El Sauce De Adelaine

CAPÍTULO VII

Sexta Parte.

 

- ¿A dónde irás? - cuestionó.

- A Londres. - atajó serio.

- ¿Y padre te ha concedido el...?-

- No te inmiscuye el asunto. Ocúpate de tus obligaciones y limitate a ellas. - zanjó molesto el joven.

Nathalia, permaneció en silencio ante la mordacidad en sus palabras. James, pronto partiría a Londres a pedido de su padre quién le necesitaba al frente de las embarcaciones en, Londres. El país pasaba por un momento difícil, tanto económico, cómo político y los aranceles debían ser estrictamente controlados por los comerciantes, esto influía mucho en los malos tratados que se podían generar entre comprador vendedor y la fricciones que esto podía generar, estaba empezando a generar un muy marcado y evidente problema para el negocio de los, Bélanger.

Ahora más que nada se debía estar firme con los tratados de comercio y con toda la mercancía que se movía. Y James, había sido el elegido evidentemente por su padre. No por ser él más suspicaz, él más talentoso o ingenioso, no, había sido por ser el varón mayor de la familia.

Y a pesar que eso le molestaba a Nathalia, justamente en ése momento lo vio cómo la mejor oportunidad para deshacerse de él. Y así poder encargarse del desastre que estaba creando su hermana menor, Sofí.

- Bien. - accedió.

Marchándose en ese preciso momento de su alcoba. El corazón le latía agitadamente, no por el viaje, sino por el tiempo. El poco tiempo que le quedaba para encontrar a, Sofí.

Ya hacía exactamente dos días en el que afligida se decidió dirigir a la alcoba de la menor, encaminándose por los pasillos fríos y desolados de su hogar en busca de su hermana. Angustiada por las palabras que aquella tarde su hermana le había develado, sólo le causaron gran aflicción.

Decidida tocó a su puerta, esa de madera dura y fría color borgoña. Al no obtener respuesta alguna e incitada por la curiosidad se adentró a la alcoba, la cual la recibió inmersa en la oscuridad, fría, desolada, vacía.

Nathalia, sintió la sangre agolparse a sus pies al contemplar la recámara vacía, incrédula negó mientras observaba atentamente lo que ante sus ojos la imagen implicaba. Se sintió aterrada, profundamente aterrada, paralizada del miedo, permaneció muda y quieta.

Sofí, se había escapado, estaba segura de ello. Sí tan sólo ella no le hubiera dicho lo que le dijo por última vez, ella dudaría de ello, pero no, ése no fue el caso.

Sofí, se fue, huyó incomprendida y enamorada, ingenua y resentida. Resentida de su incomprensión y ahora Nathalia, no sabía qué hacer, no sabía que pensar, decir o hacer ¿A dónde ir? ¿A quién buscar? ¿A quién acudir? ¿Qué hacer? Decirle a su padre no era una opción, primero la mataba a ella antes de siquiera mediar palabra y James, él sólo buscaría acusarla de negligente y tomar acciones benevolentes que destacarán únicamente en su propia conveniencia.

Estaba sola y aterrada, aterrada de no encontrarle nunca, de hacerlo ya muy tarde. De perderla para siempre.

Y ahora el viaje era un tiempo a su favor para indagar y buscar algo a su favor, por suerte su padre Jacques, se encontraba en casa de un conocido con el cuál tramaba cerrar negocio a dos ciudades de ahí. En una semana estaría de regreso.

El tiempo suficiente para encontrar a su hermana, para traerla sana y salva a su hogar, aun sí eso le costaba su aprecio y desataba su indiferencia y resentimiento hacía ella, sí ése era el precio, no importaba, cualquier precio a pagar era el justo por encontrarla.

******

- ¡Ay pero que hermoso! - comentaron todas embelesadas.

- ¿Y tú Adelaine? ¿Cómo se conocieron tus padres? - cuestionó.

Adelaine, perdió la sonrisa por completo al escuchar la pregunta, todas las presentes dirigieron su atención en la pelinegra.
Sentadas en el jardín todas compartían merienda y tras una charla extensa y variada una de las jóvenes fue interrogada acerca de la historia de amor de sus padres, ella sin problema alguno relató emocionada al círculo de jóvenes que escuchaban risueñas aquella fantástica y maravillosa historia de amor entre ambos personajes, que dejaba ver cómo el amor entre ambos nació y se desarrolló con tanto fervor relatando su historia de amor. Y Adelaine, perdida en la historia se vio inmersa en su imaginación, que tanto así, la pregunta la tomó desprevenida.

Una pregunta que ni ella misma se había hecho, fue en esos momentos en que se dio cuenta qué no tenía idea. El comienzo, cómo sus padres se habían conocido. No sabía nada de ellos más que eran sus padres. Y ante el desconcierto su rostro se contrajo.

Al recrear el pensamiento claro de lo ignorante que era del tema, de seguro su tía Nathalia, sí sabía. Ella siempre sabía de esas cosas. Pero, sí lo sabía, sí sus padres se querían tanto, sí su historia era igual de hermosa y mágica, ¿Por qué su tía jamás se la había contado? Sí ella le decía todo.

¿Por qué ella no conocía su historia? La historia de sus padres.

 

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En el texto hay: primeramor, sufrimiento y lucha, epoca

Editado: 20.08.2023

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