El Secreto de Anahí

Cap 18: Cuestiones

Anahí: (baja silenciosamente de las escaleras) es una suerte que no haya nadie (al acercarse a la puerta, ve una maleta y una nota, ella abre la nota y la lee) “sé que has decidido irte, por eso preparé tu maleta, por favor, tómala” (cubre su boca con su mano) Diego, ¿sigues burlándote de mí? (agarra la maleta y abre la puerta, yéndose de la casa)

Diego: (aparece en la sala) no Anahí, jamás me burlé de ti

Felipe: sobrino (aparece detrás de él) ¿quieres ir con nuestra familia? Sabes que eres bienvenido

Diego: tío, no quiero la ayuda de tu familia

Felipe: que frío, lastimosamente también eres parte de ella

Diego: (voltea a verlo) no hagas nada en contra de ella, sola déjala

Felipe: reaccionó diferente y no amenazó con decir a alguien de tu verdadera identidad, así que lo pensaré

Diego: no hay nada que pensar, tío, también quisiera que le digas algo a mi padre de mi parte

Felipe: muy bien, ¿qué quieres que le diga?

Diego: estaré un tiempo fuera de casa, pasaré en la casa de campo, por favor, no te contactes con ella… eso es todo

Felipe: eso es fácil, sobrino, siento un nuevo sentimiento rodando por tu corazón

Diego: no digas estupideces, ya puedes irte

Felipe: no es en vano vivir tantos años, sobre Anahí, estoy muy interesando, aunque, esos ojos tuyos, han cambiado

Diego: déjala en paz

Felipe: tengo un cierto presentimiento (sonríe) esos colmillos ya eligieron su presa (desaparece)

Diego: (da un suspiro y desaparece)

………….

Anahí: (después de haber caminado un largo camino, se acerca a la puerta de una casa y la toca) espero que estén

Sra. Roberta: (abre la puerta y se emociona al verla) Anahí, ¿qué haces aquí tan temprano?

Anahí: primero entremos (sugiere y ella la hace entrar, cerrando la puerta) ¿ellas todavía están durmiendo?

Sra. Roberta: son las cuatro de la mañana, en una hora se despiertan

Anahí: (camina a la sala y se sienta en un mueble, al hacerlo, se da cuenta de los remedios de Dayanne)

Sra. Roberta: ¿qué te trae por aquí? (se sienta al frente de ella)

Anahí: no puedo decírselos, necesito tiempo para ahorrar dinero (pensó) iré de viaje con ellos por un tiempo, venía a decírselos para que no vayan a la casa… señora Roberta, por favor, diles eso

Sra. Roberta: se los diré, ahora, dime la verdad

Anahí: son vampiros (responde y ella la mira confundida) estaban involucrados con los vampiros, el papá de mi prometido estuvo casado con una vampira y mi prometido es un dhampir, mitad humano, mitad vampiro

Sra. Roberta: nos iremos de aquí y volveremos a nuestro antiguo barrio, no podemos estar cerca de ellos

Anahí: (niega con la cabeza) las medicinas de Dayanne, no puedo pagarlas con el poco dinero que tengo

Sra. Roberta: también trabajaré, juntas lo pagaremos

Anahí: sigan aquí hasta que pague todo (se levanta) hay un vampiro que quizás persiga mi rastro, tendré que irme lejos de aquí

Sra. Roberta: aun eres menor de edad

Anahí: aun soy prometida de él, estaré bien (se va donde la puerta y la abre, yéndose)

Sra. Roberta: (corre a la puerta) tan pequeño es el mundo

Noris: Dayanne sigue dormida (responde detrás de ella y la señora Roberta se voltea a verla) no permitiré que cargue con un peso más de lo que ya tiene

Sra. Roberta: confiemos en Anahí y no le demos más problemas




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