Queremos amar pero creemos que amar tiene que ver con aprisionar al otro ser humano a nuestros deseos, queremos ser poseedores pero no queremos ser poseídos, queremos hacer pero no queremos que otros hagan, pero no queremos que otros tengan su espacio. El amor no puede ser eso que buscamos de encarcelar. El amor es algo bello algo que proviene de dar bienestar sin esperar nada a cambio y con total entrega, muchas veces queremos que físicamente la persona que amamos sea perfecta, sus caderas, sus curvas, sus medidas, sus ojos.
Queremos a alguien que sea como los actores y las actrices de Hollywood pero no comprendemos que así como todos queremos una mujer o un hombre con esas características otros seres también quieren lo mismo. Queremos que nos amen a nuestra manera pero no queremos amar al otro como el desea que sea amado, en el fondo somos como niños caprichosos que si no tienen lo que quieren de la forma en que lo piden terminamos por sentirnos mal y en última instancia hacemos daño a quien creemos amar. El amor no lastima, el amor no juzga, el amor no traiciona, el amor no miente.
Siempre el amor será sincero, siempre el amor llena, el amor sana, el amor transforma, nos da sabiduría para seguir avanzando. Antes de entrar en una relación con alguien pregúntate:
-¿Realmente permitiré que esta persona sea libre si está conmigo?
Si tu respuesta termina siendo afirmativa significa que estás listo para amar y recibir lo mismo, pero si tu respuesta es no deberíamos ir con más cuidado, deberías tomar precaución contigo mismo porque podrías dañar a alguien que solo está pasando por tu vida para revelarte cosas que no querías ver, quizás es la oportunidad de hacer un cambio radical, de hacer algo por ti, podría ser una especie de transformación.
No aprisiones, muchas veces han dicho:
-Deja ir a las persona que amas, si es tuya volverá pero si no se ira y jamás volverá tu lado.
Hablamos de tener propiedad sobre otros pero ni siquiera tenemos propiedad sobre nosotros mismos, aunque eso no importa tanto porque al final hablar de esto es mío o esto es tuyo hace pensar que somos objetos, nadie puede poseer a nadie, lo que si puede existir es un acuerdo claro y con consentimiento de parte de alguno de los dos para dejarse someter.
Hay parejas que practican esto durante las relaciones sexuales, son fetiches para explotar sus energías lujuriosas pero fuera de esto cuando todo culmina se acaba la obra, se sabe que solo son deseos por satisfacer en una forma de practica pero cuando esto acaba se vuelve al centro original.
-Te amo, te quiero, te respeto, te aprecio y siempre permitiré que seas libre aunque estés conmigo.
Solo así podremos conocer el verdadero gozo y podremos cosechar y dar frutos a relaciones verdaderamente enriquecedoras, la confianza es el soporte esencial en esto.
¿Cómo podemos amar a otro cuando ni siquiera confiamos?
Eso no es amor puede ser cualquier clase de cosa pero nunca es amor, porque cuando es amor podrías cerrar los ojos y dejarte caer mientras la otra persona te recibe desde atrás y de seguro allí estará para recibirte, pero cuando no confías no se trata de algo tan bello y hermoso como lo es el amor. Podría ser una mezcla de diferentes sensaciones pero no es amor.
Cuando la desconfianza la crean dos individuos dentro de la relación termina por convertirse en una investigación policiaca, nos hacemos preguntas de este estilo:
-¿Sera que he perdido mis dotes?
-¿Sera que ya no soy atractiva o atractivo para el o para ella?
-¿Y si esta con otra persona y me engaña?
-¿Y si está esperando el momento perfecto para engañarme?
Primero empiezas por analizarte a ti de manera negativa, luego pasas a investigar a la otra persona y finalmente terminas pensando en las posibilidades que creara para engañarte.
Todo empieza a caerse a pedazos y aunque se caiga a pedazos, tú quieres seguir, aunque tus pensamientos te torturen, te lastimen, tú sigues apostando a eso. Te haces daño a ti y a otra persona que seguramente ni siquiera está haciendo nada malo. Quizás ella también siente lo mismo que tu pero lo controla, sabe llevarlo, sabe soportarlo.
Tenemos que entregarnos, tenemos que ser como niños que nunca han experimentado una relación, solo recuerda cuando eras un adolescente y tuviste tu primera relación.
Seguro confiabas, seguro te entregaste, seguro estabas ilusionado, enamorado, feliz y contento. No pensabas en que te iban a lastimar, no pensabas en que todo podía terminar. Tu solo querías que llegara el siguiente día en la escuela para volver a ver a tu amor.
Seguro mientras me lees dirás:
-Se dice fácil pero es difícil hacerlo, aún recuerdo cuando me fallaron por primera vez.
Aquí es donde te digo:
-Lo que fue ya fue, no pierdas tu tiempo recordando lo que ya fue, permítete confiar, permítete dar todo de ti, solo cuando lo comprendas cuando lo vivas de verdad experimentaras la verdadera libertad. Sé un niño, ilusiónate. Nadie te romperá el corazón. Y si sientes que eso es lo que puede pasar, tomate el tiempo para recoger los pedazos y empieza de nuevo, tienes toda una vida para seguir intentando, seguro hay muchas personas al igual que tu intentándolo, seguramente alguien está esperando por alguien así de sensible y especial como tú eres.