El Secreto de Anahí

Cap 45: Jefe

Grabiel: a la familia de Felipe, Félix, si quieres quedarte, yo-

Félix: (tira la radio al suelo) prometí a mi padre que lo vigilaría y será la primera vez que vea la familia de mi tía y de Katherine

Felipe: no perdamos tiempo (se transportan a una gran sala)

Grabiel: Ana me habló del lugar, me lo describió, pero no sabía que sería tan especifica

Félix: (se sorprende al ver que el jefe tenía un tamaño similar a un gigante, este estaba sentado en una gran silla)

Felipe: jefe, sé que debía avisarte con anticipación, mas todo fue repentino y apresurado que no hubo tiempo

Jefe: (se inclina hacia adelante, mirando a Félix) ¿quién eres?

Felipe: empezó su juego (pensó)

Félix: mi nombre es Félix Ruiz, sobrino de Grabiel Ruiz y de Ana

Jefe: (se acerca a Grabiel) ¿quién eres?

Grabiel: mi nombre es Grabiel Ruiz, padre de Diego y padrastro de Katherine y Teo, por ende, soy el esposo de Ana, su nieta

Felipe: jefe, por si no lo vio, tanto su bisnieto como el otro, están gravemente heridos y necesitan atención urgentemente 

Jefe: (vuelve a su posición y chasquea sus dedos, apareciendo un vampiro) llévalos al cuarto de emergencia, señor Grabiel, quédese conmigo

Félix: disculpe, no quiero dejar a mi tío

Felipe: no le hará nada (mira al jefe y él sonríe) apurémonos (toca el hombro de Félix y se transportan, al igual que el vampiro se transporta junto a Teo y Brixton)

Jefe: (chasquea sus dedos y aparecen una mesa con sillas, y encima de la mesa, se colocaban una taza de té) por favor, toma asiento

Grabiel: (mueve la silla y se sienta) gracias

Jefe: voy directo, ¿por qué dices “soy el esposo de Ana” si ella ya murió?

Grabiel: todos pueden decir que ella falleció, sin embargo, aun la siento cerca de mí, por eso es el “soy” en vez de “era”, además, no habrá otra mujer en mi vida que no sea Ana

Jefe: ¿lo dices en serio?

Grabiel: sí… ella me habló de ustedes, podría decir, que lo único que no sabía de Ana, era la creación de Diego dentro de Teo, pero, aun así, acepté a los tres como si fueran mis hijos

Jefe: ¿morirías por ellos?

Grabiel: si muero por protegerlos, lo aceptaré con gusto

Jefe: Grabiel, agradezco que hayas sido el hombre que le trajo felicidad a mi tesoro, ahora que ella está muerta, solo eres el padre adoptivo de Diego

Grabiel: señor jefe, no tiene que agradecerme por haberla hecho feliz, es lo contrario, gracias por aceptarla en su familia y darle todo su amor, ella lo apreciaba mucho

Jefe: ella era una niña muy difícil de comprender, Teo lo heredó… ya que llevaba sangre humana, debió estar alegre de convivir con humanos y fueron los humanos, quien la vieron morir

Grabiel: (deja caer una lágrima en su mejilla)

Jefe: Felipe siempre me dijo cosas exageradas de ti, por ejemplo “ese hombre es demasiado testarudo, se comporta como un niño y hace travesuras por donde quiera”, aun así, traes alegría a ambos hermanos

Grabiel: (limpia su lagrima) señor jefe, gracias

Jefe: desde este punto, las cosas van a ser intensas, además, tienes que decirle la verdad a Diego sobre Teo

Grabiel: sé que no puedo esconderlo por siempre, se lo diré cuando esté completamente recuperado

Jefe: (se da cuenta que la mano de Grabiel temblaba) para la próxima, trae a la reina de la luz, gracias a la visión de mi nieto supe que Diego y ella se conocen por su contrato de matrimonio

Grabiel: (se avergüenza) ¿cree que me comporté muy infantil?




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