El rey que convertira a la prostituta en emperatriz

CAPITULO 8

El rey se encontraba furioso en mi sala, pero yo estaba aún más de cómo había tratado a mis invitados, creyéndose el dueño y señor, aunque en verdad lo era, no podía venir de esa manera a mi lugar, tomo asiento mientras el me mira fijamente, iniciando una guerra de miradas.

—Eres demasiado imprudente... Ya lo tenía bajo control — Me dice sacándose la corbata.

—¿Cómo se enteró que no estaba aquí? — Le pregunto a lo que él se ríe burlón.

—Lady Jane vino a verla, al no encontrarla se preocupó y me informo — Me comienzo a reír más fuerte, ahora estaba segura de que había sido ella quien disperso los rumores, lo que no sabía es quien le dio la certeza —. ¿Qué le parece tan gracioso? La manera en la que al ir a ese burdel de tercera puede dañar mi reputación.

—Caleb, usted me saco de ese burdel. Jamás diré que vine de un convento pues claro que estuve de rodillas, pero no para rezar exactamente y usted lo sabe. Y lo que dice el periódico son noticias que usted y yo ya conocemos. Respecto a que le daño su reputación usted no lo pensó mucho cuando se paseaba por los distritos del brazo de la viuda de Pebertom mientras cada semana le mandaba flores a una "Novuo Reich" — Le digo mientras prendo una vela —. En fin. ¿Quién daña realmente a quién?

—Ambos sabemos que soy el rey. Puedo hacer y deshacer a mi antojo — Jamás había pensado que tan imbécil podía ser.

—Tiene razón. Podrá ser el rey, pero yo seré la emperatriz. Y con o sin usted puedo lograrlo la cuestión es ¿De qué lado quiere estar? — Me le pongo cara a cara, siempre había tenido miedo, pero era cierto, con el o sin él podía ascender por ser antepasado oficial de los emperadores.

—Ambos hay que calmarnos — Me dice para que nos sentemos, mientras veo por la rendija a mi hermana esconderse con Renata, pero ya las había visto, y ellas habían escuchado todo.

—Retírese — Le digo parándome, era la última persona que quería ver el día de hoy.

—Como ordene, alteza — Dice haciendo una reverencia de burla —. Solo recuerda algo... Si una emperatriz o emperador muere el esposo se queda como regente.

Me susurra al oído, este se despide y sale de la habitación haciendo que tome el brandi que había a la vista para beberlo como agua, Renata le tapa los ojos a mi hermana para subirla a dormir, me quedo llorando toda la noche, ahogando todo lo que sentía en alcohol, había amanecido en el sofá con una manta, al despertar solo como un poco para irme a bañar.

—Marcus alista un carruaje hacia la casa de Lady Pebertom — Le digo mientras me pongo mi collar de perlas, y mi anillo de compromiso.

—Mi lady, el rey nos prohibió que usted saliera — Me dice un poco apenado, había una guerra de bandos.

—Yo me encargo de eso, hazlo por mí — Le digo y el asiente en poco tiempo se había vuelto un amigo para mí.

Me visto de la mejor manera, pido que me dejen a una cuadra para caminar y ser vista por todos, el rumor no tardaría de llegar al rey que su prometida fue a ver a su amante, esta me saluda, mientras Mariam me da la foto, su casa era particularmente más grande que la de cualquiera de toda la cuadra, las puertas se abren, pero noto al caballero que se esconde.

Le hago señas para que se acerque.

—Su hermana me mando, lo siento alteza — Si ya estaba aquí lo pondría a trabajar, caminamos el largo trayecto de camino a la casa, ella nos espera muy arreglada como si supiera que iría el día de hoy.

—Le brinde gloria al reino, futura reina — Dice haciendo una reverencia, pero hasta yo sabía que debía de besar la comisura de mi falda, así que la muevo para que lo haga y ella me ignora.

—Tienes una bella casa Arlette, me gusta la decoración — Ella se voltea mirándome como fiera, era realmente una maldita, así que saco la foto, ella me la trata de arrebatar, pero la empujo —. Vamos a la sala. Tienes una ¿Verdad?

Podría sentir su mirada amenazante me siento en el sofá, si mi maestra de etiqueta me viera estaría más que decepcionada de mí, es más pediría que la enteraran viva, con tal de no seguirme viendo.

—Lady Ericka, Me pidió que te mandara saludos — Digo mientras una mucama le sirve té solamente a ella.

—Que gracioso. Los delincuentes siguen siendo amigos — Ríe bebiendo a sorbos pequeños.

—Cariño, nadie te obliga a vender tu cuerpo, ella te dio una opción y la aceptaste. No la culpes a ella de tus malas decisiones — Mariam me sirve té después de tomarlo ella primero, así verificaba si le echaba algo que pudiera dañarme —. La razón por la que difundiste el hecho de que soy una prostituta no me importa, pues sé que son los celos, pero que idiota eres al meterte con una De luca.

—La que su bisabuelo es un traidor a la corona, claro — Se ríe, esta era una guerra de ambas, ella luchaba por un hombre, que jamás le pertenecería.

—Y emperatriz legitima de la corona — La carta que hizo que se cayera su galleta —. ¿A que no lo sabias? Te aconsejaría no meterte en mi camino por que cuando sea emperatriz la primera cabeza que va a rodar será la tuya.

—El rey no te dejara hacerlo porque, a diferencia de ti, el me ama — Me dice a lo que hace que me ría haciendo que las mucamas vigilen.




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