El Rey Sádico [saga Griegos #3]

Capítulo 25

Mika

¿Y tú? —la miré confundido.

—Sabes que desde que estuvimos juntos no ha habido otra— me senté junto a ella —Pythia los médicos me decían que era algo mental, a veces pensaba que era porque mi cuerpo se negaba a estar con alguien más —suspiré y le confesé lo que había guardado para mi—Desde la vez que te vi, y desde ese día te quería para mi— tomé su mano —De ahí mi odio Pythia, porque pensaba que tú estabas haciendo tu vida tranquilamente con Dymas.

Ella recostó su rostro en mi hombro.

—Dime la verdad ¿qué has sentido por Inés?— besé su cabeza.

—Amistad, ella es sólo mi amiga Pythia  —se incorporó y me miró a los ojos—Cuando no sabía que tenía un hijo, había decidido darle el trono a Dimitri, pero por darle un rey a Medrea, no porque ame a Inés. Ella es una gran mujer, pero desde que la conocí sólo he sentido cariño de amigos, nada más.

— ¿Y la foto? —sujeté su barbilla y la miré a los ojos.

—Por años he estado totalmente solo Pythia —suspiré— Inés lo entendió cuando estuvo en Medrea, creo ella me enviaba fotos de su familia para hacerme sentir parte de su familia. No creas que me envía fotos de ella y su hijo va incluido Graco— sonreí.

—Mika— pasó sus manos alrededor de mi cuello —Creo que he sido muy injusta con Inés, ahora será difícil que seamos amigas— pegué mi frente a la suya.

— Inés te comprenderá, creo es mas celosa que tú — sonreí — Ustedes las mujeres nos reducen a unos cachorritos.

Ella sonrió.

— ¿Mi rey un cachorrito? —asentí.

—Tú esclavo Pythia— besé sus labios —Irremediablemente tuyo, Willy esta inquietó creo desea ser libre — sonreí—Luego iremos por nuestro hijo y haremos una visita a Inés.

—Está bien Mika, liberemos a Willy.

Pythia.

Cargaba a Apollo, desvié la mirada hacia Mika quien estaba frente a la puerta esperando que abriera, solté el aire al ver que Inés abrió la puerta, su gran sonrisa me hizo sentir mal, ella ni siquiera me miraba con ganas de echarme de su casa.

—Pero que agradable sorpresa —se hizo a un lado para que entráramos.

Mika apretó mi mano, avanzamos hacia la puerta y ahí estaba Graco con Dimitri y un señor.

—Mika, Pythia— se levantó y estrechó nuestras manos—Él es Alexander nuestro abuelo —Alexander nos saludo con mucha alegría.

Se sentaron e Inés me miró detenidamente para ponerse roja, mordí mi labio ya iba a echarme.

— ¡Mika Costas!— los hombres se quedaron en silencio, Inés se puso de pie —¿Golpeaste a Pythia no me salgas con que se dio contra la puerta porque n... —la interrumpí me di cuenta que Inés tenía los puños cerrados y se iba acercando a mi esposo amenazadoramente.

—Inés, él no me ha golpeado—Inés me interrumpió.

—No lo defiendas, por eso hay golpeadores por que las esposas los apañan — Mika estaba rojo pero de vergüenza.

—Fue Kosmos el tío de Mika, acabamos de salir de un ataque al palacio — Inés se detuvo y nos miró a los tres.

— ¿Están bien?— Inés tocó mi mejilla, hice una mueca por el dolor —Lo siento— miró a Mika— Lo lamentó Mika, pero me sacó de mis casillas pensar que el golpe de Pythia fue por un golpe tuyo, pero lo bueno es que no te golpeé —sonrió y me di cuenta que Inés hablaba en serio, hubiera golpeado a Mika por mi...

— ¿Podemos hablar Inés? —ella asintió, me levanté mientras Graco y Alexander le preguntaban a Mika sobre el ataque, Inés me condujo a una salita muy bonita y muy femenina.

—Está sala es mía, a Graco no le gusta estar aquí por que dice que de tanto rosa saldrá caminando raro— sonreí, pero me mantuve de pie.

—Lamento haber sido odiosa contigo, el ignorarte...— ella se me acercó y sujetó mis manos.

—No te preocupes, sabía que eran celos, una celosa conoce a otra celosa —sonrió—Me alegra verlos diferente a los dos, supongo al fin arreglaron sus diferencias.

—Si, las arreglamos, de hecho estamos ilusionados con la esperanza de que esté esperando otro hijo — Inés me miró con sorpresa.

—¿Mika pudo?— asentí —Lo supe porque soy su amiga y Anker me envió a la isla esperando que Mika me hiciera daño, acababa de enterarme que estaba embarazada y Mika me lo dijo para que yo pudiera estar tranquila.

—Gracias por no haberlo dejado solo y compartir tus momentos en familia con mi esposo —Inés me miró.

—Él estaba rodeado de tanta gente, pero su alma y corazón estaban solos.

—¿Puedo abrazarte? Sé que es difícil que me consideres como una posible amiga... —Inés no me dejo terminar y me abrazó fuerte.

—Claro que podemos ser amigas —me miró y sonrió —Quiero ir a Medrea estoy muy estresada y unos días con sol y arena me caerán maravillosamente bien, puede ir Effie con Matías.

Sonreí.

—Son bienvenidos, he pensado que los chicos pueden crecer juntos y hacerse grandes amigos, Medrea será su segundo hogar.

— Gracias Pythia, eso espero que Dimitri sea un gran amigo de Eileen y Apollo.

Sonreímos y regresamos donde estaban los hombres y los niños, Mika me sonrió con orgullo porque yo ahora era una mujer diferente, pedía disculpas y sobre todo reconocía mis errores.

Me senté junto a mi esposo e hijo, enfrascándonos en una animada conversación, de reojo vi a Mika, un hombre totalmente diferente al que había visto cuando nos reencontramos. Mika se veía feliz.



#814 en Novela romántica
#306 en Otros
#113 en Humor

En el texto hay: romances, perdon, amor

Editado: 09.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.