Elena, con el collar de hierro marcando su cuello y el plug anal de cristal en su trasero, se encontraba de rodillas, completamente desnuda, su cuerpo temblando ante su Amo. La presencia de Isabela añadía una capa de morbosa humillación al momento.
—¡Amo! ¡Lucián! —imploró, con el placer/dolor en su trasero—. ¡Estoy lista! ¡Toma mi coño! ¡Fóllame por mi juramento de sangre! ¡Hazme tuya para la eternidad!
Lucián sonrió, una sonrisa de dominación absoluta.
—Suplicar es la música del Ritual, Elena. Y yo soy su orquesta.
Él la tomó del cabello con una mano firme, obligándola a levantarse y, con la otra, se desabrochó la ropa, revelando su gran polla dura y ansiosa. La obligó a arrodillarse frente a él.
—Primer acto del juramento eterno: la boca del esclavo se une a la posesión.
Elena no dudó. Tomó la polla de su Amo en su boca, lamiéndola y succionándola con una ferocidad dictada por la sumisión y el deseo. Lucián gruñó, disfrutando de la dominación oral ante la mirada aprobatoria de Isabela.
De repente, Lucián la levantó y la giró bruscamente. —Segundo acto: El agujero prohibido se une al placer.
Con un movimiento rápido, Lucián retiró el plug anal con un tirón seco y se hundió en su agujero anal con una furia posesiva. La penetración fue salvaje y sin piedad, un acto que fusionó el dolor del castigo con el éxtasis de la sumisión. Elena gritó, el sonido resonando en el sótano.
—¡Grita mi nombre, esclava! ¡Di que quieres mi polla en tu culo para siempre!
—¡Lucián! ¡Sí, Amo! ¡Fóllame duro! ¡No te detengas! ¡Soy tu esclava eterna!
Lucián, con la posesión anal en su clímax, la levantó de nuevo, sin retirarse. —Tercer acto: El recipiente del alma se une al semen del Amo.
Él la bajó sobre su cintura, forzando la punta de su polla a la entrada de su coño, aún llena de semen de la posesión anal. La penetración vaginal fue la culminación del Ritual, un acto de triple posesión salvaje y absoluta.
—Ahora, pídame, suplíqueme, que la folle por el resto de la eternidad. Es su juramento final.
Elena, con la mente deshecha por el placer y el dolor, se abrazó a su cuello. —¡Por favor, Amo! ¡Fóllame para siempre! ¡Soy tuya, tu puta esclava para la eternidad! ¡Solo tu dominación me hace sentir viva!
Lucián soltó un rugido de triunfo y se vació en su coño con una intensidad brutal, sellando el pacto de sangre y carne.
Lucián soltó un rugido de triunfoy se vació en su coño con una intensidad brutal, sellando el pacto de sangre y carne.
Él se desplomó sobre ella, sus cuerpos unidos por el sudor, el semen y la pasión violenta. El collar de hierro brillaba en el cuello de Elena, la marca de su posesión eterna. El plug anal había sido abandonado en el suelo, pero su presencia era innecesaria; Lucián había reclamado cada orificio de su cuerpo.
Isabela se acercó. Sus ojos no mostraban juicio, sino una profunda satisfacción.
—El pacto está sellado, sobrina. Has honrado a la familia. Ahora, el Amo te purificará y te mostrará tu lugar.
Lucián se retiró, y el frío del sótano golpeó la piel húmeda de Elena. Él la levantó suavemente y la llevó a una bañera de mármol que Elena no había notado antes, llena de agua tibia perfumada con rosas. Era un contraste grotesco con la brutalidad del ritual.
Mientras la lavaba, limpiando los restos de semen y sangre del ritual, Lucián le susurró al oído, su voz ahora suave, pero llena de autoridad absoluta:
—Usted es mi Esclava Eterna, Elena. A partir de ahora, su vida pública es una farsa. Su verdadero ser vive y muere en esta mansión. Su único propósito es servir al culto. Isabela le enseñará a reclutar a la nueva carne. Usted es la Reina del Deseo Oculto, pero siempre, siempre, estará a mis órdenes.
Elena asintió, su mente ya completamente sometida. Ya no era Elena, la escéptica. Era la Esclava Vrolok.
—Sí, Amo. Haré lo que ordenes. Reclutaré para el culto. Soy tuya para la eternidad.
Lucián la sacó de la bañera y la envolvió en una bata de seda negra. Al salir del sótano, la luz del día comenzaba a colarse por las ventanas. El Terror Erótico había terminado, dando paso a una vida de esclavitud total y posesión mística.
Editado: 30.10.2025