El Sándwich

V

La mujer, la villana melodramática, la perfecta actriz que el esperaba. Alguna vez "la guera" Mariana Corcuera había representado en el colegio a Tori con el siguiente fragmento:

 

Soy Tori, seré la mejor actriz de Broadway o de los teatros ingleses

Guardaré una falsa modestia aunque sea la mejor actriz de mi generación

No soy buena pero soy la mejor.

Interpretaré papeles diversos con una calma mental

El de una mujer desesperada, otra ansiosa o arrebatada

Los espectadores se dejarán levar por mi carisma y magnetismo sexual

Por mi encanto sobrenatural

Estallaré en el escenario

Pero una vez que baje de él seré la misma

Tori, la arrebatadora

 

Se encontró finalmente con Franco, cuando realizaba lo que mejor sabía hacer, actuar. Era un ensayo para una obra llamada Peregrino

 

-Tú que construyes, tú que modelas la materia en mil formas, estás creando la eternidad, y yo pongo mi confianza en ti dándote este papel. Olvídate por un momento de tus ocupaciones, tus consejos de administración, tus negocios, y busca mi cara, para encontrar el aliento del humano con el fin de restituir su pureza al entorno natural que he creado para ti. ¡Apacigua tu ambición, Peregrino! Ponte metas humanas, y el bosque se reconvertirá en bosque y el mar será todavía mar. En ti he puesto mi confianza para crear un ambiente vivo, un ambiente humano, en el que el hombre pueda vivir felizmente. Pero por alimentar tu lujuria, tu avaricia, tu vanidad, el mundo está muriendo, y tú morirás con él sin haberme descubierto.

¡Hermano!
¡Ahora, aquí, te llamo!
¡Ahora, aquí, estoy extendiendo mi mano hacia ti!

 

-Hola Mariana, soy Franco de nuevo, eres buena actriz. Me disculpo por haber sido un grosero la vez que te ví por última vez. Se expresa Franco

-Hola Franco, yo también puedo decir lo mismo, pero no soy una mujer fácil. Pero a ti te daré la oportunidad de ser diferente, auténtica.

-Eso me permite ir por buen camino, gracias Mariana. Alega entusiasmado Franco. Quisiera formalmente invitarte a salir, he roto mis vínculos con Valery. Si tú así lo decides.

-Está bien Franco, cederé en esta ocasión.

 

Acuden al café parisino más cercano, Franco la espera impertérrito, ansioso. Decide leer algún libro afrancesado o consultar su celular, está nervioso ante la inminente llegada de Mariana, le recuerda a una tigresa, se impone, así le enseñó su padre. Por lo menos sutilmente. Mariana Corcuera ha llegado.

 

-¿Viniste? Acierta a decir Mariana con cara de estupefacción y asombro. Como si estuviese acostumbrada a que todo mundo la defraude.

-¿Por qué supones que no vendría? Me gusta tu compañía. Responde Franco. Con sus aparentes suaves cabellos castaños y pelo chino.

 

Mariana decide tomar asiento. 

 

¿Qué quieres tomar Mariana? 

-Un americano.

 

Franco llama al mesero. Él pide una soda de jengibre.

 

El mesero se va. Los dos comienzan a mirarse, a explorarse. Ella es una mujer intensa, pretendiendo entener el ritmo de su vida. Él es como brisa fresca.

 

-¿Qué lees Franco?

-Leo un libro nuevo "Cuentos de Perrault".

-¿Eres asiduo a la lectura?

Eso parece, a veces no soy muy expresivo y me sumerjo en los libros. Vivo por un momento otras vidas.

-A mí mi padre me enseñó y es lo que puedo compartirte es que nunca digas la verdad, pero haz que lo parezca. Si eres veraz van a contar contigo, serás siervo de los otros y a ti no te servirán. No reconozcas que hay propiedad de alguien, pero di que sí, que la propiedad es sagrada; sin embargo, tú apodérate de todo. Aprovéchate de la moralidad de los demás en beneficio tuyo. Facilita el pecado de los demás y di, al mismo tiempo, que hay que ser moral. No tengas amor a ninguna persona. Procura la desgracia de quienes no quieren depender de ti.

-Parece que tu padre es un hombre terrible.

Eso parece, pero lo más importante de su ideología es haz lo que te dé la gana, sin arrepentirte. Pase lo que pase, cumple tu deseo. Haz que los demás sean tus seguidores o esclavos. Mi padre me hizo una tirana.

 

Mariana comienza a sollozar es una mujer sensible.

 

-¿Te pasa algo Mariana? Pregunta preocupado Franco.

 

En ese momento llega el americano y la soda.

 

-Lo siento, no me gusta ponerme así, soy una chica ruda.

-Si te hace bien cuéntamelo todo.

-Mi padre me dejo un poema, no sé si era escritor o algo así, me lo grabe:

 

El recuerdo de tu alma.

La fuerza pura de tu materialización.
La fuente de tu creatividad que te permite materializar todas las cosas.
La abundancia de la vida manifestada en tu interior.
La fuerza de la copa que recibe las energías del universo en tu interior.
Yo soy la fuerza de tu materia.
La fuerza de tu experiencia.
El recuerdo de tu creatividad.
A través de mí, recuperas tu poder creativo.
Lo estoy haciendo.

Buena por sí misma.

 

-Es un bello poema Mariana. 

-Así es, fue lo único que me dejó al abandonarme.

 

Lo que Mariana provocó en Franco es eanmorarse perdidamente de la mujer visceral, sin ataduras sociales a pesar de ser una mujer de abolengo de una de las mejores familias de la ciudad. A Franco se le hacía como una Até hija del mismo Zeus pero expulsada del Oilmpo por su fatalidad.

 

 

 



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En el texto hay: enamoramiento, amante, neurosis

Editado: 15.04.2023

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