El Rey Sádico [saga Griegos #3]

Capítulo 12

Pythia

Me puse las gafas de sol para poder observar a Mika, Yalena había hecho todo un espectáculo quitándose la ropa para quedar en traje de baño.

Mika no había notado que de reojo lo estuve viendo,estaba molesta, pero sabía que no podía reclamar, a veces había amenazado a Mika si tocaba a la intitutriz, lo dejaba impotente, pero sabía que no teníamos una relación real.

Apollo me pidió que lo llevará al agua y me desvesti molesta. Tire los lentes de sol y agarre a mi hijo de la mano. El colmó la famosa intitutriz llevaba un tarro de protector solar y de reojo vi que se dirigía a Mika, pero sonreí al ver que él se puso de pie y pasó junto a ella sin hacer caso de su petición de aplicarle el protector.

Mordí mis labios al ver ese dorso desnudo, Mika era un hombre muy sensual, todo él gritaba virilidad.

Se me acercó y tomó a Apollo subiendolo a sus hombros, me quede de pie dejando que las olas rozaran mis pies, estaba maravillada con el cuadro de padre e hijo disfrutando de sus momentos.

—Se ve feliz el rey — Altaír me miraba con curiosidad.

—Asi se ve— me crucé de brazos y seguí contemplandolos.

—Yo fui empleado de sus hermana Effie y ella se ganó mi respeto —no respondi —Y ahora mi respeto es para usted mi reina.

Lo miré a los ojos y vi que hablaba en serio.

—Si es así, ¿dime que relación hubo o hay entre Mika e Inés? — Altaír me miró con sorpresa creo jamás se espero mi respuesta.

—Amistad mi reina —metió las manos en sus bolsillos —Él la salvo del señor Anker y le tomó cariño. Antes de saber que tenía un hijo había decidido hacer su heredero a Dimitri — desvié la mirada hacia mi hijo y su padre.

—¿y es sólo amistad?—sonreí con ironía —Su foto descansa en su escritorio.

—Lo es mi reina, usted sabe que debido a su condición él no tenía esperanza de procrear más hijos —agrande mis ojos.

— ¿Tú lo sabes?—él asintió.

—Me siento honrado al saber que el rey confía en mi, desde que llegue a Medrea me volví un empleado del rey y en su confidente.

Asentí y miré pasar junto a nosotros a Yalena, no se daba por vencido.

—No le tema a ella mi reina, ella no causa ninguna reacción en el rey—miré el escultural cuerpo de Yalena.

—No lo creo, mírala bien — Altaír sonrió.

—La miró bien, pero ella no causa efecto en el rey, créame.

Cuando Yalena entró al mar fue como si tiburones lo hubieran infectado, Mika tomó a Apollo entre sus brazos y salió a toda velocidad.

— ¿Ahora me cree?—Altaír me miraba con burla.

Sonreí al darme cuenta que Mika evitaba a toda costa a Yalena, pero realmente mi preocupación era Inés ¿Qué hombre tendría en su escritorio a una mujer con su hijo? Solo uno que guardará sentimientos hacia esa persona y quizás Mika no hacia nada porque ella estaba casada.



#846 en Novela romántica
#317 en Otros
#114 en Humor

En el texto hay: romances, perdon, amor

Editado: 09.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.