Cap.21: Chantaje

Abdías: solo hay que ser pacientes, así triunfaremos

Hugo: ¿un lunático como tú teniendo paciencia?

Abdías: eres mi hermano, pero hieres con facilidad

Hugo: somos hermanos, pero nos tratamos como extraños, te apuesto que, si muero, no tendrás pena, ni llorarás

Abdías: ¿me veo tan cruel ante tus ojos?

Hugo: te veo como un pedófilo y un psicópata, me das vergüenza

Abdías: ¿pedófilo? (se ríe) sé que la mayoría de mis juguetes fueron niños, pero jamás pensé con mente pedofilia hacia ellos, solo me gustaba torturarlos y como me suplicaban que pare

Hugo: es asqueroso (pensó) y por tus acciones Naím quiere torturarte y asesinarte (se sirve una taza de té y se toma)

Abdías: es por tu culpa, tú lo compraste y me lo regalaste, al que deberían asesinar, es a ti

Hugo: te lo regalé para que sea tu sirviente o tu asistente (asienta la taza de té en una pequeña mesa) ahora quiero privacidad, lárgate

Abdías: solo termina ese brazo Hugo, así seguirás con tus experimentos ridículos

Hugo: antes que te vayas, dime, ¿viste a la vampira que transforme en dhampir?

Abdías: he visto a su hermana desde lo lejos, hiciste un gran trabajo haciendo caridad

Hugo: era perfecta para mi experimento, ahora sé como puede nacer o hacer un vampiro a dhampir, o un humano a dhampir… es magnifico para mis resultados

Abdías: juegas con la vida al igual que yo, no tienes nada que reclamarme

Hugo: somos diferentes Abdías, yo triunfaré con mis experimentos, y tú decaerás con tus torturas

Abdías: (ve una persona cubierta de una sábana en una camilla) los dos somos horribles hermano, ahora me iré, espero que para la próxima vez que venga esté listo el brazo de su majestad

Hugo: lo terminaré en más de un año, ni siquiera me has traído las medidas del otro brazo de tu majestad

Abdías: lo traeré, y termínalo, aunque sea en seis meses (se va)

Hugo: me pregunto si ella le va bien con los órganos vampanez

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Soldado vampanez (1): (tira a Martina ante los pies del rey) se escondía en el bosque de los elfos

Rey vampanez: hace mucho que no te veo Martina, dime, ¿cómo es la vida en ese bosque?

Martina: (esquiva su mirada y no tiene intención de hablar)

Rey vampanez: sigues siendo obstinada, me pregunto, ¿qué le pasará a tu hermano enfermo?

Martina: (se sorprende y mira enojada al rey)

Rey vampanez: ¿no hablarás?, o, ¿te cortaste la lengua?

Martina: tocas un dedo de mi hermano, y no tendré más remedio que asesinarte (susurra)

Rey vampanez: sigues con tu hábito de susurrar, te tengo una misión

Martina: ya no trabajo para ti, me abandonaste cuando el rey Ashton iba a asesinarme (susurra)

Rey vampanez: no te abandoné, iba a rescatarte, solo que el príncipe Teo ya te había salvado la vida, que irónico, ahora él quiere quitártela

Martina: jamás olvidaré esos ojos cálidos a pesar de estar sufriendo, él se sacrificó para salvarme (pensó)

Rey vampanez: eres la única que puede entrar en la barrera de los dhampir, gracias a tu poder, por supuesto

Martina: no sé donde queda la barrera (susurró)

Rey vampanez: (se enoja) ¡averígualo! (grita y Martina se asusta) si quieres volver a ver a tu hermano mayor, entonces busca y encuentra esa barrera

Martina: mi hermano no puede levantarse de la cama, déjenlo en mi casa, por favor (susurró)