Mika
Pythia abrazaba fuerte a Effie, ambas se miraban a los ojos con mucho cariño.
—Me voy feliz sabiendo que estas bien —Effie besó su mejilla.
—Seguiremos nuestra charla por teléfono, es increíble tener de hermana mayor a una reina — Pythia le sonrió y se despidió de su hermana, Matías extendió los brazos para abrazar a Pythia y que me parta un rayo, pero no la tocaba, así que avance y para sorpresa de él y de todos yo, el rey de Medrea, abracé a Matías.
—Eh... gracias por todo Mika —sonreí un poco apenado, pero cuando paso la pena seguí en medio de ellos, así que Pythia extendió la mano para estrechársela a Matías.
—Nos vemos Matías— se giró mi esposa y yo solo la seguí, pero no deje de notar a Graco muerto de la risa, enarque una ceja y me encogí de hombros, debía cuidar a la mejor amiga de mi amigo, así que no me arrepentía.
Inés se acercó a mí y clavó sus ojos en mí.
—Cuídate Mika—esa chica pecosa era mi amiga —Planeare un viaje para ir a Medrea con Dimitri —sonreí al escuchar eso.
—Sabes que eres bienvenida en mi palacio...—Pythia se hizo junto a mí y su ceño estaba fruncido.
—Supongo va el guapo de tu esposo—creo me sentí como en una película de terror, mi cuello se giró rápidamente para mirar a Pythia, ¿veía guapo a Graco?
—Por supuesto que voy —y ahí iba mi cuello de nuevo, necesitaría un buen masaje porque se giró para ver a Graco que le sonreí a mi esposa.
—Vaya Inés, te avisaré cuando puedan visitarnos... olvidé que habrán remodelaciones en el palacio y todas las habitaciones estarán cerradas —Creo Graco entendió que estaba inventado esa excusa, despues que Pythia lo llamo guapo, él no abandonaba la sonrisa y me enfurecía ver que el muy imbécil le mostraba los perfectos dientes a Pythia.
—¿Remodelaciones?—entrecerré los ojos cuando Pythia me preguntó.
—Si remodelaciones— la sujeté del brazo y la empujaba suavemente para avanzar—Te aviso Inés —casi corrí con Pythia del brazo, subimos al auto.
Pasé mi mano por mi pelo ¿qué rayos fue eso?, no quise bajar para ir por Apollo, por el vidrio del auto pude ver a Pythia, era pequeña, pero estaba bien proporcionada, cualquier hombre desearía estar entre sus piernas, pero se quedarían con las ganas por que era mi esposa.
Cerré los ojos en el helicóptero, no deseaba seguir pensando tantas locuras.
Cada quien busco su habitación una vez llegamos al palacio, me di un baño y cuando salí del baño, me puse ropa cómoda, iría por un buen libro para descansar un rato, pero antes de doblar por el pasillo escuché hablar a Yalena.
—Me doy cuenta que el rey sólo se casó con Pythia por el trono, ni siquiera duermen juntos...
—No hables lo que no sabes muchacha — no supe identificar al hombre con quien hablaba Yalena.
—Claro que lo sé, ¿por qué crees que el tal Dymas regresó anoche a la isla? —sentí que mi sangre hervía, si él creía que volvería a tener a Pythia en su cama estaba loco —Es simple porque en la cama de la reina no hay movimiento, se nota que el rey no la desea, así que yo puedo entrar a su cam... — me di la vuelta, no quería seguir escuchando los planes de Yalena, si ella creía que no deseaba a la reina estaba muy equivocada, mi cuerpo se encendía sólo con recordar la mañana que tuvimos... Abrí la puerta del cuarto de Pythia y ella estaba entrando a su cuarto con una toalla alrededor de su cuerpo, acababa de darse una ducha, me miró interrogante, pero no dije nada, puse bajo llave la puerta y cuando me giré, la toalla descansaba en el suelo... Así que no era el único calenturiento en el palacio, me acerqué a ella y la cargué pegándola a la pared, rodeó mis caderas con sus piernas.
—Debo saber si mi amigo vuelve a lograrlo —Pythia me sonrió.
—No tengo ningún inconveniente Mika— sonreí y a cómo pude bajé mis pantalones, claro que Willy porque así se sentía cuando lo liberaba de su prisión estaba más que listo.
Me apodere de su boca y la besé con frenesí, tenía un plan. Iba a saciar de tanto placer diariamente a Pythia para que no tuviera deseos de ver hacia otro lado, era mi medicina y debía charlar con mi amigo si deseaba sentir ese placer debía funcionar siempre por qué corríamos el riesgo de quedarnos a punta de pan y agua si Dymas la reconquistaba.
Editado: 09.02.2019