El secreto Bungalú

Capítulo 27

  Después de unos días, Kelder convocó una reunión entre los ministros para informarles de sus descubrimientos.
—Los he llamado con urgencia hasta aquí porque sé quién es el traidor que controla el Holocausto.
—¿Lo sabes? ¿Quién es? Debemos detenerlo pronto -contesta Tulanor inmediatamente.
—¿No los sabes, Tulanor?
—Por supuesto que no, si lo supiera lo habríamos encarcelado desde hace tiempo.
—Puedes dejar de mentir. Tengo las pruebas suficientes para encarcelarte por todos los crímenes que has cometido, principalmente por traición -dice Kelder muy serio.
—¿Tulanor es el traidor? -pregunta Orosit demasiado sorprendido.
—Eso no puede ser posible. Debes estar equivocado, Kelder -comenta Terrine muy confundida.
—No tengo ninguna duda, además las pruebas lo dicen todo.
—¿Y de dónde sacas esas supuestas pruebas que me inculpan? -pregunta Tulanor.
—Mi fuente ha querido estar en anonimato -responde Kelder.
—¿Le crees más a ese desconocido que a mí?
—Le creo a las pruebas que me dio en sonde todo te inculpa a ti, ministro del oeste Tulanor Plagen.
—¿Estás seguro de eso?
—Muy seguro, ya hemos realizado nuestras propias investigaciones y las pruebas son verdaderas. Quien está al mando del Holocausto y ha causado todo este caos eres tú, Tulanor. 
—Ya atrapamos a principales de Holocausto y varios de ellos han hablado -informa Portrus, quien ya estaba enterado de todo.
<<Por esa razón es que no podía ponerme en contacto con ellos>> pensó Tulanor.
—¿Tienes algo que decir, Tulanor? -pregunta Terrine.
—No sé cómo te enteraste de todo, pero te felicito ministro Kelder -responde Tulanor. Ya no existía la necesidad de ocultarse.
—¿Todo es cierto? ¿Cómo pudiste, Tulanor? Eres un ministro -le reclama Orosit furioso.
—Nuestro deber es mantener la paz, no crearla -dice Kelder.
—¿Por qué quieres detener la propuesta de crear Uberdruss 2? -le pregunta Portrus a Tulanor.
—¿No es obvio?
—Para nosotros no.
—Explícate bien, Tulanor porque tus actos de traición son imperdonables -dice Terrine.
—¿Actos de traición? Hice todo esto por nosotros los ministros -contesta Tulanor.
—¿Qué bueno puede traer lo que has hecho? -pregunta Orosit enfurecido.
—¿Es qué no entienden? Si se crea otro Uberdruss nosotros los ministros no tendremos poder allí. Existirán otros ministros.
—¿Lo único que te importa es el poder? -pregunta Portrus.
—Somos ministros. Llegamos hasta aquí en busca de poder. Los ministros somos los que controlamos Uberdruss -contesta Tulanor.
—Yo no me hice ministro sólo para tener el control de todo -responde Kelder.
—Eso es lo que todos dicen, pero no lo que piensan. A todos nos gusta tener poder.
—La ambición te está volviendo loco, Tulanor -dice Terrine.
—¿Loco? No, estoy siendo honesto. La política es sólo hipocresía, decimos lo que quieren escuchar los demás, pero no lo que pensamos en realidad.
—No hacía falta crear tanto caos -dice Kelder.
—Si era falta, tú estabas decidido con esa propuesta y la única forma de detenerte es que afectara lo que te es importante -responde Tulanor molesto.
—Ya te he descubierto, ya no puedes escapar.


***
 En la casa de la familia Campos, los niños todavía extrañaban a Alice. Rogelio les había ofrecido contratarle a otra niñera, pero ellos se negaron ya que no sería lo mismo.
 Anocheció y Rafael se fue a dormir temprano. Inmediatamente se quedó dormido.
 Todo se oscureció y apareció en Uberdruss.
—No confíes en Anti-magia -escuchó de la nada la voz de su madre.
—¿Mami dónde estás?
—No confíes en Anti-magia -se escuchaba la voz, pero no se le veía por ninguna parte.
 Rafael se despertó de ese sueño muy ansioso y preocupado.
  Ya eran las 10 de la mañana.
—Miren lo que encontré -dice Roberto sosteniendo el collar en la mano que había sacado del cajón de su padre. 
 Se encontraban Roberto, Antonieta y Rafael en la habitación de su padre haciendo la limpieza.
—Es el collar favorito de mamá -responde Rafael.
—Todavía me parece extraño -comenta Antonieta.
—Es un transportador mágico -dice Rafael con sorpresa. Ahora que lo ve de cerca es muy parecido al que tiene Alice.
—¿Transportador mágico?
—Lo vi en la televisión -mintió Rafael
—Si es un transportador mágico entonces que nos lleve a nosotros a otra parte -bromea Roberto.
—No deberías jugar con eso.
 Roberto presiona el botón rojo y los tres son transportados al instante a Uberdruss.
—¿Dónde estamos? 
—¿Qué hiciste Roberto? -pregunta Antonieta.
—Yo sólo estaba jugando, no pensé que realmente funcionaría.
—Te dije que no jugar con eso -lo regaña Rafael.
—¿Cómo regresamos? Este lugar me da miedo -dice Antonieta observando a su alrededor. Se encontraban en un callejón.
—No lo sé -responde Roberto.
—Has lo mismo que hiciste antes.
—Paguen o serán comidos -se escuchó una voz.
—¿Qué es eso? -pregunta Roberto.
—Es un monstruo territorial. Deberían calmarse, el miedo lo enfurece más -les dice Rafael.
—¿Cómo sabes tú eso? -pregunta Antonieta.
—Hola amigo, te traje tus galletas -dice Rafael revisando sus bolsillos- ¿y mis galletas?
—Yo creí que no te la ibas a comer y me las comí -dice Roberto.
—Eran mías, tú ya te comiste las tuyas.
—No es para tanto, sólo son galletas.
—¿No hay galletas? -el monstruo se enfureció.
—¿Esa cosa habló? -se aterró Antonieta.



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Editado: 18.12.2021

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