Desde aquí arriba puedo volver a escucharla.
Creí haberla perdido, cuando mi guitarra yacío sola en aquella habitación.
Hasta que salí hasta el monte en el que me hayo donde puedo ver toda la ciudad.
Mis manos empiezan a moverse solas a través de los acordes.
Al son de los fuegos artificiales.
Al son de mis musas