Diego (9 años): (corre por el patio de la mansión con una cometa)
Félix (14 años): hay más aire, afloja un poco la cuerda
Diego: sí (contesta y afloja un poco más de la cuerda, haciendo que la cometa se eleve más) apenas puedo verla
Félix: es porque estamos contra el sol, los demás podrán verlo
Diego: Félix, mi mamá me dijo que era normal que no recordara mis recuerdos a partir de los seis, ¿también te ocurre eso?
Félix: apenas recuerdo cuando tenía cinco años, es normal
Diego: (chasquea con su lengua) me hubiera gustado recordar
Félix: el sol se está haciendo más fuerte
Diego: Félix, mira allá (le señala y él se da la vuelta, sorprendiéndose al ver gente con antorchas, machetes, otras con un crucifijo y agua en una botella)
………….
Ana: (voltea a ver a Grabiel) Diego y Félix están jugando a la cometa en el patio (prueba una sopa) ya está casi lista
Grabiel: (mira las verduras sobre el mesón) Ana ¿por qué no vamos a la casa de campo?
Ana: ya no podré ir (responde y él la mira) hay algo que no te he dicho sobre el alma de Diego y fui una egoísta al no hacerlo
Grabiel: (acaricia la mejilla de Ana) te escucho
Ana: hoy, se cumplió la fecha (comenta y presiente una amenaza) están aquí, Grabiel ve a la puerta principal (ordena y aparece al frente de Diego y Félix, tocando sus hombros y transportándolos a la casa) pon seguro
Grabiel: sí (coloca seguro a la puerta y ventanas)
Diego: ¿qué es lo que sucede? ¿Esa gente no eran conocidos?
Ana: (ve los ojos de las personas) están siendo controlados… justamente hoy (pensó)
Grabiel: llamaré a Felipe e iré por las armas
Ana: un rastreador y un manipulador de mentes bajo el mando del rey o de su subordinado (pensó) no lo hagas, modificaré sus recuerdos
Diego: mamá, ¿por qué nos están atacando?
Ana: están siendo manipulados y es un ataque personal (acaricia el cabello de Diego) cuídalo por favor (besa sus mejillas) te quiero hijo mío
Grabiel: Ana (quiere sostener su brazo)
Ana: (lo aleja y le muestra sus pupilas rojizas) a esto me refería, mi hora ha llegado (declara y este se sorprende) no hay que tentar con la hora de alguien y no abras la puerta o estaré muy triste (se transporta afuera, al frente de la multitud)
Diego: (entendiendo la situación, intenta abrir la puerta, mas Félix lo detiene) ¡mamá, no vayas, no me dejes! (grita desesperadamente)
Félix: tío
Diego: (se suelta y golpea las ventanas, sin poder romperlas) ¡mamá, mamá! (siente un dolor en el pecho y se retuerce)
Grabiel: (se acerca a él) lo siento (le pone un talismán en la frente)
Diego: (siente un mareo y lo último que puede ver, es a su madre evaporándose y desapareciendo) no (susurra, cayendo inconsciente)
………….
Ana: para crear a Diego se necesitaba un alma y yo entregué esa alma, Katherine, mi niña, perdona a esta mujer, Teo, mi niño, procura llevarte bien con tu hermano, Diego, mi bebé (alza sus brazos) los liberaré (la luz del sol toca a Ana y sus manos brillan, lanzando pequeñas luces que entran a la cabeza de cada persona, deshaciéndose de la manipulación y haciendo que ellos vuelvan a sus hogares) mi hermano, no te culpes (susurra)
Grabiel: (abre la puerta y se detiene al querer dar un paso afuera)
Ana: (sus lágrimas empiezan a caer) mi esposo, mi sobrino (sonríe) gracias (agradece y su cuerpo se convierte en cenizas)