El ejercicio siempre se ha usado como algo para forjar nuestro cuerpo, para incrementar nuestro bienestar de manera saludable pero no muchos saben que el ejercicio en realidad tiene una gran utilidad para manejar las emociones. La ira, el estrés, la frustración, el odio entre otras. Son emociones que pueden ser canalizadas de la manera más óptima con ejercicios, tengo un gran amigo que cada vez que siente que no puede respirar porque su día está siendo muy estresante se toma el tiempo para ponerse sus tenis y salir a trotar incluso a correr cuando suele ser algo incontrolable, esto le permite drenar lo que sea que siente. Es de vital importancia saber dirigir las tensiones que acumulamos porque si no lo hacemos esto termina por almacenarse y almacenarse hasta que aparece en nuestro cuerpo convertido en algún tipo de malestar o enfermedad. Hay una técnica que puedes usar haciendo ejercicio para no solo sentirte bien a nivel físico sino también a nivel emocional y espiritual.
Cuando sientas alguna emoción negativa, primero observarla, determina por qué
Esta allí, cuál es su intención positiva, todas las emociones en el fondo tienen un propósito positivo y una enseñanza, una vez que hayas determinado por qué apareció en tu cuerpo y cuál fue el motivo, ten a la mano una rutina de ejercicio, calienta un poco tus músculos y sumérgete intensamente en aquello, cuando estés haciendo los diferentes movimientos, siente todo tu cuerpo, no te centres en terminar, sino en todo el proceso. Haciendo esto de manera consciente apenas finalices cada una de las series, respira profundo pensando:
-Libero esta emoción sabiendo que cumplió su propósito de darme el conocimiento que necesito, la dejo ir en paz y agradezco de todo corazón.
Termina y comprueba cómo te sientes de haberlo hecho, puedes tomar notas en un cuaderno que tengas a la mano, no controles lo que venga a tu mente, solo escribe y al final reflexiona sobre todo aquello, a medida de que vayas practicándolo, te sentirás cada vez más liviano, esto te permitirá sobrellevar con más facilidad estas emociones.
Si te sientes más cómodo o cómoda, puedes agregarle a esta práctica tu propio toque, podría ser que le des una ambientación con música, así te sentirás más en confianza, lo más importante es que uses el ejercicio como una forma no solo física y carnal para que tu cuerpo o tú se vean más hermosos y tonificados si no como una manera de crear aprendizaje y autoconocimiento.
Mientras más nos conozcamos y mientras más curiosos seamos acerca de nosotros mismos y nuestros mundos internos, mas podremos conocer a otros, de esta manera desarrollamos inteligencia y sabiduría la cual nos hará experimentar de mejor forma todo lo que conocemos como experiencias de vida, las cosas pequeñas siempre hacen la diferencia, de las pequeñas cosas están hechas las grandes.
Trata siempre de trabajar con el ejercicio que requiere de la respiración y el oxígeno, hablamos en este caso de los ejercicios aeróbicos, estos elevan la frecuencia cardiaca y mantienen tu corazón, pulmones y vasos sanguíneos saludables.
Lo físico se compone de lo espiritual y lo espiritual también forma parte de lo físico lo único que cambia es la proporción de materia que tiene cada uno.
Las palabras son muy importantes, son sonidos. Si regresamos al conocimiento primordial se sabe que la creación entera comenzó a través del sonido primordial Om. Eso nos muestra que en realidad nuestra palabra es creadora por eso muchas veces dicen:
-Cuidado con lo que repites tarde o temprano terminara convirtiéndose en una realidad.
No puedo estar más de acuerdo, cada una de nuestras palabras se va acumulando mientras el universo escucha, tarde o temprano terminan por desencadenar sucesos correspondientes a lo que hemos estado decretando consciente o inconscientemente. Mi maestro una vez que vio cuanta experiencia había adquirido me dijo:
-Hoy te entregare una de las tantas herramientas con las cuales podrás manifestar y ayudar a otros a que cumplan lo mismo.
Después de decir esto, fue un momento a un estante que tenía cerca donde habían muchos tomos que él había escrito, saco uno que tenía una clasificación diferente y me dijo:
-Lee esto, todas las veces que puedas. Una y otra vez. Repítelo hasta la saciedad, hasta que lo sepas de memoria. No falles ni un día en leerlo, veras milagros.
Hice caso y asentí, todas las noches en las mañanas y en las noches leía aquella información, hasta que lo aprendí de memoria compartiré aquellas palabras para que todos ustedes puedan hacerlo si gustan como yo lo hice, esto debe leerse y recitarse desde el corazón, por ningún motivo se debe caer en la exaltación del ego, la humildad es la que debe manda en el corazón en todo momento, solo así y nada más que así puede funcionar.