Grabiel: a la familia de Felipe, Félix, si quieres quedarte, yo-
Félix: (tira la radio al suelo) prometí a mi padre que lo vigilaría y será la primera vez que vea la familia de mi tía y de Katherine
Felipe: no perdamos tiempo (se transportan a una gran sala)
Grabiel: Ana me habló del lugar, me lo describió, pero no sabía que sería tan especifica
Félix: (se sorprende al ver que el jefe tenía un tamaño similar a un gigante, este estaba sentado en una gran silla)
Felipe: jefe, sé que debía avisarte con anticipación, mas todo fue repentino y apresurado que no hubo tiempo
Jefe: (se inclina hacia adelante, mirando a Félix) ¿quién eres?
Felipe: empezó su juego (pensó)
Félix: mi nombre es Félix Ruiz, sobrino de Grabiel Ruiz y de Ana
Jefe: (se acerca a Grabiel) ¿quién eres?
Grabiel: mi nombre es Grabiel Ruiz, padre de Diego y padrastro de Katherine y Teo, por ende, soy el esposo de Ana, su nieta
Felipe: jefe, por si no lo vio, tanto su bisnieto como el otro, están gravemente heridos y necesitan atención urgentemente
Jefe: (vuelve a su posición y chasquea sus dedos, apareciendo un vampiro) llévalos al cuarto de emergencia, señor Grabiel, quédese conmigo
Félix: disculpe, no quiero dejar a mi tío
Felipe: no le hará nada (mira al jefe y él sonríe) apurémonos (toca el hombro de Félix y se transportan, al igual que el vampiro se transporta junto a Teo y Brixton)
Jefe: (chasquea sus dedos y aparecen una mesa con sillas, y encima de la mesa, se colocaban una taza de té) por favor, toma asiento
Grabiel: (mueve la silla y se sienta) gracias
Jefe: voy directo, ¿por qué dices “soy el esposo de Ana” si ella ya murió?
Grabiel: todos pueden decir que ella falleció, sin embargo, aun la siento cerca de mí, por eso es el “soy” en vez de “era”, además, no habrá otra mujer en mi vida que no sea Ana
Jefe: ¿lo dices en serio?
Grabiel: sí… ella me habló de ustedes, podría decir, que lo único que no sabía de Ana, era la creación de Diego dentro de Teo, pero, aun así, acepté a los tres como si fueran mis hijos
Jefe: ¿morirías por ellos?
Grabiel: si muero por protegerlos, lo aceptaré con gusto
Jefe: Grabiel, agradezco que hayas sido el hombre que le trajo felicidad a mi tesoro, ahora que ella está muerta, solo eres el padre adoptivo de Diego
Grabiel: señor jefe, no tiene que agradecerme por haberla hecho feliz, es lo contrario, gracias por aceptarla en su familia y darle todo su amor, ella lo apreciaba mucho
Jefe: ella era una niña muy difícil de comprender, Teo lo heredó… ya que llevaba sangre humana, debió estar alegre de convivir con humanos y fueron los humanos, quien la vieron morir
Grabiel: (deja caer una lágrima en su mejilla)
Jefe: Felipe siempre me dijo cosas exageradas de ti, por ejemplo “ese hombre es demasiado testarudo, se comporta como un niño y hace travesuras por donde quiera”, aun así, traes alegría a ambos hermanos
Grabiel: (limpia su lagrima) señor jefe, gracias
Jefe: desde este punto, las cosas van a ser intensas, además, tienes que decirle la verdad a Diego sobre Teo
Grabiel: sé que no puedo esconderlo por siempre, se lo diré cuando esté completamente recuperado
Jefe: (se da cuenta que la mano de Grabiel temblaba) para la próxima, trae a la reina de la luz, gracias a la visión de mi nieto supe que Diego y ella se conocen por su contrato de matrimonio
Grabiel: (se avergüenza) ¿cree que me comporté muy infantil?