió al cuarto de Justin y Leonard.
—¡TÍO OSCO!
Osco: Shh, silencio, sus padres no pueden saber que estoy aquí ¿está bien?, pidan permiso a sus papás para salir a algún lado como al zoológico y les explico todo fuera de la casa.
Leonard: Mamá, papá, queremos ir Justin y yo, al zoológico, ¿podemos?
Sofía: ¿A que hora llegan?, no muy tarde porque les puede pasar algo.
Leonard: llegaremos a las diez de la noche.
Sofía: Está bien.
Justin y Leonard salieron de la casa, pero como siempre Leonard era el tipo de persona que cierra la puerta apenas sale y le cerró la puerta a Justin en la cara.
Justin: ¡LEONARD OTRA VEZ!.
Leonard: Lo siento.
Osco: Bueno, ya dejen de pelear, los voy a llevar a… El mundo de los dioses, ¿qué dicen?
Justin: ¿EL MUNDO DE LOS DIOSES? ¡Qué emoción!
Justin saltaba de la felicidad y Leonard también, estaban muy felices, su corazón latía rápidamente como un reloj haciendo tik tak.
—Se solicita la presencia de Justin kin, el hijo de Robert. Muchas gracias
Justin: ¡Oh!, es el rey, vamos, luego vamos al mundo ese.
—Saludos, Justin, veo que viniste con dos acompañantes, ¿quiénes son?.
Justin: Son mi tío Osco y mi hermano Leonard.
—Oh entiendo, veo que tienes prisa, ¿no?, bueno, solo quería darte esto, una esmeralda, veo que te gustan mucho, así que decidí regalarle una a su persona, de nada.
Justin: Ah… Pues muchas gracias. Adiós que le vaya bien.
—Adiós Justin y compañía, guíenlos a la salida guardias.
Osco: El rey es muy amable contigo, ¿no? Lo contrario al rey de los dioses.
Osco alzó su mano y de repente todas las nubes, el agua y la tierra se unieron y se volvieron oscuras formando un portal oscuro.
Osco: Pasen, tranquilos, no tengan miedo, es como la última vez.
Justin emocionado entró de un salto al portal, Leonard entró corriendo al portal como si su vida dependiera de ello.
—¡Guau! ¡Este lugar es genial!
Dijeron Leonard y Justin a la vez.
Osco: ¡Bienvenidos al mundo de los dioses! Vamos a ir primero a esa gran montaña, necesito hablar con alguien, voy a presentárselos.
Editado: 25.06.2023