CAPÍTULO V

Parte II

James al no recibir respuesta alguna de parte de ella tomo su brazo y halo de el con fuerza.

-Vamos- exigió.

Sin esperar respuesta alguna de su hermana tres años mayor que él tiro de ella en dirección opuesta, alejándola de la plaza y de aquel joven de ojos verdes, Nathalia se dejó llevar hasta alejarse lentamente de él, sin forcejear, sin oponerse, sin decirle adiós o si quiera agradecerle, sin saber su nombre, solo se alejó con un hormigueo en las manos con impotencia, con furia y ... tristeza,  la tristeza de solo recordarlo, de lo que fue y jamás podría ser, se dejó llevar por su hermano, no por obediencia o miedo, no, se alejó por elección, eligió en aquel momento a su familia, a su trabajo, se eligió a ella, o al menos eso creía ella.

Creía haber elegido, pero en aquel momento su vida solo estaba depara a cambiar. El rumbo de su destino cambió, sin ella saberlo.  

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-Creo que...está despertando-

Se escuchó la voz masculina inundar el silencio imperturbable en el que se sumía la habitación silenciosa, Adelaine, con pesadez y un dolor terrible en sus cienes se levantó al darse cuenta de... ¿Dónde se encontraba? , al lentamente ir vislumbrando todo su entorno, cuando ya su vista dejaba de ser borrosa, lo notó, los ojos grises, esos ojos grises. No eran los que ella quería ver, no eran sus ojos azules, eran grises, fríos, vacíos; justo como ella se sentía, vacía.

Tan vacía sin él.

Bajo la mirada y se recostó lentamente en el colchón, ¿Ya que caso tenía? ¿Qué importaba donde estaba, o, que le pasaba? ya no tenía sentido, en ese momento para ella, no lo tenía, se sentía cansada, demasiado para preocuparse, para seguir afligiéndose por la distancia, entre él y ella, entre el cielo y el mar, sí él no estaba, ¿Qué caso tenía? suspiro derrotada aún con esa sensación de agotamiento que la embargaba, pero no, no en su cuerpo, si no en el alma, y el dolor en su pecho al notar la realidad. Estaba sola.

-Sola.-dijo en un  susurro con la mirada perdida en el techo.

Aquel viejo y mohoso techo que parecía que con cada lluvia daba la bienvenida con sus goteras, dándole un aspecto lúgubre a aquel cuartucho.

-¿Te encuentras bien?-pregunto aquella voz gruesa masculina.

Los ojos verdes de Adelaine chocaron con la mirada preocupada de aquel muchacho de facciones marcadas, masculinas y tenues con sus ojos  grises que no la abandonaban, lo observo y no respondió, estaba cansada, muy cansada para si quiera hablar con alguien, volteo la mirada hacía la ventana que yacía a un costado de la habitación que reflejaba la lluvia que caía aquella tarde, esa lluvia que le recordó en donde se encontraba, de nuevo.

-¿Qué pasa? ¿Qué tienes?- cuestionó el joven, con voz apacible.

Ella no respondió y él lo entendió, se levantó del mullido colchón avisándole a la muchacha de su acto y se dispuso en salir y dejarla ahí, sola, en silencio. Adelaine observaba las gotas gruesas caer y empañar la vista, así como ella la tenía, empañada, con gotas saladas escapando de sus ojos y ese dolor que le nacía desde el pecho y le trepaba hasta la garganta y llegaba hasta su mandíbula. Se pregunta si acaso podría ¿Podría ella sola con ese dolor? ¿Con su ausencia?

Esa tarde la lluvia incremento y no paro por semanas, semanas que se le hicieron años a Adelaine, parecía encontrarse suspendida en el tiempo, en espera. A la espera de él, soló de él.

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Holi, holi ¿Cómo están? Espero y bien.

Para todods aquellos que ya se adelantaron ya saben lo que pasa en el proximo capítulo ¿no?

¿Y ustedes...?  ¿Ya lo leyeron?

¿Qué opinan de Addy? ¿Y Jacob? ¿Cómo se encontrará él?