PARTE VI:
El viento suave resoplaba ondeando las cortinas blancas, que dejaban a la vista el balcón de la segunda planta, el piso de mármol era tocado por los rayos de sol, y la suave brisa se adentraba por los pasillos desolados dejando a su paso un ambiente fresco que era llevado hasta una habitación con una puerta de madera blanca media abierta, que dejaba al descubierto la recamara principal. Una recamara de ventanales grandes y de cortinas suaves y finas al tacto, en su centro se encontraba una cama y en ella yacían dos cuerpos inertes, uno de cabellos rubios y piel blanca, y el otro de piel tersa y de una terrible delicadez estaba aferrado al fuerte torso del rubio, las ventanas dejaban entrar el fuerte viento que azotaba con ímpetu las cortinas, levantándolas y hondeándolas al compás. La calma con la que reposa el cuerpo de Adelaine era tan embriagadora, aún más para la vista de su hermano, quien yacía a su lado. La observaba detenidamente y la suave brisa acariciaba su rostro, un suspiro tormentoso salió de sus labios y con lentitud despego sus ojos de Adelaine y los poso en el techo blanco, la inquietud de sus pensamientos eran como olas de mar chocando con la fina pero firme arena, todos sus pensamientos estaban puestos en una sola cosa. El tiempo.
El tiempo que se escapa de sus manos, el tiempo que se acababa, pues pronto la primavera llegaría a su fin y con ello el otoño caería sobre ellos como gotas de lluvia empapándolos y llevándose todo de sí. Dejándolos en la penuria. Debía de actuar, si aún quería permanecer al lado de su hermana, Pronto serian separados, y él no toleraría hacer sufrir a su hermana, antes muerto que dejar que algo de esa magnitud sucediese. Con la mirada perdida en el techo y la cabeza en las nubes Jacob noto rápidamente el pequeño movimiento de Addy que rápido se transformó en un movimiento brusco, sus brazos protectores acudieron en su auxilio, abrazando el delicado cuerpo de ella, dejándola a mereced de su pecho en donde el corazón le latía con rapidez. Adelaine presa de su sueño, gesticulaba una suave expresión en su rostro, que denotaba aflicción, y pequeños gemidos de molestia eran expulsados por sus labios, pero al sentir un calor abrazador y una presión en el pecho se detuvo, al sentir su presencia, pues a pesar que aun estuviese en su sueño ella lo sentía. Ella siempre lo sentía, hasta en sus más profundos sueños.
**********************
No tenía idea sí podría actualizar pero... heme aquí, espero y esten disfrutando mucho de esta historia, ya saben que si quieren adelantar capítulos pueden visistar mi perfil e informarse de esta y muchas otras historias.