El rey que convertira a la prostituta en emperatriz

CAPITULO 2

Llego a casa alrededor de las 6 de la mañana, mi hermana aún se encontraba dormida, tenía su cabello rojizo que lo había sacado de papá, le doy un beso en su cabeza, pues aún con 12 años olía a un bebé, me quedo pensando en la propuesta de anoche, mientras me desvisto, era el segundo baño que tomaba en el día, pues no quería oler a los jabones del trabajo.

—¿Hermana ya llegaste? — Me dice mientras por las rendijas del baño de madera la veo de espaldas.

—Si, ya llegué en un momento salgo — Le digo mientras ella se aleja de la puerta, lucia delgada, y sus ojeras estaban un poco marcadas —. ¿A qué hora te dormiste?

—No lo sé hermana, aun no se leer el reloj de sol — Le acaricio el cabello, indicándole que se siente, para servirle las sobras de ayer.

—¿Qué te parece vivir en una casa mejor que esta? — Nuestra casa era una de las afectadas por el terremoto, que en cualquier momento podía caerse por lo que estaba a un precio bajo, casi regalada.

—¿Estarás conmigo? — Pregunta.

—Por supuesto — Me apresuro a decirle sentándome a su lado, mientras como lo que sobra de la olla.

—Entonces me encantaría hermana — Me dice llevando su plato a la cazuela donde lavamos los platos —. Hermana ¿Qué hora es?

—Creo que las 8... — Le digo mirando el reloj de sol, ella toma sus cosas rápidamente.

—Se me hace tarde para ir a trabajar — La ayudo a cambiarse con su uniforme de enfermera, y le doy el dinero de anoche para que coma algo en el camino.

—Cuídate mucho — La encamino a que tome un carruaje público, mientras los murmullos a mi paso se incrementan.

"¿Ya viste a la pecadora esa?" "Si, que vergüenza ser ella" "Si yo fuera ella, solo saldría para darle mis servicios a los inmorales"

Me muerdo la lengua para evitar contestarles, solo volteo a ver a las tres mujeres quienes cotilleaban a gusto para saludarlas, quienes se ofenden, me concentro en la plática que tuve con el rey anoche para despejar mi mente.

~~~~~~~

La rudeza del rey me había dejado helada y no sabía si estaba bromeando, pues su cara seria me lo decía todo, me quede en silencio, para después echarme a reír, me levanto dejando el suéter en la cama para agarrar mi gabardina roja, mientras me sirvo un vaso de whisky, los presentes niegan con la cabeza.

—¿Piensa que es una broma? — Me dice mientras me indica que me siente —. ¿Cuál es su nombre?

—Elizabeth Bennet — Digo sin pensarlo mucho, pues iba en contra de mi contrato decir mi nombre real, el rey se cruza de piernas delante de mí, con una sonrisa.

—Orgullo y prejuicio de Jane Austen... ¿No es así? — Asiento con la cabeza, mientras que con una mano le indica a su acompañante que salga, dejándonos solos, el ambiente podría ser como sin los gemidos que nos envolvían con la música que entretenía para el segundo round —. ¿Sabes leer?

—Y escribir su alteza — Le contesto.

—Caleb, llámeme, Caleb ¿Lottie? — Doy un trago al Whisky pues no podría hacerlo sobria, este se estaba comenzando a diluir con el hielo que se derrite — ¿Acostumbra a beber en horas de trabajo?

—Simplemente cuando es un cliente indeseado — Me tapo la boca a lo que el ríe fuertemente.

—¿Así que soy un cliente indeseado? — Me pregunta acercando su cara hacía el frente, me pide el vaso de whisky para tomar de mi vaso.

—No para nada su maje... Caleb... Simplemente no puedo cumplir fantasías sexuales siendo otra persona — Este comienza a ahogarse con el whisky.

—¿Perdón? — Su cara estaba roja.

—No hago ese tipo de trabajos, pero mi compañera Navier podría hacerlo — Este vuelve a reírse, no entendía que era tan gracioso.

—Esto será más interesante de lo que pensaba... Tu nombre verdadero es Vanessa de Luca Arimendi, bueno si tu familia siguiera ostentando el titulo real, pero ya que tu bisabuelo cometió traición te quedaste con el apellido de soltera de tu bisabuela que es Graham ¿Me equivoco? — Niego con la cabeza.

—Su alteza, mi bisabuelo pago los crímenes con su vida, así es como la familia del actual emperador ascendió al trono. Conozco la historia. No entiendo ¿Qué tiene que ver eso conmigo? — Le digo del tono más cordial que aprendí a hablar.

—¿Qué harías si te digo que tu abuelo fue inculpado? ¿Qué por esa razón pudo dar a luz a tu padre y pudo conseguir trabajo en una finca? — Me dice quedándose con mi vaso de whisky.

—¿Cuáles son sus pruebas? — No me importaba mucho debajo de la cama tenía una botellita de tequila que me había regalado un cliente.

—Tengo un diario que me dio la emperatriz donde me dicen lo que paso, como la palabra de varios duques y condes de lo sucedido, pero al ser ya demasiado viejos caen en la palabra de la senilidad — Dice mientras le sirvo más alcohol —. Por eso la necesito señorita, reclame lo que por linaje es suyo.

—Suena bastante bien... Pero ¿Qué es lo que quiere usted a cambio? — Él sonríe, estaba comenzando a estar borracho pues sus ojos color miel, se comenzaban a dilatar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.