Mika
—Papá —cargué a Apollo y lo abracé fuerte y pensar que no pensaba bajar a cenar, me iba a perder de ese abrazo.
—¿Qué tal tu día campeón?
—Lo pasé conociendo está gran casa, si ando solito me pierdo—sonreí.
—No te preocupes campeón —Pythia se sentó y no me dirigió la palabra, me encogí de hombros.
— Buenas noches —me giré para ver entrar a Yalena, se veía espectacular en su vestido negro, pero sencillo.
— Buenas noches Yalena —sonreí y bajé a Apollo —Él es el príncipe Apollo—mi hijo extendió la mano.
Yalena le hizo una reverencia a Apollo que lo hizo reír.
—Un gusto conocerlo príncipe Apollo —estrechando su manito.
Sonreí y ayudé a sentarse a Apollo y Altaír apartó la silla de Yalena.
—Ella es Pythia, la madre de Apollo —Yalena miró con sorpresa a Pythia.
—Creo que había escuchado que usted era soltero rey.
—Lo soy —tomé mi copa de agua, mientras sentía la mirada furiosa de Pythia sobre mi, pero decidí no mirarla — ¿Mañana comienza con la educación de mi hijo?
—No, prepararé las clases que le impartiré al príncipe Apollo, en la agencia no me dieron muchos detalles y uno de ellos es la edad del príncipe, preparé clases para un niño mayor, así que mañana me dedicaré a preparar las clases acorde a la edad del príncipe Apollo.
—Perfecto.
—Yo estaré en las clases de mi hijo— Pythia me miró — No puedes oponerte Mika —suspiré.
—No lo haré, si deseas estar en las clases de Apollo puedes hacerlo.
Pythia asintió y empezó a comer, por un momento me quedé pensando en la proposición que le haría a Pythia.
Cenamos en silencio sólo la voz de Apollo se escuchaba en el comedor, una vez terminamos de cenar, me levanté para llevar a Apollo a su habitación a dormir, Pythia iba adelante nuestro.
Cuando Apollo se durmió, bajé a traer una copa de Whisky, lo necesitaba.
Yalena estaba moviéndose al ritmo de la música, que había puesto bajito. Se giró y me miró con sorpresa, pero luego me sonrió.
—Baile conmigo rey.
—Tengo años de no hacerlo Yalena — ella se me acercó.
— Si me lo permite — tomó mi mano —Me gusta bailar, en casa siempre lo hago con la escoba —puso sus manos en mi cuello y empezó a moverse al ritmo de la música, y yo la seguí, desde que empecé a tener los problemas de impotencia había dejado de bailar, se sentía tan bien volver a hacerlo.
Pythia.
Sabía que no dormiría, así que decidí ir a la biblioteca por un buen libro, cuando iba bajando las escaleras, escuché música romántica, sonreí al pensar que a Mika le gustaba la buena música, mi sonrisa se borró al verlo bailar con la institutriz, sus cuerpos estaban bien pegados y se miraban a los ojos. Mika no me debía nada porque no éramos pareja ni nada parecido, pero verlo con la institutriz me hizo sentirme mal, me giré para buscar mi habitación. Sentía un peso enorme en mi corazón, yo había causado el odio de Mika y desearía regresar el tiempo, pero era consciente que no lo lograría, abrí la puerta de mi habitación y no me preocupe en cerrarla, me cambiaría y bajaría a la playa, saldría por la puerta de atrás, iba a mi baño cuando escuché mi móvil sonar, sonreí al ver el nombre se Dymas en la pantalla.
—"Hola Dymas"
—"¿Puedes explicarme eso de que estas en una isla?"
—"Es Medrea, la isla del padre de Apollo, no me digas que ya no puedes vivir sin mi"— lo escuché soltar una carcajada al otro lado de la línea.
—"Los extraño Pythia"
—" Lo imaginó Dymas, también te extraño" —sentí un escalofrío en la espalda me giré y me encontré con la mirada más fría que jamás había visto, no sabía cuánto tiempo tenía Mika de estar ahí de pie, pero a decir verdad no me importaba, no estaba haciendo nada malo.
—"Te llamó mañana Dymas"
—" ¿Pasa algo? "
—"Todo bien Dymas " —colgué y miré a Mika.
—¿Qué deseas Mika?
Él no respondió sólo apretó la mandíbula y se marchó, Molesta me acerqué a la puerta a cerrarla con llave, era un idiota total.
Miré el móvil cuando entró un mensaje.
— " Viajaré a Medrea, quiero asegurarme que estas bien, no me gusta la fama del padre de Apollo" —suspiré al leer el mensaje de Dymas, nuestro divorcio había sido muy amistoso, él y yo éramos grandes amigos.
Mika
Había visto a Pythia salir apresurada de la sala, fui casi detrás de ella, cuando logré soltarme de Yalena. Pero mi sorpresa fue al escucharla hablar con su ex esposo, parecía que se seguían queriendo, si me casaba con Pythia sería un cornudo de primera, pero la salvación de Medrea era casarme con Pythia, aunque el consejo no lo dijo, sabía que buscarían a quitarme del trono, tontas leyes creados por mis antepasados. La isla estaba en peligro si caía en manos de Kosmos.
Apreté fuerte la mandíbula, le hablaría del peligro que corría Medrea, quizás aceptará casarse conmigo para defender la tierra de Apollo.
Editado: 09.02.2019