Parte III
-¡Aquí estas niña! Me has metido un susto-la reprendió, con una mirada dura.
Adelaine avergonzada bajo la mirada a sus manos, con el rubor adueñándose de sus mejillas, se sintió avergonzada, no de ser reprendida, si no de lo inmadura que podía a llegar a ser.
-Anda ya, recoge el equipaje Timothy-ordeno.
-Si madre.- respondió él con una sonrisa divertida al notar como Adelaine lentamente levantaba la mirada hacia él.
¿Madre? pensó con confusión, ¿Acaso él era familiar suyo? y si así era ¿Porque ella no le conocía?, levanto la mirada lentamente y se chocó con esos ojos grises, los vellos de la piel se le erizaron, aquel desconocido, aquellas personas, aquel lugar. Todo total y completamente desconocido ante sus ojos, aquel no era su hogar y él, no era su hermano, la realidad la golpeo una vez más, y un pavor inconsciente se se apropió de ella, de repente parecía que el aire le faltaba, Nathalia al notar eso, se empezó a preocupar. Adelaine trataba de que el aire entrara por sus pulmones pero por más que se esforzaba le era imposible.
-Adela... ¡Addy, por Dios Santo!- exclamo Nathalia presa del pánico.
Timothy la tomo por la cintura antes que desfalleciera por completo evitándole el impacto, y con la vista nublada, todo poco a poco se iba tornando oscuro, la luz, las voces se volvían ecos. Pronto todo desapareció, la oscuridad se adueñó de ella, y solo un rostro llego a su mente, él.
-Jacob...-
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Hasta aquí ha llegado el capítulo cuatro, y nos despedimos con premura y agitación en el pecho.
¿Pero que sienten ustedes?
¿Qué será de nuestra dulce e infantil Adelaine?
¿Habrá esperanza, para su amor, o no?
¿Y Jacob, qué hay de él?
El capítulo cinco ya está listo, ¿Y ustedes lo están?