El Rey Durmiente.(volumen 6 y último)

PRÓLOGO: El Pacto del Durmiente.

Tintagel, Cornualles. Año 542 d.C.

​El mago Merlín se inclinó sobre el cuerpo inerte del Rey Arturo. La Armadura, hecha del más puro mithril, brillaba bajo la luz artificial de la caverna. Arturo no estaba muerto; estaba en un estado de sueño profundo, inducido por el ritual alquímico más complejo de Merlín.

​Merlín no podía permitir que el espíritu de Arturo se desvaneciera o que cayera en manos equivocadas. La Armadura no era solo una defensa; era el pináculo de la magia y la ciencia.

​La Armadura de mithril actuó como una matriz absorbente. Al beber el Elixir de los Inmortales justo antes del sueño final, el espíritu indomable, la fuerza inquebrantable y la voluntad pura de Arturo quedaron congelados dentro del metal de la Armadura. El mithril se convirtió en un repositorio de su esencia, esperando ser activado.

​El mago grabó el ritual final en las paredes de la tumba: La Daga de Merlín como el bisturí para abrir el metal y permitir la transferencia, la Base del Cáliz como el corazón para completar la matriz, y el Elixir como el catalizador para despertar el poder.

​Merlín sabía que, con el tiempo, otros buscarían la Armadura. Por eso, él creó la Saga de La Última Reliquia de Aztlán; un camino de pruebas que solo sus herederos—aquellos con la inteligencia de su linaje y la voluntad para rechazar la ilusión (el Cáliz)—podrían seguir.

​El último enemigo no sería la muerte, sino aquellos que buscan robar la eternidad. El Consorcio de los Mil Años.

​Al sellar la tumba, Merlín dejó un último conjuro: una advertencia y una promesa. Solo un portador digno, uno que hubiera pasado por el fuego de las pruebas, podría fusionarse con la Armadura sin ser consumido por la inmensa voluntad de Arturo. El proceso sería doloroso y peligroso.

​Merlín se retiró de la cámara, dejando al Rey Durmiente en su reposo. La Armadura de mithril esperaba, no para traer de vuelta a Arturo, sino para ofrecer su fuerza a un nuevo campeón en el momento de mayor necesidad.

El tiempo se había agotado. El Rey Durmiente estaba a punto de despertar.

Fin del Prólogo.



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En el texto hay: acción , trama, mercenarios

Editado: 15.12.2025

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