Prólogo

El Acantilado del Sol era un buen lugar para pasar la tarde, un sitio medianamente aislado de la agitada y peligrosa «Bluestone City», en la cual, poco a poco mi nombre como detective privado parecía ascender después de resolver el polémico caso de 'Los gemelos Fox'.

Las violentas olas del océano atlántico chocaban contra las rocas que sobresalían del agua aunque sin generar salpicaduras muy significantes, en el borde del acantilado se podía ver el mar totalmente azul y dado que poco a poco se oscurecía, apreciar la fauna marina era mas difícil al pasar de los minutos.

En mi mano, el tercer cigarrillo de la tarde al cual le había perdido completamente el gusto y no sabia que hacer con él seguía ahí desde hacía mas de 10 minutos, solo me restaba esperar al momento en que el fuego lo consumiese por completo convirtiéndolo en simples cenizas. A lo lejos, distinguía luces, el area de comidas donde familias, parejas y algún solitario como yo veían el atardecer y la caída de la noche acompañado del gran manto estelar. 
Las personas acampaban cerca de ahí, posteriormente con el arrullante sonido de los búhos y sin preocuparse de insectos o animales mas grandes o amenazantes pasarían la noche entera durmiendo sin problemas. Horas después, ver el amanecer desde ese punto muchas personas lo consideraban algo 'mágico'.

Pensaba en ir al «Ray's Little Donuts» mas cercano por un café, no tenía apetito hoy, solo quería el café, conducir lento por las carreteras y volver a casa esperando un día de mañana mejor.