El Secreto de Anahí

Cap 111: Una carta

Einar: (ve a su padre sentado al frente de él) ya veo, estoy soñando

Padre: (toma un poco más de su cerveza y asiente con dureza la botella en la mesa) eres ingrato, no te culpo por serlo, me lo merezco

Einar: si estás aquí es porque has muerto

Padre: (se empieza a reír) no me sorprende que seas así, te diré el por qué te regale… culpabilidad de no haber protegido a tu madre de esa vampira, ella se aferró a ti hasta el último aliento y yo, temblaba de miedo en una esquina de esa maldita habitación

Einar: esa vampira recibió su castigo y ya quedó atrás (le muestra la foto de su madre) pude conocerla y estoy más que contento  

Padre: soy un hombre horrible (cubre su rostro) te crie bajo amenaza de esa vampira y cuando te alejó de mi lado, no hice más que abofetearte para que te soltaras de mí y recibir ese dinero

Einar: ya no hables del pasado, pronto recibiré un informe de tu muerte y serás incinerado

Padre: necesito que me perdones, gracias a mi cobardía jamás sentiste el amor de un padre

Einar: te equivocas, mi mentor fue más que un mentor, fue como mi padre y siempre lo consideraré uno, en cambio a ti, gracias por botarme esa noche (comenta y él se sorprende) pude conocer a gente maravillosa

Padre: (limpia sus ojos llorosos) ¿puedo abrazarte?

Einar: no (responde y él simplemente asiente con la cabeza)  

Padre: Donna… ese era el nombre de tu madre, ella lloró mucho cuando te sostuvo en sus brazos y te nombró Einar, fueron los cinco minutos más bellos de toda mi vida

Einar: (se levanta y se acerca, tocando el hombro de su padre) yo te perdono (le dice y él alza su mirada, viendo a través de Einar, a su difunta esposa Donna)

Padre: gracias (empieza a llorar)

Einar: no le des problemas al lugar que vayas (mientras se aleja, su padre iba desapareciendo, Einar escucha unos gritos y al parpadear, se encuentra sobre unas sábanas tendidas en el suelo)

Etel: (sentado sobre una silla, a cinco pasos de él) no sigas, moriré del dolor

Karima: (irritada) has ocultado muy bien tus heridas toda la noche, si no las tratas, se infeccionará y morirás

Etel: (sonríe) no seas tan exagerada

Karima: (toca la herida con un algodón y él grita de dolor)

Einar: (se sienta y al alzar su mirada, ve a Angélica limpiando unas armas) su cabello parece brillar (pensó)

Angélica: (alza su mirada y se sonroja al encontrarse con la mirada de Einar, cubriendo su rostro con dos dagas) y-ya has despertado

Einar: ¿cuánto tiempo he dormido?

Angélica: unas cuatro horas, hasta que te despertaras, limpié tu espada (le pasa y él la agarra) es un poco pesada, pero logré dominarla

Einar: (se levanta) gracias (mira a Etel) tu idea del polvo de plata fue lo que salvó el día y mi vida, te agradezco

Etel: creo que te olvidaste de esto: “Einar, el espía de la espada; Karima, la espía del movimiento y Etel, el espía de la astucia”

Karima: creí que eras el espía de las ocurrencias

Etel: Karima, no destruyas mi momento (molesto)

Karima: (aprieta las vendas que cubrían los brazos de Etel)

Etel: e-e-está bien, desapriétalo

Karima: (termina de vendarlo y le da una palmada en la espalda de Etel) necesitan más que esto para asesinarte  

Einar: (sale de la carpa y observa el exterior de la barrera protectora)

Angélica: (se acerca) la jefa Diana cambió la posición de lugar, ahora estamos a salvo

Einar: me temo que no por mucho tiempo




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